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Daniel Scioli salió a contestarles a los que lo criticaron por haber negociado hasta última hora con el intendente de Tigre, Sergio Massa, para quedarse finalmente dentro del Frente para la Victoria. “Yo no soy ni esclavo ni soy opositor, soy un colaborador, soy una persona con altas responsabilidades institucionales”, advirtió. En este sentido, se quejó de los que “ponen en duda” su “carácter”. El carácter se nota, dijo, “cuando hay que tomar decisiones difíciles”.
Scioli estuvo al mediodía en un acto junto a Martín Insaurralde, intendente de Lomas de Zamora y primer candidato a diputado nacional por el Frente para la Victoria en la provincia, y se hizo eco además del cuestionamiento que el candidato le hizo a Massa por no reconocer que su gestión como intendente tuvo como base el modelo del gobierno nacional. En ese sentido, Scioli llamó a ser “justos” y tener en cuenta que, “a partir de las políticas nacionales y de lo construido en la provincia, los municipios han tenido una gran recuperación y crecimiento expresado en todo punto de vista”.
Antes de ir a esta primera actividad de la campaña, el gobernador aceptó ser entrevistado en dos radios porteñas. Allí respondió sobre el malhumor que provocó en el kirchnerismo con sus amagues de hacer una alianza con el massismo, junto al malestar que dejó también en la oposición por permanecer con el gobierno nacional. “Yo no construí mi carrera política pegando portazos ni buscando el oportunismo de las coyunturas –dijo sobre su permanencia en el FpV–. Busqué el camino arduo del esfuerzo, de la constancia, del sacrificio, y, si tengo que llegar, no voy a llegar a cualquier precio, pisoteando o traicionando.”
El gobernador aseguró que ha tenido muchas presiones para romper con el kirchnerismo. “¿Sabe cuántas veces me han llenado la cabeza?”, preguntó; pero sostuvo que a pesar de esto “nunca” se dejó “tentar por los cantos de sirena”.
En ese sentido, recordó que durante los últimos diez años le vaticinaron una “larga lista de supuestos suicidios políticos”. “Decían que me suicidaba (en 2003) cuando decidí acompañar a Néstor (Kirchner) que tenía el 6 por ciento (de intención de voto), y tenía la ciudad de Buenos Aires ganada”. “Siempre elegí el que considero que es el camino correcto, que no siempre es el más fácil o el más corto. Para mirar bien, hay que mirar lejos, más allá de la coyuntura.”
Scioli también aseguró que “algunos hablan pavadas” sobre su lealtad al kirchnerismo. “Yo vengo bancando los trapos hace diez años”, contestó cuando le preguntaron sobre las declaraciones de la nueva jefa del bloque de Diputados, Juliana Di Tullio, que en medio de las idas y venidas había manifestado que el gobernador tendría que “bancar los trapos” porque “no son tiempos de quedarse callado”.
En esta línea, puso su trayectoria política en contraste con los dirigentes que se alejaron del kirchnerismo. “Yo en las malas no abandono el barco, en la mala pongo el hombro. En la mala, en la difícil, es cuando se conoce lo mejor de mí.”
“¿Qué político estuvo durante diez años en el mismo lugar?”, concluyó sobre su permanencia en el espacio K desde 2003, cuando acompañó a Kirchner en las elecciones presidenciales.
Por otra parte, el gobernador dio a entender que se quedó junto al gobierno nacional para evitar que el “costo” lo pagara “la gente”. “Esta es una elección parlamentaria, no ejecutiva. Me quiero quedar tranquilo con mi conciencia. Esto puede tener mi costo político, pero lo que me interesa es que la provincia no sufra, no cruja, porque estamos hablando de 16 millones de personas”, sostuvo el gobernador.
Scioli planteó, en este sentido, que su trabajo es el de “conducir la provincia, más allá de los vaivenes de esta elección legislativa”, y agregó que para él “la lista más importante es la lista de los problemas de la gente”.
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