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La Asamblea Ciudadana de Gualeguaychú recibió “bastante mal” la decisión del gobierno de Uruguay de permitir el ingreso a ese país de sólo cinco asambleístas en compañía del intendente de esa ciudad entrerriana, Juan Bahillo, en el marco de la marcha que se realizará mañana hasta Fray Bentos en repudio a la decisión del presidente José Mujica de autorizar un incremento en la producción de la pastera UPM-Botnia. “No les será fácil no dejar pasar al pueblo. Para eso tendrán que cerrar la frontera y eso no se puede hacer así como así”, advirtió Gustavo Rivollier, integrante del colectivo entrerriano.
El intendente del departamento uruguayo de Río Negro, Omar Lafluf, se comunicó ayer a última hora con Bahillo para informarle sobre la decisión de la administración de Mujica de permitir sólo su paso y el de cinco asambleístas más –no tres como en un momento él mismo había informado– a Fray Bentos. La Asamblea Ciudadana de Gualeguaychú convocó a marchar mañana en caravana hasta esa ciudad uruguaya con el objetivo de entregar un documento a las autoridades de Uruguay en el que se expresará el repudio a la decisión “unilateral” de ese gobierno de Mujica de autorizar un incremento en la cuota anual de producción de la pastera.
“La decisión nos cayó bastante mal. Hacia acá cruzan y por acá circulan a diario uruguayos. No entendemos cuál es el problema de que nosotros nos expresemos en paz como siempre lo hemos hecho”, detalló Jorge Fritzler, otro asambleísta, a propósito de la decisión de Uruguay de vedar el paso a la manifestación. Al igual que Rivollier, advirtió que el gobierno uruguayo incurriría en “un atropello a las relaciones internacionales” si no dejara ingresar a “todos” los ambientalistas entrerrianos que prevén cruzar la frontera. En tanto, aseguró que la actividad de mañana será “tranquila, pacífica, como todas” las que desarrollaron en el marco del conflicto por la instalación de la fábrica de celulosa y la contaminación que provoca en el río Uruguay. “No hay antecedentes que les permitan a las autoridades uruguayas negarnos el paso, ya que no hay ningún hecho con el que puedan justificar esa negativa”, esgrimió Fritzler.
“No sé por qué él tiene problemas con nosotros, no se nos ocurriría realizar ningún tipo de incidente”, mencionó Rivollier, quien coincidió con su par asambleísta en que “nunca el problema fue con los habitantes de Uruguay, sino con el gobierno. La gente de Fray Bentos es tan víctima como lo somos nosotros”, remarcó.
En el marco de la decisión de la administración uruguaya de restringir mañana el paso a la totalidad de los manifestantes, el intendente de Río Negro pidió “no perder” el vínculo que se “estaba recuperando” con su par de Gualeguaychú tras años de diferencias por la instalación de la planta de celulosa de UPM-Botnia y manifestó su “preocupación por el antecedente” de distanciamiento entre ambas partes: “Tuvimos el puente internacional General San Martín cinco años cerrado y no castigaba a la empresa, castigaba a los pueblos”.
Desde el colectivo ambientalista descartaron “por el momento” el regreso de su presencia permanente en el paso fronterizo, aunque advirtieron que “hay que dejar que el tiempo avance”. “La actitud de Mujica agrava la situación minuto a minuto”, analizó Fritzler. La posibilidad de volver a cortar el puente internacional está latente.
Desde el jueves, la Prefectura Nacional Naval dispuso el alerta en costas del río Uruguay ante posibles incursiones sorpresivas de activistas argentinos y armará un dispositivo de seguridad para mañana, con el fin de evitar que la marcha de ambientalistas cruce el puente hacia Uruguay. La fuerza ordenó el refuerzo de la dotación de personal en el puente y desplegará embarcaciones como presencia disuasiva en el lado uruguayo del río Uruguay. El personal de la Prefectura de Río Negro será reforzado con efectivos de Mercedes y de la Unidad de Apoyo (Unapo), informó el diario El País, de Uruguay.
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