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La foto del gobernador Daniel Scioli con el CEO del Grupo Clarín, Héctor Magnetto, sigue dando que hablar puertas adentro del oficialismo.
“No hay punto de coincidencia entre ser kirchnerista y sentarse a la mesa tendida por Magnetto”, señaló ayer el ministro de Defensa, Agustín Rossi, apuntando directamente a la presencia del bonaerense en el encuentro sobre Democracia y Desarrollo que encabezó el empresario de medios. El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, también tomó distancia del gobernador bonaerense y vinculó al encuentro organizado por Clarín con “el pasado”. En nombre del sciolismo habló el titular de la cartera laboral, Oscar Cuartango, y sostuvo que “Scioli está en una instancia superadora”.
“Es negativo y un error político desconocer el carácter opositor del Grupo Clarín con la figura de Magnetto como jefe corporativo de la oposición y prestarse a un escenario que era claramente una operación”, aseguró Rossi, poniendo en el ojo de la tormenta el foro organizado por el multimedios al que asistieron precandidatos presidenciables de casi todos los partidos de oposición, además del gobernador bonaerense. “Lo que se hizo aquí es una convocatoria de una de las más importantes corporaciones opositoras a nuestro gobierno, que no para de descalificar a la Presidenta (Cristina Fernández de Kirchner), a la gestión y a los dirigentes del Frente para la Victoria (FpV)”, agregó el ex diputado kirchnerista que también se encuentra entre los precandidatos del oficialismo anotados para competir en la Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias.
La presencia de Scioli en el foro Democracia y Desarrollo organizado por el Grupo Clarín dejó la sorpresa de la presencia de Scioli. La cercanía con Magnetto generó una catarata de críticas de parte del oficialismo que le objetó, a él y a los demás políticos participantes, la participación y el saludo con “un personaje que está acusado de delitos de lesa humanidad”, y que “no respeta las leyes de la democracia, como la ley de medios”.
“No creo que ahí esté el desarrollo del futuro, uno lee, y me parece que está más bien el pasado”, apuntó Tomada, sumando su voz a las críticas, además de aclarar que en su caso personal “no participaría de los foros que organiza el Grupo Clarín”. Otra voz que se escuchó contra la participación de Scioli en el encuentro fue la del gobernador de Misiones, Maurice Closs, quien señaló que el ex motonauta camina “por el borde en algunas oportunidades” y evaluó que es “probable que estuviera dentro de una estrategia de ser candidato del espacio político del gobierno nacional y que busque alguna diferenciación”.
La costumbre del gobernador bonaerense no es la de contestar directamente. Primero fue el presidente del Banco Provincia, Gustavo Marangoni, quien defendió su posición, apuntando que “si después de treinta años de democracia no podemos conversar los que pensamos diferente debiéramos reflexionar seriamente”. Ayer lo hizo el ministro Cuartango: advirtió que “no se pongan nerviosos: Scioli está en una instancia superadora” y calificó al bonaerense como “el gobernador peronista mejor posicionado para comandar los destinos del país a partir del 2015”. El funcionario sciolista destacó que “un encuentro con Magnetto no lo hace más o menos peronista, ni mejor o peor gobernante” y sostuvo que era “i-nadmisible criticar a un líder político sólo por ejercer reglas fundamentales de la democracia, como el diálogo y el respeto a la convivencia”.
También el titular del grupo Bapro, Santiago Montoya, defendió a Scioli de quien consideró que “no hay que andar buscando secretos porque su estilo es a cara descubierta, porque no le parece que sea un delito concurrir a un evento o jugar un partido de fútbol”.
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