Página/12 :: El país :: El caso de Ignacio Guido

“Yo supongo que quieren desviar la investigación en cuanto no se toque al padre de crianza. Para mí son apropiadores hasta que no me demuestren lo contrario. Si me lo demuestran, no lo son”, dijo la jueza María Servini de Cubría sobre la investigación sobre la apropiación del nieto de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto. La magistrada se molestó por las críticas que le hicieron desde la institución por haber revelado que el nieto de Carlotto había crecido con el nombre Ignacio Hurban, lo que le significó al involucrado una exposición apresurada. Luego, el juez platense Manuel Blanco pidió la competencia del expediente, algo que compartieron los abogados de Abuelas. Pero no fue una “venganza” contra la jueza, sino que sostienen que la sustracción del bebé está ligada con el asesinato de la madre, llevado a cabo en La Plata. El caso estaba en manos de Servini de Cubría porque había testimonios que decían que Laura Carlotto había parido en el Hospital Militar Central, en Palermo. Pero luego de que se supo que el niño fue entregado en Olavarría, la hipótesis es que nació en la cárcel de Olmos, donde dieron a luz otras mujeres secuestradas en el centro clandestino La Cacha.