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El país|Sábado, 4 de octubre de 2014
ERNESTO SANZ LANZO SU CANDIDATURA PRESIDENCIAL CON ESTRUCTURA RADICAL Y GUIÑOS AL MACRISMO

“No le cierro la puerta a nadie”

El senador mendocino hizo punta entre los aspirantes del Frente Amplio- Unen al lanzarse oficialmente anoche en el Luna Park, con fuertes críticas al Gobierno. En la platea estaban Carrió y Lousteau, quienes impulsan sumar al PRO.

Por Miguel Jorquera
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Ernesto Sanz buscó sorprender en su lanzamiento con algunas novedades tecnológicas en el escenario.

Y Sanz se lanzó. El presidente del Comité Nacional de la UCR y senador nacional por Mendoza, Ernesto Sanz, lanzó su precandidatura presidencial dentro del FA-Unen ante unas ocho mil personas en el Luna Park, aportadas por la propia estructura del radicalismo, que en la mayoría de los distritos del país lo respalda frente al otro precandidato radical, Julio Cobos. Allí estuvieron presentes legisladores nacionales de la UCR que ya se anotaron en la disputa por las gobernaciones e intendencias de sus provincias, algunos dirigentes históricos del alfonsinismo y algunos aliados como Elisa Carrió y Martín Lousteau. Sanz criticó duramente al gobierno nacional y llamó a “crear una nueva mayoría”, en la que “no le cierro con candado la puerta a nadie” (dejando entreabierta la posibilidad de un acuerdo con el macrismo) y liderada por el radicalismo, “para terminar con este carnaval de corrupción y populismo”.

“Recibieron un país que empezaba a salir de una crisis y nos entregarán un país en plena crisis y en peligro de hundirse. La explicación es muy sencilla: les llovió la plata, la despilfarraron y se les acabó”, sentenció Sanz en su discurso para arrancar el aplauso de la platea radical, que también se sorprendió con la aggiornada propuesta estética del senador mendocino, que incluyó un escenario a sus espaldas con casi un centenar de jóvenes que difundían la candidatura del senador mendocino en las redes sociales y una enorme pantalla gigante que reproducía las consignas del discurso que iba dando Sanz.

En las primeras filas de un sector “vip” lo escuchaba un conjunto de legisladores nacionales que repaldan su candidatura y que van a disputar gobernaciones que también se pondrán en juego en 2015: los diputados Eduardo Costa (Santa Cruz), Julio Martínez (La Rioja) y los senadores Gerardo Morales (Jujuy), Juan Carlos Marino (La Pampa) y Luis Naidenoff (Formosa), además de referentes históricos de la coordinadora radical alfonsinista como Federico Storani, Marcelo Strubrin y Jesús Rodríguez y dirigentes como Hipólito Solari Yrigoyen, Ricardo Gil Lavedra y la ex vicegobebrnadora bonaerense Elva Roulet, entre otros.

A casi todos les agradeció la presencia en distintos momentos de su pensado discurso. A quienes disputarán los distritos, a los que señaló como futuros gobernadores y entre los que incluyó a la Ciudad de Buenos Aires, en un gesto hacia Lousteau. “Querida Lilita, muchas gracias por acompañarme”, dijo dirigiéndose a la chaqueña.

Los cuestionamientos al gobierno nacional guiaron todo su discurso. “Tengo dos cosas muy dolorosas para reprocharles a los que gobernaron durante los últimos diez años. La primera: tuvieron en sus manos la mejor chance en cien años para que nuestro país diera el salto definitivo hacia el desarrollo y el progreso. La desperdiciaron y eso es imperdonable. El segundo gran reproche: dividieron dramáticamente a la sociedad argentina”, señaló Sanz en otro pasaje de su discurso.

Luego habló de “los tres aspectos de la crisis económica: inflación, recesión y desempleo”, a los que agregó las crisis “social, educativa y de seguridad”, buscando ejemplo a través de distintas anécdotas personales. Como contrapartida, señaló su compromiso para modificar la política kirchnerista. “Por eso, mi compromiso ante la Nación se resume en dos ideas: me comprometo a trabajar para devolver a la Argentina al camino del progreso y del desarrollo. Y me comprometo a reconstruir la unidad de la sociedad argentina. Conmigo no habrá buenos y malos argentinos, sólo ciudadanos libres e iguales ante la ley.”

“No voy a prometer lo que no estoy seguro de poder cumplir”, admitió en otro tramo y sólo dejó tres promesas a lo largo de casi una hora: que convertirá la AUpH en ley (sobre la que alguna vez dijo una frase recordada acerca de que se iba “por la canaleta del juego y de la droga”), que equiparará penalmente la agresión a un maestro a la de un policía o agente de seguridad y que se pondrá “como presidente” al frente de un plan de seguridad para luchar contra el narcotráfico, en uno de los tramos más ovacionados.

Pidió a los electores que “no se dejen engañar por los que dicen ser los renovadores y que fueron los que abandonaron el barco del Gobierno hace muy poco tiempo”, en una confrontación directa con el massismo. Luego incluyó a casi todo el resto del arco opositor entre los que se podría gestar “la nueva mayoría necesaria”. “En 2015 no habrá un ballottage entre dos nombres, sino entre dos culturas políticas: la del populismo o la de la república democrática”, insistió al final de su discurso, dirigido a los militantes radicales que habían llegado desde todo el país. Desde las tribunas le devolvieron el entusiasmo desempolvando una vieja consigna: “Volveremos a ser gobierno otra vez, como en el ’83”.

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