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El país|Lunes, 24 de noviembre de 2014
Denuncias contra el emprendimiento acordado por Mauricio Macri y su primo Jorge

El negocio familiar del metrobús norte

Mientras en la Capital la oposición advierte que en un mes aumentó en 50 millones de pesos el costo de la construcción, en Vicente López señala que en el convenio con el gobierno porteño se incluyeron obras que ya estaban previstas.

Por Gustavo Veiga
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El boulevard de la Avenida Cabildo que fue removido apenas estrenado para dar lugar al metrobús.

El metrobús norte, el emprendimiento conjunto de los primos Mauricio y Jorge Macri, avanza sembrando discordia a ambos lados de la General Paz. En la Capital Federal, un legislador denuncia que el costo de la construcción de la traza aumentó casi un 23 por ciento en un mes. En Vicente López, un concejal afirma que el intendente “dibujó” que hará determinadas obras para compensar la mayor inversión del gobierno porteño. En la Ciudad Autónoma se ignora la ley 670 que ordena extender el subte D hasta el Puente Saavedra. En el municipio vecino se da prioridad a 23 cuadras de metrobús, pero no a los serios problemas de conectividad entre el este y el oeste, divididos por el ferrocarril. En los dos distritos se terminará de arrasar con dos bulevares y árboles que dejarán paso a esta obra fetiche del PRO. En Vicente López se aprobó con el apoyo de los ediles de Sergio Massa, y en la Legislatura porteña el macrismo ganó la votación favorecido por las abstenciones de cinco diputados del FpV y tres de Unen.

Bricons e Ingevial SA, las dos empresas que unidas en una UTE se adjudicaron la construcción de los 5,3 kilómetros del corredor para colectivos, recibirán 50.038.707 pesos más entre el precio del llamado a licitación y la preadjudicación de la obra. El diputado porteño del FIT, Marcelo Ramal, presentó un pedido de informes para saber por qué el monto pasó de 219 a 269 millones de pesos. “El gobierno de Mauricio Macri debe explicar cómo esta obra, que se ejecutará sin haber realizado los estudios de impacto ambiental correspondientes, sufrió una inflación del 23 por ciento en el lapso de un mes”, señaló.

Carlos Roberto, concejal socialista de Vicente López, le dijo a Página/12 que “en el convenio se plantean obras anteriores que el municipio se había comprometido a hacer por las últimas inundaciones y que no está probado que beneficien a los barrios porteños de Saavedra y Núñez. Es un dibujo que hizo el intendente para compensar la diferencia entre los 110 millones que debería haber pagado y los 30 millones que se comprometió a poner”.

Roberto es ingeniero, y por lo tanto idóneo en el tema. Informó que “una de las obras es la cuenca del canal Holmberg, que viene desde el partido de San Martín. También se está construyendo un retén en la plaza La Paz de Florida Oeste que evite inundaciones”. Para el concejal, “desde lo mediático, el metrobús tiene impacto político. Y además en Vicente López se lanzó un año antes de las elecciones. Pero las obras hídricas que se harán como compensación a la CABA ya estaban en marcha desde antes”.

Alejandro Bodart, el legislador porteño del MST-Nueva Izquierda, denunció que “con el metrobús, Mauricio Macri incumple la ley 670 que ordena extender el subte hasta la General Paz. El 70 por ciento de la obra lo pagaremos los porteños y la mayor parte de lo que pone Vicente López es a cuenta de obras hídricas poco claras. Este convenio entre primos es un verdadero negocio familiar”.

El PRO ganó la votación 28 a 20, con ocho abstenciones: cinco de diputados del FpV (Alegre, Fucks, Gullo, Muiños y Neira) y tres de Unen (Arce, Gentilini y Oliveto Lago). Hubo cuatro ausentes: dos de Confianza Pública (Ocaña y Sánchez), uno de Unen (Estenssoro) y otro de Bien Común (Bergel). La diputada Claudia Neira explicó su abstención: “Como línea general, nosotros estamos a favor del metrobús, porque les soluciona la vida a miles de personas. Pero esto no puede soslayar los kilómetros de subte que faltan construirse. Y si esta vez no acompañamos con el voto positivo el acuerdo con la Municipalidad de Vicente López fue porque el PRO no mostró los contratos de letra chica y cómo hará el financiamiento de la obra”.

En Vicente López, el PRO de Jorge Macri gobierna aliado con el Frente Renovador de Massa. Por eso, cuando se aprobó el acuerdo con la ciudad, cinco concejales de aquella fuerza votaron a favor. La oposición, integrada por cinco legisladores del Frente Unen y tres kirchneristas, votó en contra.

El estudio de impacto ambiental se conoció un día antes de que los ediles aprobaran la obra que ya causa revuelo, sobre todo entre los comerciantes de la avenida Maipú. La zona tiene muchos negocios y se teme que disminuyan las ventas por los impedimentos que se pondrán para estacionar. “Por ahora no lo dicen, porque temen que les manden inspecciones como represalia”, dice el concejal Roberto.

En Vicente López, la conectividad entre el este y el oeste es un problema que ya tiene muchos años. Son pocos los pasos bajo nivel, también conocidos como “sapitos”. Sobre el ferrocarril Mitre y la línea del Belgrano Norte son escasos, si se compara la cantidad con los de San Isidro. Zonas de mucho tránsito como el centro comercial de Munro se ven afectadas por el cruce de barreras. Para el concejal socialista, “resolver ese tema era más importante que hacer el metrobús”.

Otra de las consecuencias de la obra emprendida por los Macri es la dilapidación de fondos públicos. En abril de este año, Eduardo Macchiavelli, secretario de Gestión Comunal y Atención Ciudadana del gobierno porteño, fue denunciado por incumplimiento de los deberes de funcionario público, abandono de la protección del patrimonio del Estado y daños causados al erario de la ciudad. Había gastado 5 millones de pesos en la construcción de unos bulevares sobre la avenida Cabildo, en el barrio de Núñez, que luego fueron destruidos para hacer el metrobús. Según los comuneros Julieta Costa Díaz y Carlos Funes (Comuna 13), que lo denunciaron, el funcionario sabía que aquella obra sería demolida poco después. Macchiavelli atribuyó su destrucción a que “la ciudad es dinámica y las demandas cambian”.

Los bulevares se le habían adjudicado a la constructora Cumini SA, que a menudo es contratada por el gobierno porteño para otras obras. Ni siquiera llegaron a inaugurarse oficialmente. Se convirtieron en un recuerdo, como los bulevares que en Vicente López sufrirán idéntico destino, aunque son más antiguos. Además, unos 200 árboles ya comenzaron a ser talados por la municipalidad ante las quejas de los vecinos. Muchos se habían plantado en simultáneo con la repavimentación de la avenida Maipú.

Por esa arteria se prevé que circulará el metrobús hasta la calle Villate, por espacio de 23 cuadras, hasta desembocar en un cuello de botella, a la altura de la estación Bartolomé Mitre del ferrocarril Mitre. Con el emprendimiento vial llegaría el estacionamiento medido, a imagen y semejanza de la mayoría de los barrios porteños.

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