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El país|Jueves, 2 de octubre de 2003
ES INMINENTE LA CITACION DE MENEM EN LA CAUSA AMIA

De regreso a Comodoro Py

La declaración de Anzorreguy no convenció y la DAIA podría querellarlo. Ayer declaró Stiusso, jefe de Contrainteligencia, que desvinculó del atentado a los policías bonaerenses presos.

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La SIDE sigue desfilando por tribunales. Ayer declaró Jaime Stiusso, jefe de Contrainteligencia.
Los jueces del Tribunal que juzga el atentado a la AMIA resolverán en forma “inminente” la eventual citación del ex presidente Carlos Menem como testigo. El ex jefe de la SIDE durante el menemismo Hugo Anzorreguy declaró bajo juramento de verdad que pagó al principal acusado Carlos Telleldín 400 mil dólares a pedido del juez federal Juan José Galeano, porque Menem había dado la orden política de “poner todo” a su disposición, “hasta las últimas consecuencias”. Por otra parte, ayer durante el juicio el director de Contrainteligencia de la SIDE, Jaime Stiusso, reivindicó la validez de la llamada “pista siria” en la investigación del atentado a la AMIA y desvinculó del hecho a los ex policías bonaerenses que son ahora juzgados como “partícipes necesarios”. Además, la DAIA adelantó que podría querellar a Anzorreguy por falso testimonio.
El llamado a declarar para Menem es un pedido en el que coincidieron la AMIA, la DAIA, los fiscales y los dos grupos que representan a los familiares de las 85 víctimas. La resolución “es inminente”, aseguraron a la agencia Télam fuentes cercanas a los jueces Gerardo Larrambebere, Miguel Pons y Guillermo Gordo, quienes habían resuelto escuchar al ex jefe de la SIDE Hugo Anzorreguy, antes de decidir qué harán con Menem. “Anzorreguy trató de desligar la responsabilidad del poder político, pero para mí dejó mucho más pegado a Menem. Es absolutamente increíble que no estuviera al tanto”, aseguró Marta Nercellas, abogada de la DAIA. Sin embargo, el ex Señor 5 del menemismo preservó al ex mandatario al asegurar que aunque lo veía todos los días no lo consultó sobre este pago irregular, hecho a cambio de una declaración en la que Telleldín involucró a policías bonaerenses en 1996, y sólo se lo contó después de concretado.
También desde todos esos sectores se analiza querellar a Anzorreguy por reticencia y falso testimonio, a raíz de las vaguedades en las que incurrió anteayer al declarar cinco horas ante el Tribunal. El defensor del ex policía bonaerense Juan José Ribelli ya resolvió concretar su denuncia. “Conté 46 ‘no recuerdo’”, salidos de boca del ex funcionario menemista en la audiencia, resumió el abogado Juan Manuel Ubeira. Por su parte, el abogado de Memoria Activa Pablo Jacoby expresó que “no puede aceptarse que Menem no haya sabido antes del pago, esto parece orquestado”.
Stiusso, que investigó el hecho desde la mañana misma del atentado del 18 de julio de 1994, causó conmoción en el juicio oral cuando exhibió un sumario secreto donde, según él, figuran dentro de un balance de Sala Patria los 400 mil dólares pagados a Telleldín a cambio de declarar contra los policías en 1996. Con sus dichos Stiusso volvió a poner en evidencia las internas que se vivieron en la SIDE durante la pesquisa, ventiladas la semana pasada por todos los ya separados del organismo y ex integrantes de Sala Patria, el sector que él ataco. “La pista policial se armó en sociedad del juzgado (de Juan José Galeano) y la Sala Patria, un sector de la SIDE que dejó de lado los datos sobre la pista siria”, afirmó el virtual número 3 de la Secretaría de Inteligencia. Con aire misterioso insinuó que “la pista siria hasta el día de hoy se sigue trabajando y ya está más o menos avanzada”, mientras comenzaba a extraer decenas de carpetas con documentos rotulados como “secreto” de un bolso de cuero con el que llegó a declarar. “¿Sus superiores están al tanto de esto?”, preguntó el presidente del Tribunal, Gerardo Larrambebere, ante el temor de violar el secreto de Estado. “Yo lo puedo mostrar, estoy autorizado”, garantizó Stiusso.
“A mitad del ‘96 fui apartado de la línea investigativa de la camioneta por no estar de acuerdo y haberlo manifestado con el tema de Telleldín”, recordó Stiusso. Y aclaró que su desacuerdo no fue “por capricho sino en base a lo que investigamos en el primer momento: nadie vio ese domingo de la entrega de la Trafic a policías en la zona”. Además, contó que el juez Galeano le pidió que le entregara todo lo que hasta ese momento se había hecho sobre la pista siria del ataque, que ligó a Telleldín con libaneses y sospechosos como Alberto Kanoore Edul y un policía bonaerense, Iousef Chabán. Según su relato, y un oficio del juez que mostró al Tribunal, Galeano envió todo ese material a la Sala Patria y pidió que se intentara unir a esas personas con los policías bonaerenses recientemente detenidos. Poco después, Sala Patria informó al juez que esas averiguaciones no habían arrojado resultado alguno. Entre las denuncias por irregularidades en la causa, consta que la “pista siria” se frenó por orden del gobierno menemista.
Al comenzar a declarar, Stiusso aportó un dato polémico: dos de los ex policías bonaerenses acusados en el juicio, Mario Bareiro y Diego Barreda, estuvieron a solas con la mujer de Telleldín, Ana Boragni, cuando su marido aún no había sido detenido. Esto ocurrió el 26 de julio de 1994, cuando agentes de la SIDE y la Federal estaban fuera de la casa, vieron entrar a los bonaerenses de civil, los interceptaron a la salida y al comprobar que eran de la fuerza de seguridad, les pidieron ayuda para franquearse el ingreso a la vivienda.

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