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El país|Miércoles, 24 de diciembre de 2014
Una convocatoria del gobierno nacional desactivó a media tarde la huelga en el subte

Llamado a dialogar en medio del paro

Los trabajadores del subterráneo pararon ayer en forma escalonada hasta las cinco de la tarde. Levantaron la protesta luego de que la Jefatura de Gabinete interviniera en el conflicto por la personería gremial y convocara a una mesa de diálogo el próximo lunes.

Por Laura Vales
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El paro en el subterráneo llegó a cumplirse en cuatro de las seis líneas.

Por el conflicto por la personería gremial en el subte, ayer hubo paros rotativos en el subte. La protesta se extendió desde las ocho de la mañana a las cinco de la tarde, cuando la Jefatura de Gabinete de la Nación intervino y convocó a los metrodelegados a una reunión para el próximo lunes. Esta gestión permitió que la protesta fuera levantada y el servicio volviera a funcionar normalmente en el horario pico de la tarde, evitando que el transporte público entrara en colapso. Mientras se abría este canal de negociación con el gobierno nacional, la empresa Metrovías denunció ante la Justicia contravencional a tres trabajadores; el Gobierno de la Ciudad, por su parte, anunció que descontará a los huelguistas las horas no trabajadas.

Los paros escalonados afectaron durante tres horas cada uno a las líneas B, H, D y C, donde hubo algunos incidentes entre los metrodelegados y delegados de la Unión Tranviarios Automotor.

“El objetivo de la protesta se cumplió: el reclamo tuvo difusión. Ahora esperamos que el Gobierno encuentre la forma de garantizar el proceso de la compulsa gremial (con la UTA)”, dijo el secretario de prensa de la Asociación de Trabajadores del Subte y el Premetro (Agtsyp), Enrique Rossito, al terminar el día.

Los metrodelegados exigieron con la medida de fuerza que el Ministerio de Trabajo de la Nación compulse la cantidad de afiliados de su organización con los de la UTA, a fin de determinar a quién corresponde la personería gremial, que habilita a un sindicato a negociar en las paritarias. Esta audiencia estaba prevista para el lunes, pero un recurso legal presentado por la UTA al que el Ministerio hizo lugar la suspendió. A pesar de que la pelea por la personería se desarrolla en la cartera laboral de la Nación, durante la jornada el gobierno porteño citó al gremio en conflicto a una audiencia y dictó una conciliación obligatoria. Los metrodelegados no se presentaron y la Ciudad anticipó que les descontará las horas no trabajadas.

A su vez, Metrovías llevó a la Justicia contravencional una denuncia contra por lo menos tres trabajadores, a los que acusó de haber impedido que en la Línea C funcionara un servicio de emergencia con personal jerárquico.

La mesa de diálogo convocada por la Jefatura de Gabinete nacional se realizará el lunes a las diez de la mañana. Los metrodelegados dijeron que tienen expectativas de que en esa instancia se levanten las trabas que frenaron la compulsa.

“Es la tercera vez que se cancela una audiencia por presentaciones que efectúa la UTA, lo que habla de la imposibilidad de confrontar cantidades de afiliados”, señaló Rossito. El dirigente agregó que sobre un universo de tres mil quinientos trabajadores, la Agtsyp tiene dos mil afiliados, es decir que ya ha superado la mayoría.

Los incidentes en la Línea C se produjeron cuando Metrovías y trabajadores afiliados a la UTA intentaron poner en marcha un servicio de emergencia, lo que fue impedido por los metrodelegados. El episodio fue tomado por la empresa para denunciar a por lo menos tres trabajadores ante una fiscalía en lo contravencional.

En vísperas de la medida de fuerza, el titular de los metrodelegados, Roberto Pianelli, había explicado que recurrirían al paro y no a medidas no perjudiciales para los pasajeros, como el levantamiento de molinetes, porque debido a las denuncias de la empresa hay cerca de treinta trabajadores con multas de entre 27 y 30 mil pesos.

La Agtsyp fue creada en el 2008 y respaldada al año siguiente por un plebiscito en el que los trabajadores del subte apoyaron de manera masiva la creación del nuevo sindicato escindido de la UTA. En el 2010, la nueva organización consiguió, también después de una serie de conflictos y presentaciones judiciales, la personería jurídica, pero en el sector privado –a diferencia de en el público– este reconocimiento no alcanza para participar en las negociaciones paritarias. La compulsa de afiliados es el único mecanismo para obtener la personería gremial, que en el sistema sindical argentino habilita de manera exclusiva al gremio mayoritario para discutir con las empresas salarios y condiciones de trabajo.

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