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El país|Viernes, 8 de marzo de 2002
DUHALDE QUIERE ENCOLUMNAR A LOS GOBERNADORES

Buscando la foto que no fue

El Presidente quiere rubricar el pacto político con los mandatarios del PJ en un acto en Iguazú, la semana entrante. Así lo expuso ante cinco gobernadores en una cena reservada que tuvo anteayer.

Por Diego Schurman
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Duhalde conversó con cinco gobernadores justicialistas su deseo de firmar un acuerdo federal.
Eduardo Duhalde intentará encolumnar a todos los gobernadores del PJ detrás del Gobierno. Y quiere que la muestra de unidad partidaria se refleje el próximo viernes, en Puerto Iguazú, con la presencia de todos los mandatarios provinciales. El Presidente busca de esta manera alcanzar un acuerdo de “paz social” interna que le permita transitar la crisis sin mayores sobresaltos.
Duhalde confesó su deseo de rubricar un “pacto político” durante una cena reservada que mantuvo el miércoles con 5 gobernadores justicialistas.
Después de tres horas de conversaciones, y el calor sofocante que reinaba en el chalet presidencial de Olivos, Juan Carlos Romero (Salta), Julio Miranda (Tucumán), Eduardo Fellner (Jujuy), Gildo Insfrán (Formosa) y Carlos Rovira (Misiones) le manifestaron su apoyo.
Para el Presidente, el respaldo de todo el PJ –o al menos de la gran mayoría– no sólo le permitiría ahuyentar la posibilidad de un vacío de poder sino que le allanaría el camino para recuperar la iniciativa política.
La evaluación que hacen en Gobierno es que si no se puede garantizar un perfil federal en el gabinete (a raíz de la resistencia de varios gobernadores a dejar su cargo para convertirse en ministro), por lo menos vale la pena buscarlo a través de un acuerdo partidario con las 14 provincias timoneadas por el PJ.
“Es más lógico este camino porque un gobernador en su distrito es un capanga, pero como ministro en la Casa Rosada es apenas un fusible. ¿por qué razón aceptaría perder su status?”, dijo a este diario el vocero de uno de los comensales.
En pos del acuerdo, Duhalde adoptó el papel de gran seductor. Y dedicó el primer tramo del encuentro a derramar optimismo. “Hay buena onda con el Fondo, tenemos muchísimas chances de recibir la ayuda financiera, y pronto”, dijo sabiendo que las buenas noticias unen de la misma forma que las malas espantan.
Recién a los postres, llegaron los pedidos. El Presidente dijo que a para efectuar los desembolsos el Fondo exige garantizar la “seguridad jurídica”, lo que en buen criollo tradujeron como el cumplimiento del pacto fiscal recientemente sellado entre las provincias y la Nación, y en poner coto al festival de bonos.
Después, volvió sobre la idea de acentuar en todo el país una política “productiva y social”, dos palabras que se han vuelto las preferidas de Duhalde en los últimos días. Fue en ese ámbito que el Presidente se preocupó en remarcar que el dinero que surja del impuesto a las exportaciones será transferido íntegramente a la ayuda social.
Y en ese marco pidió “la mayor colaboración” de las provincias para garantizar que la asistencia llegue a destino, amén del monitoreo que realicen las organizaciones no gubernamentales.
Los mandatarios presentes, integrantes del desaparecido Frente Federal –aquel que apuntaló la breve presidencia de Adolfo Rodríguez Saá–, no presentaron resistencia al proyecto político y social de Duhalde, que incluirá actos en las principales ciudades del interior.
A ellos le blanqueó que el acto oficial previsto para el viernes en Puerto Iguazú sería una excelente ocasión para obtener una foto con todos los gobernadores del PJ, aquella que no se pudo registrar hace días, tras la rúbrica del acuerdo de coparticipación federal.
La tarea, de todos modos, no será sencilla. Deberá convencer a José Manuel De la Sota, Néstor Kirchner y Carlos Reutemann, tres de los gobernadores que –con o sin ruido– no dejan de medir sus movimientos con miras al 2003.
Una instantánea con el mandatario cordobés aparece hoy como un imposible, sobre todo por la distancia que tomó en los últimos díasofreciendo una fórmula para salir del corralito sólo a cambio de apoyo electoral.
Las relaciones con el santacruceño no pasan por su mejor momento. Kirchner reaccionó duro e igualó a Duhalde con Carlos Menem y Fernando de la Rúa cuando el Presidente se quejó de aquellos que le “ponen piedras” en su camino.
Con Reutemann no hay nada asegurado. Encuestas en mano, Duhalde no deja de adularlo y hasta lo llevó a la Casa Rosada en la última semana. Pero rápidamente el mandatario santafesino salió a poner distancia asegurando que no era delfín de nadie.
Habrá que esperar una semana para saber si la foto estará completa.

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