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El macrismo pospuso la promocionada “modernización” electoral porteña y decidió por ley que el voto electrónico no se utilizará en las primarias de abril, donde se definirán los candidatos de la Ciudad, aunque dejó abierta la posibilidad de que el sistema se implemente en las elecciones generales del 5 de julio, donde se elegirá al nuevo jefe de Gobierno y se renovará la mitad de las bancas de la Legislatura. El grueso de la oposición acompañó ayer la iniciativa del PRO, pero le apuntó al gobierno porteño por la “improvisación” en la implementación del sistema y sostuvo que la postergación se debe a “la salvaje interna” macrista entre la senadora Gabriela Michetti y el jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, que se disputan la sucesión de Mauricio Macri en Bolívar 1.
El proyecto macrista tuvo 55 votos a favor y el acompañamiento de casi todas las bancadas opositoras, con la excepción de Alejandro Bodart (MST-NI) y Marcelo Ramal (FIT-PO), que votaron en contra y la abstención de Pablo Bergel (Bien Común). Pero todos le apuntaron al oficialismo porteño. “Queda claro que tienen algunas dificultades para aplicar la tan mentada modernización y la aplicación de nuevas tecnologías. Una vez más, como ocurrió con la inscripción on line en las escuelas, para ser modernos e innovar hay que ser serios, responsables y eficaces”, soltó la jefa del bloque del FpV, Gabriela Alegre. “Los porteños quedamos presos de una interna del PRO que hasta el día de hoy nos mantuvo con una expectativa que resultó un fiasco. En la Legislatura le salvamos las papas al papelón de Macri”, agregó su compañera de bancada Claudia Neira.
La legisladora y precandidata de Nuevo Encuentro, Gabriela Cerruti, sostuvo que “la supuesta modernidad del PRO se termina cuando tiene que solucionar sus problemas internos y para eso vuelven a las peores prácticas de la vieja política poniendo en riesgo la institucionalidad porteña”. “No me gusta esta sesión, pero no nos están dejando opción. Tenemos que reparar el grave error del Ejecutivo porteño”, dijo en la sesión Aníbal Ibarra (FPP) y también precandidato a jefe de Gobierno. “Creíamos que el voto electrónico era una herramienta más que necesaria para garantizar una verdadera competencia electoral, pero hoy venimos a sacarle las papas del fuego al Ejecutivo”, dijo Maximiliano Ferraro (CC).
“No sólo vuelve la boleta sábana, sino una súper sábana que facilita las trampas de la vieja política”, dijo Bodart, que volvió a defender la implementación de boleta única. “El retorno a la boleta sábana no responde a ninguna cuestión de técnica electoral sino a las necesidades de la interna salvaje del PRO”, sumó Ramal. El macrista y vicepresidente de la Legislatura, Cristian Ritondo, se defendió con una chicana: “Preferimos postergar su utilización y que salga bien, a implementarlo y que cuando las urnas hablen y elijan al PRO, nos digan que hicimos trampa”.
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