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El país|Lunes, 11 de marzo de 2002
HOY SE REUNIRAN LOS GOBERNADORES CON LA DELEGACION DEL FONDO MONETARIO

El Fondo y las provincias, cara a cara

Singh se sentará a la mesa este mediodía con siete gobernadores y con el ministro del Interior para hablar de cuentas, bonos y déficit. El indio explicará por qué las cuentas provinciales pueden ser un obstáculo a la ayuda extranjera. Las provincias mostrarán sus cuentas y tratarán de que entienda la situación social y los riesgos de un estallido.

Por Fernando Cibeira
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El ministro del Interior Gabrielli será anfitrión de la reunión.
En cada reunión que mantienen con funcionarios del Gobierno, los enviados del FMI deslizan su disconformidad por la forma en que están administradas las provincias. Por eso, el ministro del Interior, Rodolfo Gabrielli, resolvió juntar a todos alrededor de una mesa y que cada uno le cuente sus cuitas al otro. Hoy al mediodía, entonces, el delegado del Fondo, el indio Anoop Singh, al fin se verá cara a cara con esos despilfarradores irrecuperables –como ven a los gobernadores argentinos en Estados Unidos y alrededores– para decirles, entre otras cosas, que mejor que vayan pensando en no emitir más bonos. Los gobernadores, a su vez, esperan el encuentro para llenarle la cabeza de los números desoladores con los que deben lidiar día tras día. “Queremos que la gente del FMI pueda tener apreciación directa de la temática de las provincias”, resumió Gabrielli.
A las 12.30, Gabrielli y su equipo recibirán en la Rosada a Singh y tres colaboradores. Carpetas en mano, utilizarán ese primer tramo del encuentro a afinar los números de cada uno. El Fondo plantea que los principales escollos para desembolsar una nueva ayuda económica al país pasan por las dudas que presentan la política fiscal y la situación de las provincias. Por eso, el Gobierno está muy interesado en dar señales de reducción de déficit, tanto a nivel nacional como provincial.
Para el segundo tramo de la reunión, previsto para las 14, ingresarán los invitados: los gobernadores de Buenos Aires, Felipe Solá; de Santa Fe, Carlos Reutemann; de Formosa, Gildo Insfrán; de Mendoza, Roberto Iglesias; de Chaco, Angel Rozas; de Chubut, José Luis Lizurume; y el jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra. Gabrielli fue muy cuidadoso en la selección: hay tres peronistas, tres radicales y uno del Frente Grande. “Servirá para mostrar que las medidas tomadas por este Gobierno cuentan con el respaldo de la oposición”, explicó.
Los enviados del FMI llegan al encuentro con algunas premisas de hierro. Una es que los bonos provinciales que le han permitido a algunas administraciones seguir pagando sueldos deberán pasar al olvido. En el Gobierno admiten la necesidad de esa medida, aunque también remarcan que no se puede hacer de golpe, so riesgo de dejar a las provincias al borde del estallido. “Tenemos que esforzarnos para que en el corto plazo sólo continúen circulando los pesos”, sostienen en la Rosada.
En realidad, esa visión cambió radicalmente desde la llegada de los enviados del Fondo: hasta ahí la gestión de Eduardo Duhalde había sido bastante permisiva con los patacones, quebrachos y sus otros hermanos del interior. Es más: en los últimos días, Solá anunció que pedirá a la Legislatura bonaerense permiso para emitir más patacones para el segundo semestre del año, mientras que Ibarra anticipó que si no recibe ayuda, deberá pagar sueldos creando los “porteños”.
Pero si los delegados del Fondo tienen sus cosas para decir en la reunión, los gobernadores no se piensan quedar atrás. Desde hace meses, los jefes provinciales vienen realizando recorte tras recorte y entienden que ya no tienen espacio para más. Incluso, al firmar recientemente el nuevo pacto federal, aceptaron sólo a regañadientes establecer un tope a la emisión de bonos pensando más que nada en que eso posibilitaría que el desembolso del Fondo salga más rápido. Si ahora los enviados del FMI se hacen los duros, los gobernadores les explicarán que no tienen forma de pagar los sueldos en los próximos meses, con lo que el fantasma de un estallido social quedaría a la vuelta de la esquina.
“La idea es que los funcionarios del Fondo conozcan los problemas que tienen las provincias”, dijo Gabrielli ayer a la agencia Télam. “El endeudamiento y con quiénes, los problemas de las economías regionales, la caída de la actividad económica, los problemas de las actividades de las provincias en el exterior, la caída del trabajo, el crecimiento del desempleo, y el desequilibrio fiscal de cada provincia”, agregó.
Aunque hay muchas posibilidades de que este primer encuentro termine en un diálogo de sordos, en el que cada parte se mantenga firme en sus trece,en el Gobierno no tienen dudas de que el saldo será positivo. “Creo que todo este esfuerzo que se está haciendo para ordenar la economía argentina es muy importante para que el Fondo comprenda bien cómo funcionan las provincias. Es decir, que puedan escuchar a los gobernadores”, sintetizó la idea Gabrielli.
En este acercamiento de Singh y su equipo del Fondo con la realidad nacional también está prevista una reunión con el jefe de la CGT, Rodolfo Daer, y con la conducción de los bloques legislativos del justicialismo y del radicalismo. Y si con eso no tiene suficiente, Gabrielli maneja la posibilidad de un nuevo encuentro con más gobernadores como para que Singh y los suyos se cansen de oír lamentos.

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