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El país|Martes, 21 de julio de 2015
El análisis del resultado porteño desde el sciolismo y la Casa Rosada

Una chance para atenuar la polarización

En el Gobierno y en el entorno del candidato presidencial del Frente para la Victoria creen que el resultado del domingo dará aire a otros candidatos opositores. Señalan que el electorado kirchnerista votó a Lousteau para hacerle daño a Macri.

Por Julián Bruschtein
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“Hay una pérdida de confianza en Macri, que se vio en Santa Fe y Córdoba”, dicen en la Casa Rosada.

La figura del jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, como competidor en las elecciones presidenciales cambió para el kirchnerismo después del ballottage en el que el PRO se aseguró continuar gobernando la ciudad por una pequeña diferencia del 3 por ciento sobre el candidato de la alianza ECO, Martín Lousteau. “Hay una pérdida de confianza en Macri presidente, que ya se venía marcando desde las elecciones en Santa Fe y Córdoba. Ahí empezó a desdibujarse y después del discurso contrario a los postulados del macrismo quedó en offside”, aseguraban ayer en la Casa Rosada, con algo de curiosidad sobre el viraje discursivo. En el sciolismo analizaban anoche que “la situación del macrismo lo saca del lugar de opositor preferido para las elecciones y les va a dar aire a otros espacios”.

“No hubo un voto castigo, sino un voto daño, un voto pensado. La palabra es fuerte, pero es real porque el voto a Lousteau de los votantes kirchneristas tuvo que ver con la elección presidencial”, aseguraron a Página/12 en Balcarce 50, al analizar la segunda vuelta electoral porteña en donde el jefe de Gabinete macrista, Horacio Rodríguez Larreta, logró quedarse con el sillón de la Jefatura de Gobierno para el período 2015-2019, pero con una baja en el apoyo que se reflejó en la votación por comunas, en las que ganó en seis, pero perdió en nueve. “Después se sumó la voltereta que dio en el aire con su discurso y el error de prometer la Asignación Universal por Hijo con una ley. Da la impresión de que finalmente la gente no quiere que gobierne el país”, puntualizaba el funcionario que recordó a su vez que “el recuerdo de Fernando de la Rúa está fresco. Fue jefe de Gobierno y cuando llegó a la Presidencia su inutilidad dejó el país en el peor estado”.

El equipo de campaña del PRO tenía previsto que Macri llegara a las primarias del 9 de agosto con algunas victorias bajo el brazo, como Santa Fe o Córdoba, y que la elección de la Ciudad de Buenos Aires fuera contundente, como para allanar el camino y ganarle al candidato del Frente para la Victoria, el gobernador Daniel Scioli, en las generales de octubre. En Santa Fe perdió, en Córdoba también y los porteños complicaron el escenario, ya que ganó por el fuerte respaldo que obtuvo en el cordón norte de la ciudad, donde se encuentran las seis comunas en las que ganó y logró la ventaja que necesitaba. Los macristas se replantearán el mensaje y la imagen del jefe de Gobierno, pero sin dudas disminuyó su figura como el candidato de oposición que polarizaba hasta el momento las elecciones presidenciales.

“Por muy poco ésta no fue la tercera derrota electoral del PRO a nivel nacional y seguramente les va a dar más espacio a otros candidatos”, destacaban en el entorno de Scioli, previendo un aumento de aceptación para “José Manuel de la Sota, Margarita Stolbizer o cualquier otro”, de los que participan de las internas. “Su estrategia de vender espejitos de colores a todos los sectores, de decirles lo que querían escuchar para lograr su apoyo en todo el país no funcionó. Es una falta de respeto y la gente no es tonta, por eso en agosto hay que ver qué pasa, pero es seguro que los resultados electorales le dieron una bofetada a Jaime Durán Barba y su idea de que gobiernen dos porteños a todo el país”, sostenían en el bunker sciolista, realzando la “fórmula federal” del FpV que lleva a Scioli y al santacruceño Carlos Zannini como vice.

El presidente del Banco Provincia, Gustavo Marangoni, que forma parte del think tank sciolista, destacó también que el ajustado resultado del macrismo en la ciudad “fue un mensaje para el PRO, que subestimó la situación. A Macri sólo le faltó decir que el candidato era el proyecto”, dijo. Mientras, los operadores de campaña del gobernador bonaerense acusan a Macri de “emparentar su discurso con el de Scioli. Nosotros decimos que hay cosas que modificar, pero no vamos para atrás. Les sobran palabras y escasean las ideas en el macrismo. Va a tener que ponerse más agresivo y consistente para mostrar su plan, que cada vez lo hace más confuso”.

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