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El país|Lunes, 10 de agosto de 2015
Máximo Kirchner fue el candidato más votado como diputado en Santa Cruz

Un debut que tiene buen pronóstico

“Durante doce años quien les habla soportó que le dijeran cualquier cosa en silencio. Soportó la subestimación, soportó la estigmatización, la mentira y constantemente las calumnias”, dijo Máximo Kirchner.

Por Alejandra Dandan
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Máximo Kirchner hizo un reconocimiento a “Cristina, que en las PASO pasadas sacó 50 puntos”.

Desde Río Gallegos

Eran cerca de las doce de la noche cuando Máximo Kirchner entró casi empujado en andas al comando de campaña del Frente para la Victoria, donde Néstor Kirchner empezó la campaña en 2003. Las banderas copaban todo. Y las pantallas con los resultados. “Durante doce años quien les habla soportó que le dijeran cualquier cosa en silencio –dijo–. Soportó la subestimación, soportó la estigmatización, la mentira y constantemente las calumnias. Ninguno de los candidatos que enfrenté ha soportado tremendo nivel de agresión, pero ustedes pueden estar orgullosos más allá del resultado, que quien les habla nunca operó ni mintió sobre ningún candidato a ningún medio de Buenos Aires. No necesito ensuciarme. No tiro la piedra y escondo la mano. Yo pongo la cara.”

Al cierre de esta edición, con poco más del 70 por ciento de las mesas escrutadas, el Frente para la Victoria se imponía como primera fuerza en la provincia. Daniel Scioli llegaba al 45,8 por ciento de los votos. La Alianza Cambiemos al 24,14 y UNA al 20,8. La elección de diputados nacionales estaba pareja si se la contaba por frentes (el FpV llegaba al 45,27 por ciento y la alianza Unión Para Vivir Mejor –Cambiemos, Frente Renovador y asociados– sumaba 47,24), pero los candidatos del FpV fueron los más votados en términos individuales y perdieron por una diferencia menor a la esperada en Río Gallegos, el centro político más conflictivo y en tensión con el frente kirchnerista.

Máximo Kirchner fue el candidato más votado a diputados y de esto habló. “Cuando el pueblo vota hay que respetarlo. La diferencia que hemos conseguido sobre el rival que tendremos en las generales fue muy clara, lo hemos superado por diez u once puntos en toda la provincia.” El candidato del FpV, siguió, “sacó 42 o 43 puntos, el candidato de Macri 22 y el de Massa 14 puntos, así que a la hora de los datos estoy muy contento, pero esto deja varias lecciones”.

El jueves, en el cierre de campaña, Máximo se había parado bajo el mismo afiche de ayer, con la cara de Néstor y Cristina. Cuando subió, él mismo le dijo a un compañero, como si pensara en voz alta, nombrándose como suele hacerlo en tercera persona: “¡No te hace acordar a Néstor!”. Ayer miró a la provincia y la Nación. Agradeció a Alicia Kirchner, que estuvo parada a su lado, candidata a gobernadora cuya prueba es octubre. Agradeció a los viejos que también estaban ahí, “no sólo ‘los pibes’”, aclaró ante uno de los cantos. Y especialmente a la Presidenta. “Antes de terminar quiero hacer un gran reconocimiento a Cristina. Cristina en las PASO pasadas sacó 50 puntos, enfrentada y atacada por todos los medios de comunicación y el poder económico y financiero. Es una gran lección para los que quieren gobernador la Argentina que ninguno ganó y superó el 40 por ciento de los votos. Es muy importante que entiendan –dijo– que el pueblo no quiere que lo protejan los medios, el pueblo quiere que lo protejan los dirigentes, compañeros.”

En el bunker explotaba el “che gorila, che gorila. Si la tocan a Cristina”. O “el tomala vos damela a mí, el que no salta es de Clarín”. El bunker empezó a llenarse a las siete. A esa hora Máximo estaba en el centro de cómputos. Un lugar “inaccesible y secreto”, decían entre los militantes, un poco en serio, un poco broma. Saben que ese halo de misterio es parte de la mística de construcción del espacio. Estuvo ahí hasta bien entrada la noche. Muchos lo imaginaron moviéndose de un lado a otro, llamando y recibiendo datos de las mesas testigos del interior. Como Néstor, decían los viejos. Con él estuvo su esposa, Rocío García, la ministra Alicia Kirchner, Pablo González, senador nacional y apoderado del FpV de la provincia y Mario Metaza, diputado nacional y candidato a Parlamentario nacional del Mercosur.

Metaza fue el primero en llegar hasta el bunker. A esa hora, cerca de las diez, los radicales se habían dado por ganadores dos veces.

En Gallegos estuvo la diferencia. Y el eje de tensión no sólo de todo el día sino de las últimas semanas. Gallegos es un tercio del padrón provincial. Un escenario sabidamente difícil para el FpV con una huelga llevada adelante por los municipales con servicios de recolección suspendidos y las calles cortadas. Metaza explicó: “En Gallegos ha sido muy importante el resultado también porque hay que entender que hemos tenido una campaña muy sucia por parte de la oposición: el viernes, Río Gallegos casi estaba incendiada por parte del gremio municipal fogoneado por la oposición, por el candidato a gobernador Eduardo Costa que han financiado un conflicto y nos han llevado a un enfrentamiento con los municipales”. Máximo agradeció “al interior” que “dio una demostración y que permitió hacer una campaña como deben ser todas las campañas electorales, sin agachadas ni conflictos fogoneados para obtener un voto más”. Y dijo: “Recuperamos Caleta, ganamos en Pico Truncado, Piedrabuena, Calafate. Y acá en Río Gallegos hemos empezado a construir la resurrección de una ciudad que tienen que volver a tener en cuenta a los que hacen y no los que destruyen”. “Te juro que en los malos momentos, los pibes siempre vamos a estar”, le dijeron los militantes que estaban ahí. A los gritos. Con cantos. Con tono de una fiesta que ya está por empezar.

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