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Desde Santa Fe
Las conjeturas coincidían en que en las primarias para elegir candidatos a senadores nacionales en Santa Fe la puja era entre tres. Las urnas las desmintieron. Fue entre cuatro. El primero y el más votado, Omar Perotti, que acompañó en la boleta al candidato presidencial del Frente para la Victoria, Daniel Scioli. Segundo quedó Carlos Reutemann, en su nueva sociedad con el jefe del PRO, Mauricio Macri. Tercero se metió el postulante de Sergio Massa, Eduardo Romagnoli. Y cuarto, Hermes Binner, en una debacle política impensada que jaquea al Frente Progresista porque hace menos de dos meses ganó las elecciones en la provincia por 1400 votos y consagró gobernador a otro socialista, Miguel Lifschitz. Aunque el desplome era mayor en la lista de diputados nacionales. Al cierre de esta edición y cuando se había escrutado el 88 por ciento de las mesas, Perotti sumaba el 34,3 por ciento, Reutemann el 27,4, Romagnoli 18,4 y Binner apenas 13,2. A nivel presidencial, se registraba una leve ventaja del FpV (32,9 por ciento) sobre Cambiemos (31,8).
Eran casi las once de la noche cuando Perotti se adjudicó el triunfo con la tendencia que le informaban los fiscales de su partido. Recién comenzaban a aparecer los resultados oficiales y la sede del PJ ya desbordaba en entusiasmo. “Soy el más votado”, dijo. Si el resultado se repite en las elecciones generales del 25 de octubre, el ex gobernador socialista no llegará al Senado, deberá seguir en su banca de diputado nacional dos años más.
“Ha primado la elección presidencial, claramente”, afirmó Perotti. “Vemos con satisfacción cómo Scioli se afirmó en Santa Fe y eso es lo que tenemos que trabajar de aquí en más, en qué lugares de la provincia nuestro candidato a presidente ya ha hecho pie y la gente lo apoya, y en qué lugares habrá que seguir militando”, explicó.
Perotti compartió el triunfo con la segunda en la lista de diputados del FpV, Silvina Frana. “Es un aliciente para todos no sotros la elección del peronismo, un impulso importante que los santafesinos nos dan en estas primarias. Estamos muy agradecidos y con la expectativa de que podamos de aquí a octubre de seguir contando las cosas que Scioli, su equipo y cada uno de nosotros tenemos para posicionar a Santa Fe en el proyecto nacional”, agregó.
Le preguntaron por el contraste entre los comicios del 14 de junio que ganó Lifschitz por menos de un punto y la de ayer. “Son elecciones diferentes”, contestó Perotti. Pero no pasó por alto que hace dos meses como candidato a gobernador logró el 29,30 por ciento y ayer, como candidato a senador nacional, se acercaba al 34. “Estamos creciendo. Es un piso de expectativas en esta elección, que ha ido acrecentándose y sumando a muchos compañeros que quizás habían planteado otra opción y que ahora ven que no hay motivo para no estar en el justicialismo de la provincia. No hay motivos por la elección que se realizó, ni por el perfil de nuestro candidato a presidente. Entonces, es el momento de acompañarlo y consolidar el trabajo de aquí hasta octubre”, apuntó.
El primer indicio de que la elección de Binner no era la esperada fue el faltazo al bar El Cairo, que era el bunker oficial. En todas las elecciones anteriores, el anuncio del socialismo del resultado de sus mesas testigo era un clásico. Y así ocurrió hasta el 14 de junio, la penúltima, que ganó Lifschitz. Pero anoche, se levantó la conferencia de prensa.
El silencio del socialismo se compensó en las redes sociales, donde comunicadores cercanos a la Casa Gris admitían el triunfo de Perotti en la categoría a senador, protestaban por el segundo puesto de Reutemann y ubican a Binner, tercero. La elección del Frente Progresista fue muy mala y Reutemann se benefició con la boleta larga, escribió uno de ellos. “No hay excusas. Veremos qué pasa en las elecciones generales.”
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