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El país|Martes, 11 de agosto de 2015
Nicolás del Caño se impuso a Jorge Altamira en las internas del FIT

La sorpresa en el Frente de Izquierda

El candidato del FIT dijo que lo determinante para su triunfo fue haber cuestionado a “la casta política” y asegura que ahora el desafío es quebrar “la maniobra que busca la polarización”.

Por Adriana Meyer
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“El FIT es uno solo”, dijo Del Caño sobre el futuro del Frente.

No era una locación para filmar un spot y sonó genuino. El motoquero levantó su brazo, del que colgaba el casco, y les dijo “aguanten, yo los voté”. En un bar del barrio de Balvanera, a pocos pasos del histórico local del PTS, saludaba así a Nicolás del Caño, flamante candidato a presidente del Frente de Izquierda y de los Trabajadores, quien dialogaba con Página/12 junto a su vice, Myriam Bregman, y al candidato a diputado Christian “Chipi” Castillo. “El desafío para octubre no es sólo convocar a todas las fuerzas de izquierda y progresistas, sino también desentrañar esa maniobra del kirchnerismo que busca la polarización para difundir que el mal menor es Scioli contra la supuesta derecha de Macri. Ya lo vimos, en los ’90 convocaban a votar a De la Rúa como el sapo a tragarse frente a Duhalde y a Menem, y así terminó”, afirma Del Caño, ya mirando a la elección general después de que su lista se impusiera ante la del Partido Obrero en las primarias del domingo. Tras destacar el poco peso que tuvo la candidatura de Margarita Stolbizer, Castillo apunta que “en el voto pragmático está la importancia de los parlamentarios de izquierda”. Para Bregman, “la juventud, las mujeres y los trabajadores nos veían como una referencia, pero ahora el desafío del FIT es de sarrollar eso en gran escala y ahí no tenemos un techo que nos condene a un lugar testimonial, podemos hacer una fuerza con incidencia real en la vida política del país”.

Del Caño –cordobés de 35 años, radicado en Mendoza y ahora en Capital, donde es diputado nacional por esa provincia– admite el cansancio. “Pero nos sentimos renovados y fortalecidos”, bromea en alusión al nombre de la lista del PTS en la interna del FIT. El triunfo ante el PO no lo sorprendió porque “en las últimas semanas se generó simpatía a pesar del poco tiempo de instalación que tuvimos”. A su criterio, lo determinante para haberle ganado, siendo casi un desconocido, “a un candidato que se presentó históricamente como Jorge Altamira, fue haber cuestionado a la casta política con la idea de que todo funcionario cobre lo mismo que una maestra, y al mismo tiempo el enfrentamiento que hicimos en el Congreso contra funcionarios como Jorge Capitanich exigiéndole las demandas de los trabajadores, y además la campaña militante en todo el país”.

Castillo cuestiona que algunos encuestadores omitieron medir a Del Caño. “Apostamos a algo mucho más audaz en base al parlamentarismo revolucionario que practicamos, con nuestros diputados en la lucha de clases, la defensa del programa de independencia política de los trabajadores del FIT, y el ataque a la casta política, que es una de las burocracias que le permite a la minoría capitalista mantener su dominio, junto a la judicial y la sindical. Demostramos que el programa se puede hacer carne y llegar en forma masiva. La idea del amuchamiento de siglas sin programa resultó equivocada”, describe. Del Caño acota que “en las redes los jóvenes nos decían que encontraron una fuerza política que los representa”. Bregman recuerda que “en el interior la consigna todo funcionario debe ganar como un docente cayó muy bien, pero aclaramos que el resto de nuestra dieta va a distintos conflictos y son balances públicos”.

El día después de las PASO encontró a Del Caño convocando al PO y a todas las fuerzas de izquierda que “no alcanzaron el piso proscriptivo del 1,5 por ciento” a acompañarlo en octubre. “Vamos a convocar a la mesa nacional del FIT para diseñar la campaña como única alternativa política independiente de los partidos patronales, y apuntamos a conquistar nuevos legisladores y diputados, Noelia Barbeito, de Mendoza, Liliana Olivero, de Córboba, y Néstor Pitrola, de la provincia de Buenos Aires”, explica Guillo Pistonesi, de la conducción nacional del PTS. Las listas a diputados nacionales y al Parlasur nacional se van a integrar por los partidos del FIT, aplicando el sistema D’Hont. Y el tiempo de permanencia de cada fuerza en el cargo será acorde al porcentaje de votos que haya obtenido en las PASO. “Por ejemplo, desde la provincia de Buenos Aires el acuerdo de rotación hasta ahora fue 18 meses Néstor Pitrola, 18 meses Bregman y 12 meses Juan Carlos Giordano”, recuerda Pistonesi. “Ahora será proporcional a los votos que nos dio la gente, se decidió en las urnas el 45 por ciento en provincia, en la Ciudad de Buenos Aires y en Córdoba, el electorado decidió que no eran desmedidas nuestras exigencias”, apunta Bregman.

Tras una interna de intensos cruces, ¿cómo sigue la convivencia en el FIT? “El que pierde acompaña es una frase del peronismo, nosotros tenemos un gran acuerdo político con el PO que es el programa del FIT, vamos a hacer una campaña común”, enfatiza Pistonesi. “Hay una práctica política distinta, eso no es nuevo, nuestras listas están pobladas de trabajadores, muchos de ellos fabriles. Sin embargo, podemos hacer campañas comunes. con el PO e Izquierda Socialista haremos un balance, pero más que nada pensaremos cómo damos esa batalla en común contra el ajuste que se viene. El FIT es uno solo”, agrega Del Caño.

¿Ser la “izquierda dura” fue clave?, pregunta Página/12. “Cuando te ponen como ejemplo a esa izquierda aggiornada, como la griega, que arruga ante el capital financiero, nosotros decimos sí, somos la izquierda dura porque se necesitan convicciones para enfrentar al capital concentrado. Son duras las condiciones de trabajo en las fábricas, la falta de acceso a la vivienda, y dura tiene que ser la resistencia”, responde Castillo. Este diario replica si eso no lleva como condición ser selectivo en las alianzas. “El FIT avanzó por su claro programa de independencia de clase, los que te dicen ‘bajá el programa para meter más’ se equivocan. Demostramos que mantener inflexible un programa anticapitalista, antiimperialista y socialista es la manera que la izquierda tiene de avanzar en la Argentina”, contesta. “Otras opciones que buscaron atajos electorales quedaron reducidas a su mínima expresión. El FIT mantiene la coherencia de ser independiente de los gobiernos y de todas las variantes patronales, y por eso creció”, agrega Bregman.

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