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El país|Viernes, 21 de agosto de 2015
JUAN MANZUR SE IMPONDRIA ESTE DOMINGO EN LAS ELECCIONES A GOBERNADOR DE TUCUMAN

Un buen pronóstico para el oficialismo

Una encuesta realizada por la consultora Hugo Haime y Asociados indica que el candidato del Frente para la Victoria podría conseguir el 50 por ciento de los votos. Superaría por 15 puntos a José Cano, quien se postula por la alianza opositora.

Por Raúl Kollmann
Juan Manzur y José Cano, los candidatos que disputan la gobernación de Tucumán.

El Frente para la Victoria (FpV) se impondría con claridad este domingo en la provincia de Tucumán, con lo que retendría la gobernación por amplio margen. El candidato del FpV, Juan Manzur, superaría por unos 15 puntos a su competidor, el radical José Cano, quien encabeza un frente que agrupa a toda la oposición: la UCR; el PRO, de Mauricio Macri; el Frente Renovador, de Sergio Massa; y hasta a Progresistas, de Margarita Stolbizer. En su momento, el titular de la UCR, Ernesto Sanz, le insistió a su partido de hacer la alianza con el PRO argumentando que se obtendrían triunfos en Córdoba, La Rioja, Tucumán y otras provincias. Tras el naufragio en Córdoba y La Rioja y la decepción en Santa Fe, el conglomerado opositor afrontaría una nueva derrota en el Jardín de la República.

Los datos sobre la holgada ventaja del FpV provienen de Hugo Haime, titular de Hugo Haime y Asociados, el encuestador que desde hace décadas trabaja en varias provincias del país y especialmente en Tucumán. Según los trascendidos, Haime le informó al gobernador José Alperovich que en la elección del domingo el FpV podría conseguir el 50 por ciento de los votos, frente al 35 por ciento que obtendría el Acuerdo para el Bicentenario que lidera Cano, acompañado por el intendente de San Miguel de Tucumán, Domingo Amaya, un peronista disidente del FpV y vinculado al massismo.

Cuando hace unos meses se lanzó la fórmula Cano-Amaya se consideraba que era imbatible, en especial porque reunía a toda la oposición. Hubo momentos en que las encuestas le daban diez y más puntos de ventaja. Sin embargo, las cosas se fueron dando vuelta poco a poco. Uno de los puntos clave fue que el Acuerdo empezó a ser percibido como un pacto de ocasión, parecido a la Alianza que encabezó Fernando de la Rúa. El electorado percibió que no había demasiada sintonía entre Cano y Amaya, por lo que empezaron las dudas sobre la gobernabilidad. Del otro lado, Manzur, que viene de ser ministro de Salud nacional, fue haciéndose más conocido. Desembarcó en Tucumán después del verano y empezó a recorrer los barrios y, en especial, el interior de la provincia. Según los cálculos, el FpV podría perder en la capital, pero su triunfo en el Tucumán profundo es por más de 50 puntos. Esto le garantizaría la diferencia final.

En las recientes PASO, el resultado de Tucumán fue sorpresivo. Se pensaba en la existencia de una paridad mayor entre Daniel Scioli-Carlos Zannini y Mauricio Macri-Gabriela Michetti. Sin embargo, la diferencia fue categórica: el FpV consiguió el 57 por ciento de los votos y Cambiemos el 20 por ciento, o sea 37 puntos de distancia. En la categoría de senadores nacionales, José Alperovich consiguió casi el 60 por ciento de los votos, el doble que Cambiemos.

El miércoles Macri encabezó el cierre del Acuerdo para el Bicentenario. El candidato presidencial no sólo fue a apoyar la postulación de Cano, sino que necesita recortar la distancia que le sacó Scioli en Tucumán. Entre los hombres cercanos a Jaime Durán Barba se dice que Cambiemos no tiene chances en octubre si no remonta la catástrofe electoral que sufrió en el norte del país, lo que incluye provincias con electorados de importantes dimensiones: por ejemplo, con la ventaja que Scioli sacó en Tucumán, prácticamente equipara la diferencia que Macri consiguió en su propio distrito, la Ciudad de Buenos Aires.

También Sanz se juega una parada difícil el domingo. En la Convención de Gualeguaychú argumentó a favor de la alianza con el PRO esbozando justamente la posibilidad de consolidar a la UCR. Incluso se habló de que el radicalismo podría gobernar siete provincias. Hasta ahora sólo se consiguió el triunfo previsto en Mendoza, pero en dos distritos donde se apostaba mucho, Córdoba y La Rioja, la UCR no se pudo imponer, y la misma perspectiva es la que presenta en Tucumán.

Fuera de los 85 puntos que suman el FpV y el Acuerdo, en Tucumán queda poco espacio para las otras alternativas. El hijo del genocida Domingo Bussi, Ricardo, podría conseguir el diez por ciento de los votos y el resto se distribuiría entre fuerzas de izquierda.

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