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A pesar de que continúan las diferencias entre el kirchnerismo y el frente Cambiemos por el lugar de la ceremonia, ya comenzaron los preparativos para la asunción del nuevo presidente. El Senado y la Cancillería ya enviaron las invitaciones formales a gobernadores, jefes de Estado extranjeros y demás invitados especiales, convocándolos a asistir al Congreso a las 12 del mediodía del próximo jueves 10 de diciembre. El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, ratificó que allí se realizará la Asamblea Legislativa, donde el presidente electo Mauricio Macri prestará juramento, recibirá de manos de Cristina Fernández el bastón y la banda presidencial y luego el líder del PRO dará su discurso. No se realizará entonces el tradicional acto en el Salón Blanco de la Casa Rosada, donde el mandatario saliente recibe al entrante. Desde el gobierno nacional adelantaron a Página/12 que, en un acto aparte, la jura de ministros será en el Museo del Bicentenario y el recibimiento a las delegaciones extranjeras en la sede de Cancillería. “Estamos preocupados por el traspaso. Creemos que puede convertirse en un mal mensaje para la gobernabilidad”, señaló un hombre del macrismo que sigue de cerca la situación. En paralelo, Macri convocó a través de las redes sociales a una manifestación en “las plazas de todo el país” para celebrar “una nueva etapa de la democracia argentina”. La convocatoria coincide con la movilización que el FpV prevé para ese mismo día en la Plaza del Congreso.
La tensión entre el actual Gobierno y la administración entrante volvió a subir tras los dichos de Macri del miércoles. El jefe de Gobierno porteño aseguró que la Presidenta decidió “salir por la puerta chica” por su postura sobre la transición. Los macristas aseguran que Cristina Fernández tratará de hablar ante la Asamblea Legislativa, algo que ayer fue descartado de plano por el kirchnerismo, así como la posibilidad de que militantes de La Cámpora abucheen al presidente electo. “Eso sería imposible, se lo garantizo”, afirmó el jefe de Gabinete respecto de las eventuales manifestaciones desde los palcos.
“Hay mucha expectativa, muchas miradas de afuera y nosotros no tenemos el control. Estamos preocupados porque el kirchnerismo puede tratar de empañar la asunción”, completaron fuentes del PRO.
“Me parece que los argentinos tienen una visión muy distinta al respecto. La Presidenta se retira por una puerta muy grande, con decisiones que satisfacen o que no satisfacen, pero de beneficio directo para los argentinos”, respondió Fernández, sobre esos dichos de Macri.
Anoche, tanto la Cancillería como la Secretaría General de la Presidencia informron que todas las invitaciones a los jefes de Estado y demás delegaciones extranjeras ya fueron cursadas y que “cumpliendo con lo que establece la Constitución Nacional”, la ceremonia se realizará en el Congreso Nacional, el 10 de diciembre a las 12 del mediodía.
Los representantes de ceremonial de la Presidencia se reunieron ayer con sus pares del Senado y Diputados para avanzar en los detalles del acto de asunción. La Casa Militar estará a cargo del operativo de seguridad, como ocurre habitualmente.
En este contexto se produce la convocatoria del macrismo. “En Buenos Aires nos vamos a juntar en la Plaza de Mayo y en la del Congreso, pero queremos que la alegría de los festejos llegue a las plazas de todo el país”, afirmó Macri en su cuenta de Facebook.
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