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El intendente macrista de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, designó como jefe de seguridad de su municipio a un capitán del Ejército que fue cesado de sus funciones en 2006 y sancionado con 40 días de arresto luego de participar de un acto en el que se reivindicó el accionar de las Fuerzas Armadas durante la última dictadura. Se trata del capitán retirado Juan Manuel Lucioni, separado de la fuerza por decisión del entonces presidente Néstor Kirchner.
Como consta en el sumario que abrió el ex presidente, Lucioni y otros ex oficiales y tenientes del Ejército participaron de un acto en el que se vertieron “manifestaciones verbales” a favor de la dictadura, concurrieron vestidos “con su uniforme militar”, lo que en suma constituyó “circunstancias que están vedadas al personal de las Fuerzas Armadas”.
El nombramiento de Lucioni fue repudiado por la Comisión de Familiares y Compañeros de los Detenidos-Desaparecidos de Tres de Febrero, que le reclamaron a Valenzuela que dé marcha atrás con su decisión y lo remueva. “Una persona con el antecedente de haber participado en un acto en el que se reivindicó la represión ilegal no se encuentra en condiciones de ejercer un cargo público”, manifestaron.
El acto del que participó Lucioni “en homenaje a las víctimas de la subversión” tuvo lugar el 24 de mayo de 2006 en la Plaza San Martín, y fue organizado por diversos agrupamientos que exigían el fin de los juicios de lesa humanidad, entre ellos, la Afyaap de Cecilia Pando. Durante la ceremonia, el general retirado Miguel Giuliano calificó a los genocidas que por esos años comenzaban a ser juzgados con mayor intensidad como “camaradas que está siendo perseguidos políticamente”.
Valenzuela, por su parte, defendió la designación mediante un comunicado en el que resalta la “experiencia” de Lucioni en materia de seguridad y lo califica como “una víctima”. “Juan manuel es un hombre de la democracia –adujo Valenzuela–. No reivindica ni reivindicó el terrorismo de Estado. Es una víctima más de la violencia que desangró a la Argentina durante los 70.” Según Valenzuela, hay “una pluralidad de dolores” como resultado de “una argentina convulsionada con demasiados muertos”. “Empezó una nueva etapa en la Argentina, para cerrar heridas”, argumentó.
La “experiencia” que Valenzuela le adjudica a su flamante jefe de seguridad se basa en el paso de Lucioni como parte de la seguridad privada del Martindale Country Club, en Pilar, y de Nordelta, en Tigre. A eso se dedicó tras ser separado de las Fuerzas Armadas, luego de ser sancionado junto a otros seis militares.
“Expresa lo peor de esos grupos minoritarios del Ejército que reniegan del proceso democrático, que quieren terminar con los juicios por los crímenes de lesa humanidad cometidos contra el pueblo argentino y repudian la lucha de familiares, Madres y Abuelas”, afirmó sobre Lucioni el diputado nacional Leonardo Grosso. “No podemos permitir que personajes como éste, con esta ideología que convalida la tortura y el secuestro de bebés, gestionen y organicen las fuerzas de seguridad de la democracia”, aseguró. Respecto de las opiniones vertidas por Valenzuela sobre la última dictadura, Grosso afirmó que a Cambiemos “se le va cayendo la máscara de democráticos”: “Un tipo que está de acuerdo con los crímenes de la dictadura nombrado como jefe de fuerzas de seguridad esconde la pretensión de responder con represión los conflictos sociales”. “Nosotros planteamos la necesidad de una seguridad democrática, de prevención, que los agentes de seguridad sean respetuosos de los derechos humanos como lo es la mayoría de la sociedad argentina”, agregó Grosso.
Informe: Matías Ferrari.
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