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El país|Sábado, 9 de enero de 2016
LA BONAERENSE DISPARO BALAS DE GOMA, GAS PIMIENTA Y GASES LACRIMOGENOS ANTE UNA PROTESTA EN LA PLATA

Del amarillo PRO al rojo de la represión

Más de veinte personas resultaron heridas por la infantería provincial en una manifestación de trabajadores precarizados cesanteados por el intendente Garro, quien reivindicó la represión. Repudio del FpV y organismos de derechos humanos. Reclamos para Vidal.

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Los manifestantes recibieron balazos en la espalda, lo que deja en evidencia que se disparó sobre personas dispersándose.

La Policía Bonaerense reprimió con balas de goma, gas pimienta y gases lacrimógenos una manifestación de trabajadores de la Municipalidad de La Plata, donde miles de empleados precarizados fueron cesanteados en los últimos días. Las marcas de las postas sobre las espaldas de los manifestantes –una veintena terminaron heridos– dejaron en evidencia los disparos a personas que se dispersaban. El intendente macrista Julio Garro reivindicó la represión, criminalizó a los manifestantes al afirmar que “vinieron con palos y piedras a atacar a los policías” y justificó los despidos en masa al caracterizar a los cesanteados como “puestos políticos y empleados de papel”. El secretario del municipio Javier Mor Roig apuntó que “no era ideal la represión”, pero “la situación lo ameritó”. “Resulta inadmisible que la respuesta del gobierno a las protestas ante decisiones que afectan el trabajo de miles de personas se centre en el uso de la violencia estatal”, señaló el CELS, y advirtió que los despidos se dan “en un clima de estigmatización del empleo público, amedrentamiento y con denuncias de persecución ideológica, sin canales de negociación efectivos con referentes sindicales o sociales”. El bloque de diputados del Frente para la Victoria repudió la represión, pidió la interpelación del ministro de Seguridad, Cristian Ritondo, y les reclamó a la gobernadora María Eugenia Vidal y al propio Garro que “reflexionen y se comprometan al diálogo con los distintos sectores afectados”. Ritondo afirmó anoche que “no existió instrucción alguna desde la esfera política ni policial que ordenara la actuación de la Infantería en el lugar”, subrayó que la presencia de la Infantería “tenía como único objetivo impedir el ingreso violento de activistas políticos que se aprovechan de un contexto de protesta por medidas administrativas municipales” y agregó que se investigará el desempeño de los responsables del operativo.

La movilización comenzó pasadas las diez cuando más de un centenar de ex empleados cortaron el tránsito en calle 12 entre 51 y 53. Según la versión PRO, que Garro difundió por Twitter, “un grupo de 200 individuos se presentó frente a la municipalidad con claras intencionalidades políticas” (sic) y “en menos de 20 minutos se organizaron y apedrearon a los efectivos policiales que estaban custodiando los ingresos al Palacio”. El intendente difundió fotos que muestran a dos hombres y una mujer tirando piedras para afirmar que fueron “los que incentivaron estos disturbios”, y los caracterizó como “punteros de la vieja política”. “Los que tiraron piedras no eran empleados municipales. Hubo infiltrados, conozco a la mayoría de los empleados”, declaró Ana María, una de las heridas, a QM noticias. “Eramos compañeros de trabajo hasta que llegó gente que no conocíamos”, dijo. “Me tiraron por la espalda, las mujeres fuimos las primeras reprimidas. Sentí un estallido en la espalda y empecé a sentir ardor y dolor. La policía ni se acercó cuando estaba en el piso”, contó desde el hospital, con nueve disparos de balas de goma en el lomo. “No soy ñoqui, nunca lo fui. Trabajo para darles de comer a mis hijos y este hijo de puta del intendente lo único que hace es jugar con el plato de comida de todos nuestros hijos”, advirtió.

La represión comenzó cuando un grupo de manifestantes pidió ingresar a la municipalidad con un petitorio, informó el CELS. La policía respondió con gases y balas de goma al aire, y cuando los trabajadores comenzaron a alejarse “dispararon a corta distancia al cuerpo”. Al menos veinte heridos con sangre en sus espaldas evidencian que “se les disparó por detrás” y la cantidad de impactos “señala un uso altamente lesivo de estas municiones”, advirtió. El portal Letra P informó que la orden de reprimir partió del jefe departamental de Coordinación platense, comisario inspector Darío Cameini, que la ejecutó el jefe del Distrito Centro, Carlos Gandolfi, y recordó que ambos tienen como honorable antecedente la represión a trabajadores de prensa despedidos del diario Hoy en octubre de 2014.

“Las autoridades políticas del municipio no garantizaron una negociación como vía de solución del conflicto; ningún funcionario se hizo presente en la sede municipal para recibir el petitorio. En lugar de eso respaldaron la intervención violenta de las fuerzas de seguridad”, señaló el CELS. El organismo destacó el contexto de despidos arbitrarios en todos los niveles del Estado que afectan las fuentes de trabajo de miles de personas y pidió que “se garantice el derecho a la protesta, se dé marcha atrás en los despidos masivos sin alternativa laboral y se inicien investigaciones administrativas y judiciales sobre la actuación policial”.

Tanto el secretario del municipio como el intendente de Cambiemos justificaron balas y despidos. Mor Roig dijo que “no era ideal la represión, nada justifica la violencia, pero la situación lo ameritó”. Sobre la decisión de rever contratos de 4600 precarizados, dijo que “no estamos dispuestos a aguantar gente que tiene un lugar y no trabaja porque tenemos la obligación de cuidar el dinero de los platenses y no se lo vamos a regalar a estructuras políticas”. “Pelear contra estas estructuras políticas no es gratis”, escribió el intendente. “Estos ataques son la respuesta que nos envían. Los platenses pidieron un cambio, están cansados de los aprietes de la vieja política, de estos tipos que hace 25 años gobiernan la ciudad”, agregó. “Tomamos una decisión política: el 31/12 decidimos no renovar los contratos de puestos políticos y empleados de papel. La ley nos ampara”, sostuvo. Agregó que “la Dirección de Personal estuvo abierta para revisar casos pero no fueron. Vinieron con palos y piedras a atacar a los policías. Los platenses tengan la seguridad que hay un gobierno firme y que los que hicieron esto van a quedar presos”.

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