“La gente está cansada de palabras”, dijo ayer Jorge Obeid al asumir su segundo gobierno. Y después del trajín de un día de juramentos pasó a la acción: despachó a la Legislatura sus primeros cuatro mensajes.
Propuso derogar la Ley de Lemas para reemplazarla por un sistema electoral que incluya internas abiertas y simultáneas. El libre acceso a la información pública, que los senadores del PJ mandaron a un cajón hace dos semanas. La reforma del gabinete para crear la Secretaría de Derechos Humanos y el Ministerio de Asuntos Hídricos. La revelación del gran secreto: publicar en la web las declaraciones de bienes de funcionarios y jefes policiales. Y hasta firmó un decreto que autolimita sus facultades para designar jueces y consagra una audiencia pública en la que se ventilarán el pasado, los antecedentes y la conducta fiscal de los candidatos.
Obeid juró ante la Asamblea Legislativa y después exhibió cierto estilo K. “De la mano del presidente Néstor Kirchner la Argentina ha comenzado a transitar con paso firme un cambio basado no en discursos huecos, sino en acciones cotidianas. Nuestra decisión fue acompañar con firmeza este camino desde su inicio y ahora lo queremos plasmar en actos de gobierno”, dijo. A su lado estaba la vicegobernadora, María Eugenia Bielsa, y en el recinto de la Legislatura, “los amigos”, como llamó a sus tres colegas: Felipe Solá (Buenos Aires), José Manuel de la Sota (Córdoba) y Jorge Busti (Entre Ríos).
“El respeto a los derechos humanos y la decencia en el manejo de los fondos públicos son dos temas innegociables frente a cualquier presión que se pueda ejercer sobre nuestra gestión”, agregó el mandatario.