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Apremiado por los reclamos de los gobernadores y ante la posibilidad de una derrota política en el Congreso, Mauricio Macri lanzó anoche el programa “Acuerdo para el nuevo federalismo”, con el que planea rediscutir “el reparto de la coparticipación para las provincias y reemplazar el actual esquema que establece una detracción del 15 por ciento para los Estados provinciales fijado en 1992”. Más allá del título, el anuncio que se difundió mediante un comunicado y que será oficializado con un decreto presidencial, es en verdad la creación del “Consejo Argentino para el Nuevo Federalismo”, que estará integrado por el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, los gobernadores de cada provincia y el jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires. Ese consejo deberá debatir el tema en la segunda mitad del año para lograr un acuerdo de eliminación progresiva de la retención del 15 por ciento que la Nación le hace a las provincias de los fondos coparticipables.
La iniciativa apunta a descomprimir la relación con los mandatarios provinciales, pero principalmente ratifica el acuerdo alcanzado con Sergio Massa, que había amenazado con rechazar al DNU de Macri que les quitó a las gobernaciones el beneficio otorgado por Cristina Fernández. La expectativa quedó depositada en la reunión de la comisión bicameral de trámite legislativo que se reunirá hoy a las 18 y en la actitud del diputado del Frente Renovador, Raúl Fernández, que podría ahora inclinar la balanza a favor del oficialismo.
Después de dos semanas de postergaciones, la reunión de la bicameral se convirtió en un problema para el Gobierno, que podía sufrir un revés en un tema delicado y afectar la gobernabilidad. El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, mantuvieron el lunes por la noche un encuentro con Massa en su casa de Tigre, donde discutieron el tema.
Luego el massismo recibió de manos del jefe del bloque macrista, Nicolás Massot, un borrador de una propuesta para resolver la controversia por la coparticipación y compensar el DNU firmado por Macri. Según fuentes del Frente Renovador esa propuesta quedó lejos de las expectativas. La diputada Graciela Camaño confirmó cerca del mediodía que ellos le habían presentado un proyecto propio a la bancada oficial que preveía “una devolución progresiva del 15 por ciento de la coparticipación que retiene la Nación y una condonación de deuda de la Nación a las provincias”.
En paralelo a las negociaciones, Macri habló el miércoles desde Corrientes, donde se mostró comprensivo del reclamo de los mandatarios provinciales pero les pidió cuidar las cuentas fiscales entre todos.
En esa línea se inscribe el anuncio de ayer. “El Presidente nos indicó que trabajemos junto a los 24 gobernadores para encontrar la manera de restituir gradualmente los fondos coparticipables a las provincias”, aseguró Frigerio, quien agregó que desde el Gobierno tienen “la voluntad de avanzar hacia un federalismo más equitativo, encontrando soluciones políticas para los viejos problemas de la distribución de recursos, en tiempos más cortos que el camino judicial”. Fue un mensaje para los gobernadores que en algunos casos ya habían presentado una demanda ante la Corte Suprema para conseguir el mismo resultado que el año pasado el máximo tribunal les otorgó a Córdoba, Santa Fe y San Luis.
Según se informó oficialmente, el Consejo Argentino para el Nuevo Federalismo deberá arribar a una propuesta para la eliminación de la detracción del 15 por ciento “durante el curso del tercer trimestre del presente año”. Una vez presentada la propuesta, el gobierno nacional, las provincias y la CABA “deberán alcanzar, suscribir y formalizar el acuerdo definitivo durante el curso del cuarto trimestre del presente año”.
Es decir, recién a fin de este año habrá un esquema de solución para las demandas de los gobernadores. El PRO tomó la propuesta de “eliminación progresiva” del massismo, que se hará de manera escalonada durante 2016, 2017, 2018, 2019 y 2020, con fecha límite para su eliminación definitiva el 1 de enero del 2021.
Por otro lado, se establecerá un régimen de “saneamiento definitivo” de la situación financiera entre el Estado nacional, las provincias y la CABA, “con el fin de facilitar la extinción de las obligaciones recíprocas que se encuentren pendientes”. Además, el Ejecutivo Nacional “podrá proponer” la transferencia de asignaciones, bienes y servicios actualmente administrados por él hacia los Estados subnacionales. El comunicado oficial establece incluso que “se propiciará un incremento en los fondos en educación, ciencia y tecnología por parte de las provincias”.
El último párrafo es tal vez el más importante. Sostiene que hasta tanto entre en vigencia el “Acuerdo para el nuevo federalismo”, se mantendrá la situación previa al DNU de la ex presidenta, que ordenó restituirle el 15 por ciento a las provincias.
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