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El país|Martes, 17 de mayo de 2016
El Gobierno presiona a los gobernadores y Massa no se define

Dudas sobre la ley antidespidos

Massa conversa con Cambiemos y el Frente para la Victoria lo hace con el resto de la oposición. Así las cosas, parece difícil que la ley salga como fue aprobada en el Senado y gana posibilidades el proyecto que impulsa el Frente Renovador.

Por Miguel Jorquera
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El jefe del bloque de diputados del FpV, Héctor Recalde, sigue buscando los votos para el proyecto.

Con el correr de los días, la suerte de la ley de emergencia ocupacional que prohíbe los despidos por 180 días y prevé la doble indemnización es cada vez es más incierta. Desde el Gobierno ratificaron que no quieren la ley y el ministro de Interior, Rogelio Frigerio, afirmó que “vamos a intentar por todos los medios convencer que la ley antidespidos es mala” antes de la sesión de mañana en Diputados, en tanto continúa su tarea de presión a los gobernadores. Sergio Massa insiste en respaldar su proyecto que modifica la media sanción del Senado y que devolvería la iniciativa a la Cámara alta dilatando su sanción, mientras que su bloque negocia en la Cámara baja casi exclusivamente con el oficialismo de Cambiemos. En el Frente para la Victoria todavía no hay una posición tomada El diálogo, por ahora, se ciñe al resto del arco opositor y el jefe de la bancada de diputados, Héctor Recalde, se reunirá hoy con los titulares de las CTA, Hugo Yasky y Pablo Micheli, para conocer su opinión sobre la situación. En cambio, ayer se frustró un encuentro con su par del Senado, Miguel Pichetto.

Las negociaciones cruzadas dentro del arco opositor no se agotaron, pero tampoco dieron a luz ningún acuerdo. Desde la Casa Rosada volvieron a salir al cruce del proyecto. “Hasta el miércoles de la sesión vamos a intentar por todos los medios convencer –no tenemos otra porque somos minoría en ambas cámaras– de que es una ley mala y que va en contra del objetivo que pretende generar puestos de trabajo de calidad”, dijo Frigerio, el ministro encargado de las conversaciones con los gobernadores, a quienes el Gobierno ahora apunta para restarle apoyo a la iniciativa opositora.

Massa no se baja del centro del escenario que alcanzó con la ayuda de Cambiemos, con quien pactó la sesión de esta semana en Diputados para dejar desairado a su objetivo común: el kirchnerismo. El FpV había convocado a una sesión especial la semana pasada para tratar el proyecto del Senado pero no logró el quórum para sesionar por la deserción del massismo, que logró frenar el cisma de los diputados sindicales de su bloque con el guiño del pope cegetista Hugo Moyano, según afirmó su hijo y diputado renovador Facundo Moyano.

El líder renovador insistió ayer en que irá a la sesión de mañana con su propuesta como bandera, que al proyecto aprobado por lo senadores le sumó un capitulo con exenciones para las pymes y promoción de empleo para jóvenes y mayores de 50 años. Además, establece que todo eso sea retroactivo al 22 de abril, cuando se comenzó a tratar el tema en las dos cámaras del Congreso.

“Tenemos que construir una mayoría lo más amplia posible”, dijo Massa refiriéndose a su proyecto. “No con caprichos. Queremos que al Gobierno le vaya bien pero no con una agenda solo para los poderosos sino que incluya también a los laburantes y a la clase media”, agregó para diferenciarse del oficialismo en una entrevista con Víctor Hugo Morales en C5N. “Apagar los teléfonos, trabajar en equipo”, respondió Massa sobre su actitud frente a “las presiones” que recibe del oficialismo y del resto del arco opositor.

En cambio, el diputado PRO Daniel Lipovetzky blanqueó que “seguimos negociando para ver si encontramos algún punto de acuerdo con el Frente Renovador. Tenemos algo que nos une que son las pymes y algo que nos desune que es el tema de la prohibición de despidos” y que el presidente de la Cámara baja, el también macrista Emilio Monzó, era el encargado de los contactos con Massa. Lipovetzky deslizó una crítica al líder renovador. “Decidió quedar bien con Dios y con el diablo y está en el medio, si baja lo de los despidos quedaría más de nuestro lado”, sostuvo sin definir el rol del oficialismo en su referencia bíblica.

El FpV continúa con su ronda de consulta con el resto de las bancadas opositoras, en especial con el Bloque justicialista, que lo acompañó en la frustrada sesión de la semana pasada. Pero los contactos con el massismo son escasos. Recalde se reunirá hoy con los líderes de las CTA, Yasky y Micheli, para conocer también sus opiniones antes que el bloque termine de definir su postura para la sesión de mañana, donde el massismo podría dejarlo con la única opción de apoyar la iniciativa renovadora para que no se caiga definitivamente el proyecto si no se logra algún acuerdo alternativo.

“Si Massa hace modificaciones debe garantizar que se apruebe la próxima semana, una vez que vuelva a la Cámara alta”, apuntó el diputado del FpV Edgardo Depetri, a la vez que sentenció que es “escandaloso el chantaje que hace Macri a los gobernadores, ofreciendo obras y financiamiento a cambio de que no voten la ley”.

La reunión entre los jefes de las bancadas de diputados y senadores del FpV, Recalde y Pichetto, no se produjo ayer como se había anunciado y podría concretarse hoy, aunque cerca del senador confiaron a Página/12 que no figuraba en su agenda. Los senadores que aprobaron la iniciativa con dos tercios de los presentes en la Cámara alta, quieren conocer primero que harán los diputados para evaluar su estrategia en medio de las presiones del Ejecutivo a los gobernadores.

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