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El país|Sábado, 4 de junio de 2016
Asistentes a la marcha hacia Plaza de Mayo cuentan qué les gustaría que cambiara

El mundo deseado después de NiUnaMenos

En medio de la multitudinaria marcha contra los femicidios, Página/12 preguntó sobre los deseos para el día después. Las respuestas muestran cómo sería la vida cotidiana sin mandatos patriarcales ni violencias naturalizadas por el machismo.

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La licencia por paternidad. No tener miedo. No aguantar. Ir a bailar sin temor. Vestirse como cada quien quisiera. Que haya menos prejuicios. Ayuda económica a las mujeres golpeadas. La vida deseada después de un nuevo 3 de junio, contada por sus protagonistas.

- Gabriel Puricelli, sociólogo (50):

“Me gustaría que a madres y a padres nos resulte indiferente tener una hija o un hijo cuando tiene que salir a la calle o al mundo. Y desde las leyes y la política pública se puede hacer mucho. La licencia parental compartida es fundamental. Nuestras propias mujeres están condicionadas desde el nacimiento de nuestros hijos. La licencia maternal no tiene nada que ver con la licencia paternal en la Argentina que es de apenas dos días y sirve casi como una presentación con los hijos, “hola, ¿qué tal?” y nada más. Sirve para tenerla en brazos y no como una política de cuidados. En cambio, conozco varones canadienses que se han tomado seis meses de licencia y eso implica otro compromiso con la paternidad.”

- Coni Rosman, fotógrafa (30):

“Para mí lo ideal es que no haga falta igualar derechos. Hay que acortar las diferencias para que seamos iguales de verdad. Pero lo que más deseo es tener menos miedo. Desde la marcha del año pasado tuve secuencias de acoso como un exhibicionista que se bajo los pantalones y sentí el mismo miedo que a los 15. No sabía que hacer, quise gritar, pero el miedo me paralizó. Por eso mi deseo es que no haya miedo. Y también que haya cambios. Por ejemplo mi grupo de amigos varones armaron un grupo de watsap para venir a la marcha. Hay que apostar a las nuevas generaciones.”

- Fernanda Montero Lacasa, maestra de yoga (37):

“Mi mundo ideal sería con más libertad en las relaciones y en las escuelas. No tengo hijos porque el sistema escolar me pone en crisis. Pero quiero adoptar y educar a mi hijo de una manera divergente que lo conecte con la naturaleza del ser humano y que no lo uniforme. Estamos acá para hacer la diferencia. Por eso me gustaría que cambie la mirada del mundo que, también, muchas veces, es cultivada por mujeres.”




- Marisol Mostacedo, ama de casa (34):

“Por ahora no creo que haya un mundo mejor porque hay mucha violencia y va a seguir la violencia. Yo me defiendo. No me dejo maltratar. Hay que hacer eso. Lo mejor es que las mujeres no tengan miedo. Qué los enfrenten en su casa. Yo por más que tengo hijos chiquitos no tengo por qué aguantarme todo lo que el padre quiera hacerme. Si yo le demuestro que tengo miedo mis hijos pueden ser igual que yo. Cuando te ven que tenés miedo se aprovecha de vos. Así que mi mayor deseo es no demostrar miedo.”




- Juana Mestanza, ama de casa (30):

“Mi mayor deseo es no aguantar lo que nos pasa y ayudarnos entre las mujeres. Hay que defendernos y contar lo que nos pasa. Siempre es mejor avisar, hablar, estar entre mujeres y comunicar que sufrimos violencia. Lo mejor es defendernos entre mujeres. Y como con los gorditos no podemos trabajar también me gustaría que el Estado esté pendiente de los chicos, de su salud y de su bienestar y que haya lugares que los cuiden para que podamos trabajar.”


- Cindy Benolol, estudiante (17):

“Yo soy una chica que me gusta salir a bailar y estaría bueno salir a bailar cachengue sin miedo. No me gusta ir al boliche con capucha y auriculares para olvidarte que te pueden meter en un auto o tener miedo de terminar en una zanja. También me encanta el deporte y me gustaría ir a la cancha todos los domingos y poder charlar con un hombre sin que te digan que por ser mujer no sabes nada de fútbol.”

- Nicolás Goledani, fotógrafo (36):

“Mi deseo es que haya menos prejuicios sobre la vida del resto, si es puto, lesbiana, mina y criar a los hijos con mayor libertad y compañerismo.”





- María Celeste Palma, cineasta (36):

“Mi deseo es que compartir la crianza no sea un favor. No está bueno decir que el hombre te ayuda porque cría a su hijo igual que vos. Eso de decir que el marido es un copado no va. Son expresiones que usan muchas mujeres y que están heredadas de una concepción machista que se reproducen en la mirada femenina.”


- Yamila Trautman, conductora de Much Music (31):

“Mi deseo es un mundo en el que el respeto sea la prioridad y pasarla bien, también. En el que prime el disfrute, el goce, la solidaridad, pensar el goce del otro como el deseo propio. En las oficinas, en el rock, en los taxis tienen que ser esos valores los que tengan esos vínculos humanos. Igual habría que empezar de cero.”

- Agustina Ríos, estudiante (17):

“Queremos estar libres, no seguras. Quiero vestirme como se me canta, ponerme ropa ajustada, sin tener que bancarme que me digan de todo. Desde que tengo 12 años que me dicen todo tipo de agresiones que no quiero ni tengo por qué escuchar y que, lamentablemente, se hacen cotidianos. No quiero estar parada en una esquina, en Balvanera, y que me pregunten: “¿Trabajás?”, “¿Cuánto cobras?”. También me gustaría poder confiar en la policía. La policía ahora consume y transa con la prostitución y te dicen cosas en la calle. Es horrible tener que tenerle miedo, también, a la policía.”

- Flora Alkorta, guionista y comediante (44):

“Mi deseo es que si una chica es abusada la sociedad y los medios no la estigmaticen y digan que fue responsabilidad de ella por como estaba vivida o por sus actitudes. También me gustaría que los hombres no se sientan amenazados por las mujeres exitosas y puedan sentirlas pares. Y que los varones no sientan que solo es patrimonio masculino decir cosas graciosas que hacen pensar. Las mujeres también tienen el poder del humor y de hacer reír.”




- Zabo Zamorano, conductor de Much Music (27):

“El año pasado cuando presenté el texto en el programa para invitar a la marcha de NiUnaMenos lo cerré diciendo que ojalá, en el futuro, cuando un chico quiera saber cómo hubiera sido su vida como mujer solo tendría que llamar a su papá y a su mamá para preguntarles qué nombre habría tenido. Ese es mi ideal: un mundo igualitario. La única diferencia tendría que ser el nombre y que el género no te delimite que vas a sufrir discriminación y cómo vas a vivir.”

- Norma Andia, presidenta Federación Boliviana (53):

“Mi deseo es que haya apoyo económico para las mujeres golpeadas. Hoy se les dice que denuncien, pero después ellas no tienen para darle de comer a sus hijos y tienen que volver con el golpeador después de denunciarlo. O a él le ponen una restricción y ella tiene que salir a trabajar y dejar a sus hijos en su casa y cuando vuelve está la casa quemada con sus hijos adentro. Por eso, alguien tiene que ayudarlas con una subvención económica y a cobrar una cuota alimentaria cuando no hay ni una dirección a dónde ir a buscar al padre de sus hijos. Además se tiene que declarar la emergencia habitacional para que puedan ir a vivir a un lugar seguro.”

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