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El país|Martes, 12 de julio de 2016
Stiuso habló con La Nación a pocos días del aniversario del atentado a la AMIA

La reaparición del espía

El ex hombre fuerte de la SIDE repitió acusaciones contra el gobierno kirchnerista acerca de espionaje ilegal y sobre la muerte del fiscal Alberto Nisman. Sus afirmaciones fueron descartadas por la Cámara de Casación.

Por Raúl Kollmann
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El espía “Jaime” Stuiso habló con una periodista que dijo que “se lo encontró en un bar”.

“A Alberto Nisman lo mataron.” “El gobierno anterior me quiso matar, pero no me pudo encontrar.” “En la causa AMIA nunca se pudo avanzar porque los gobiernos taparon las cosas, se ocuparon de sobornar jueces, de pagar coimas.” “El kirchnerismo armó carpetazos a través de un servicio de inteligencia paralelo.” “No atendí a Alberto Nisman cuando me llamó el fin de semana en que murió porque tenía el celular en vibrador.” Estas fueron algunas de las definiciones de Horacio Antonio Stiuso, el superagente de la ex SIDE, que accedió a una entrevista con el diario La Nación. La Cámara de Casación ya se expidió sobre dichos similares de Stiuso ante la justicia: “en cuanto al contenido de la declaración del testigo Stiuso, se trata de especulaciones y conjeturas del declarante que, una vez más, no encuentran sustento en elemento objetivo alguno incorporado al proceso”. El ex titular de la Agencia Federal de Inteligencia, Oscar Parrilli, fue más drástico: “Stiuso es un personaje perverso, un psicópata, dedicado a amenazar a jueces, fiscales y políticos”.

Encuentro

El curioso encuentro del diario La Nación con Stiuso, que incluyó una aún más sorprendente foto del agente, se produjo a una semana del 22 aniversario del atentado contra la AMIA, cuando se va a hablar de la investigación sobre el atentado y también se hablará de la muerte del fiscal Nisman.

Resulta extraño que Stiuso diga que los gobiernos hicieron todo mal y que coimeaban jueces cuando la realidad es que él estuvo a cargo de pesquisa. Y su socio, en gran parte, fue Nisman. Nunca denunció nada de lo que ahora dice ni lo declaró en las dos veces que se le tomaron testimoniales en la causa de la muerte del fiscal.

Memorándum

Stiuso repitió ante La Nación el argumento que usan hasta el cansancio la CIA norteamericana y el Mossad israelí: que el Memorandum del caso AMIA favorecía a Irán. El agente afirma que se le quería echar la culpa del atentado a Siria.

Más allá de la efectividad del Memorandum, lo cierto es que los iraníes no lo quisieron ratificar ni se avinieron a que los sospechosos declaren ante un juez argentino. En Teherán consideraron que no era tan favorable para ellos como decía la oposición argentina y ahora dice Stiuso.

CFK, tardíamente, echó a Stiuso y compañía de la ex SIDE porque ellos –en línea con los republicanos de Estados Unidos y la derecha israelí– operaron contra el Memorandum, o sea contra una decisión de un gobierno democráticamente elegido. Las negociaciones con Teherán fueron similares a las que encabezó Barack Obama con el gobierno iraní y que derivó en un acuerdo de limitación nuclear firmado por las grandes potencias con el país persa. Las derechas de EE.UU. e Israel fueron y siguen siendo furiosos adversarios de aquellos acuerdos de paz con los iraníes.

Nisman

Stiuso aseguró en la entrevista que a Nisman lo mataron. Ante la jueza Fabiana Palmaghini no presentó una sola evidencia. Dijo que nadie se le escapa a los iraníes que, además, tuvieron –según él– ayuda del gobierno anterior. Ni Palmaghini ni la Cámara le dieron entidad definitiva a sus dichos y luego Casación directamente dijo que Palmaghini ni siquiera debió utilizar las palabras del espía como argumento porque eran “especulaciones y conjeturas”.

Stiuso no atinó a explicar cómo un supuesto comando podría haber entrado y salido del edificio sin ser visto, cómo podría haber entrado al departamento y después dejado cerrado por dentro, de qué manera podrían haberle pegado a Nisman un balazo a un centímetro de distancia sin resistencia alguna, en un baño en el que no hay una pisada ni una huella. Para redondear, Stiuso nada sugirió de por qué un supercomando como ese habría utilizado un arma vieja que estaba a nombre de Diego Lagomarsino, quien había prestado la pistola el día anterior. Lo único que dijo el ex agente es que nadie se escapa de los iraníes.

De la causa judicial surge que la denuncia de Nisman hacía agua por todos lados. Entre otras cosas, porque el norteamericano Ronald Noble, ex titular de Interpol, dijo que el fiscal mentía. Por lo tanto, Nisman necesitaba ayuda, alguien que lo auxiliara para sostener lo que denunciaba. Llamó cuatro veces a Stiuso. En la entrevista periodística, el agente repitió que no escuchó las llamadas porque tenía el celular en vibrador. Lástima que La Nación no le preguntó por qué no le devolvió las llamadas después que vio que el fiscal lo andaba buscando. Parece que ese fin de semana Nisman quedó solo y sin elementos para defenderse el lunes en el Congreso.

Pruebas

Es curioso que Stiuso señale que el gobierno anterior tenía un aparato de inteligencia paralelo, supuestamente manejado por el general César Milani, con el que armaba carpetazos contra otros políticos y jueces. Por ahora, no hay una sola denuncia de estos últimos carpetazos y tampoco apareció el aparato de inteligencia de Milani: a siete meses de gobierno, nadie exhibió hasta ahora ni las sedes ni los aparatos de ese supuesto aparato paralelo.

Lo que sí está claro es que Stiuso tenía 241 celulares que pagaba la Secretaría de Inteligencia, pero que las facturas llegaban a Jujuy 240, domicilio de American Tape, una empresa suya. Ahí parece haber evidencia del aparato de inteligencia paralelo que manejaba el ex jefe de Operaciones de la SI. Otro indicio es que Stiuso armó una causa en la que se acusó a una empresa, Dark Star Security, de hacer espionaje a favor de Gran Bretaña. Con esa maniobra falsa –denunciada por el fiscal Federico Delgado– se ordenaron escuchas ilegales a políticos, empresarios y otras personas.

Impunidad

Respondiendo a las acusaciones de Stiuso, Parrilli afirmó, en diálogo con Radio Del Plata, que “dentro del edificio de la ex SIDE él tenía dos pisos a los que solo entraban él y tres de sus allegados. Cuando nosotros accedimos, estaba todo destruido. Son pruebas de su espionaje ilegal. Durante los años en que tuvo poder, armó una estructura de extorsión y carpetazos a jueces. La prueba está en que nosotros iniciamos ocho causas contral él y ninguna avanzó. La entrevista demuestra que está activo y otra vez cerca de lo que es la SIDE actual. Nosotros, con una ley, transparentamos el sistema de inteligencia. Lástima que Macri, con un decreto, le dió marcha atrás”.

A casi 22 años del atentado a la AMIA es una lástima que Stiuso no haya dicho cómo se hicieron las maniobras para falsear la investigación del atentado, a quién se sobornó y quién estuvo detrás de todo.

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