El país|Viernes, 16 de enero de 2004

Por Martín Piqué y Fernando Cibeira

El viaje a Cuba que Néstor Kirchner no hará en febrero podría realizarse en abril, según informó a Página/12 el propio Presidente. En Cancillería aseguraron que la postergación no tiene relación con la reunión que mantuvo Kirchner con el presidente norteamericano George Bush el martes pasado en México, sino que se trata de un problema de complicaciones en la agenda. Además, también quedó abierta la posibilidad de que a fines de febrero o a principios de marzo viaje a Caracas para reunirse con el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y con el de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.
En el Gobierno buscaban dejar en claro que el saldo favorable del encuentro con Bush no los obligaba a hacer concesiones de ningún tipo. Es que Kirchner anunció que no iría a Cuba en febrero el mismo día que volvió de Monterrey, por lo que la interpretación lineal del hecho fue que era un gesto hacia Estados Unidos. Para más, también el martes, se supo que el Departamento de Estado había hecho una presentación judicial para evitar que los acreedores privados pudieran embargar los pagos que el Estado argentino realizara a los organismos internacionales.
La Cancillería desbarató la hipótesis de que estos hechos estuvieran relacionados. “No tiene absolutamente nada que ver”, aseguró Eduardo Valdés, jefe del gabinete de asesores del canciller Rafael Bielsa. Valdés explicó que Kirchner no irá por ahora a Cuba porque los técnicos de ambas diplomacias no llegaron a un acuerdo respecto de la deuda que la isla mantiene con la Argentina, por tal motivo “no están dadas las condiciones para el encuentro de los dos presidentes”.
Ayer, el presidente Kirchner, en diálogo con Página/12, adelantó que el viaje podría concretarse en abril cuando estos problemas técnicos queden solucionados. La posibilidad de la visita quedó abierta luego de que Bielsa estuviera con Fidel Castro en La Habana en octubre pasado. Esa visita del canciller motivó la semana pasada las críticas del subsecretario de Asuntos Hemisféricos, Roger Noriega, que el Gobierno replicó con dureza.
Por otro lado, la Casa Rosada ya anticipó que, también en abril, mantendrá el voto por la abstención cuando se debata la situación de los derechos humanos en Cuba en la reunión de la ONU.
Ni la visita a La Habana ni el voto en las Naciones Unidas dejarán a Estados Unidos muy contento. Menos aún lo estará si finalmente se concreta una posibilidad que Kirchner conversó con Chávez en México y que ayer anunció el propio presidente venezolano: una reunión a la que también se sumaría Lula, en Caracas, en la primera semana de marzo.
“Es muy positiva la noticia que ha surgido de las reuniones de Monterrey y, así lo adelanto, de una próxima reunión que sostendremos aquí en Venezuela Lula da Silva, Néstor Kirchner y este servidor”, contó Chávez. El encuentro funcionaría como cierre de una cumbre del G 15, que agrupa a países en vías de desarrollo. El G 15 se reuniría el 28 y el 29 de febrero en la ciudad de Guayana, mientras que la cumbre entre Chávez, Lula y Kirchner se concretaría el 1º de marzo en la ciudad de Puerto Ordaz.
Sin embargo, en la Rosada eran reacios en dar por cerrada esta posibilidad. También el gobierno brasileño planteó sus dudas sobre su concreción.
Por ahora, luego de anunciar que no irá al Foro de Davos ni a la reunión sobre prevención del genocidio que se realizará en Estocolmo, el único viaje confirmado del Presidente será a Madrid, a fin de mes. Allí participará de una feria internacional de turismo. “Es muy importante y la idea es que el Presidente acompañe a los empresarios argentinos, de Chile, Brasil y Uruguay, porque Kirchner es actualmente presidente pro tempore del Mercosur”, explicó Valdés.
Existía la posibilidad de que en ese viaje Kirchner se reúna con el jefe del gobierno español, José María Aznar, en lo que sería una especie de despedida. En España habrá elecciones el 14 de marzo y Aznar no se presenta como candidato.

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