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El ex secretario de obras públicas José López irá rápido a juicio oral y público. Su defensa desistió de apelar el procesamiento por “enriquecimiento ilícito” ante la Cámara Federal porteña, que ayer debía tratar ese tema. En paralelo, el juez Daniel Rafecas ordenó inspeccionar la casa de Dique Luján, en Tigre, desde donde López partió de madrugada con 9 millones dólares antes de ser arrestado en las puertas de un convento de General Rodríguez.
Luego de declarar que los nueve millones con los que fue caputrado in fraganti provienen de “la política”, López resolvió apurar su juicio oral y desistió de que se revisara el primer procesamiento en su contra. En su última declaración intentó despegar del caso a su esposa y a las monjas, que están en la mira del fiscal Federico Delgado.
Mientras busca nuevas pruebas para ampliar el procesamiento de López, Rafecas hizo lugar ayer al pedido de Delgado para que una junta médica analice si efectivamente es inimputable la jefa del convento, la madre Alba, quien puede ser procesada como cómplice. Delgado pidió además el procesamiento de la esposa del ex funcionario, María Amalia “Mary” Díaz; a los dos supuestos testaferros, el empresario Eduardo Gutiérrez y el contador Andrés Galera, y como encubridora a la monja Celia Inés Aparicio.
La inspección sobre la casa del Tigre fue ordenada por Rafecas luego de que López declarara que escondía los millones de pesos en un contrapiso del tanque de agua, justo arriba de la habitación matrimonial, medida que no aportaría ningún dato relevante para la causa.
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