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El país|Jueves, 25 de agosto de 2016
A nueve meses de gobierno, Peña presentó su informe de gestión ante la Cámara de Diputados

Con el discurso de estamos mal pero...

El jefe de Gabinete reconoció que el país está en recesión y admitió una caída del 1 por ciento del PBI. Sin embargo, lo consideró positivo dado “la herencia recibida”. Desde la oposición reclamaron un “cambio de rumbo”. “Vive en otro país”, dijeron.

Por Miguel Jorquera
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Peña asistió al Congreso acompañado por una veintena de colaboradores y expuso durante ocho horas.

Sonría, estamos trabajando. El jefe de Gabinete Marcos Peña afirmó ayer en su informe de gestión ante los diputados que el “diagnóstico”, “la hoja de ruta” y los “desafíos” que se trazó el Ejecutivo “van en el camino correcto”. Aunque luego reconoció que”Argentina está en recesión” y admitió que el Gobierno estima “una caída del uno por ciento en el PIB” para este año, Peña lo que consideró “positivo” de acuerdo “a la herencia recibida”. El jefe de Gabinete le adjudicó la brutal caída del empleo al “sinceramiento estadístico” e insistió que el desempleo está en los mismos niveles que el año pasado. Además, sostuvo que el déficit fiscal del 4,8 por ciento que estima el Gobierno se debe a “lo no pagado” en 2015. El ministro defendió la convocatoria a la audiencia pública por el tarifazo en el suministro de gas domiciliario, que excluye el costo de la extracción, dijo que el gobierno trabaja en una “nueva propuesta” para la tarifa del gas y se defendió reclamando a la oposición que acerquen “propuestas” para la realización de la audiencia. Pidió al Congreso que acompañe la reforma electoral que propone el macrismo para implementar la Boleta Unica Electrónica (BUE) y prometió que en septiembre el gobierno enviará al Parlamento el proyecto para modificar las escalas del Impuesto a las Ganancias. La oposición parlamentaria coincidió reclamar “un cambio de rumbo” y en afirmar que Peña “vive en otro país” y en “una realidad distinta” que el conjunto de los argentinos.

Los diputados de Cambiemos plantearon sus preguntas para apuntalar el informe de gestión de Peña, que agradeció como un guiño a la oposición amigable el acompañamiento a las leyes impulsadas por el Gobierno. Con una extensa lista de oradores, desde el Frente para la Victoria calentaron el debate. El jefe de la bancada, Héctor Recalde, planteó su preocupación por el empleo y la embestida presidencial contra las conquistas laborales. “El derecho al trabajo no destruye ni crea empleo, sí la política económica”, argumentó y propuso reducir la jornada laboral de 48 a 35 horas semanales para generar más puestos de trabajo. Peña deslindó ese tema en el Ministerio de Trabajo y en una discusión futura sin ámbito ni fecha que deberían abordar empresarios y sindicalistas.

“Quiero ser optimista, pero me parece un relato que no tiene nada que ver con la realidad y lo que está pasando en la Argentina”, disparó el diputado José Luis Gioja. El presidente del PJ cuestionó que el Gobierno, que reconoce la recesión, no haga lo mismo cuando niega el crecimiento del año 2015 en un contexto internacional desfavorable y que plantee “la baja de la inflación como un logro cuando en realidad es por la baja de consumo”. Al mismo tiempo, reclamó “crecimiento económico y un cachito más de justicia social”. Luego el sanjuanino pidió explicaciones sobre el supuesto desvío de fondos del Plan Belgrano –previsto para el NOA– hacia la provincia de Buenos Aires y la Capital. Peña lo negó sin mayores explicaciones.

Carlos “Cuto” Moreno advirtió que en la audiencia pública por la tarifa del gas “se da por sentado que no se va a discutir el costo del gas en boca de pozo”. “Es un grave error, la convocatoria viola el fallo de la Corte”, señaló y dejó abierto el escenario para nuevas judicializaciones.

El ex ministro de Economía Axel Kicillof apuntó a las proyecciones económicas del Gobierno, la pérdida de 13 puntos del salario real y reapertura de paritarias y el endeudamiento de 30 mil millones de dólares sólo del Tesoro Nacional.

Peña recurrió a su particular cálculo de lo que definió como “sinceramiento”. Negó que la argentina haya crecido y que el déficit fiscal haya sido del 1,9 por ciento del PIB en 2015. Sostuvo que la recesión actual “comenzó en el último trimestre del año pasado y que es menor que la recesión de 2014”. El ministro dijo que a pesar de la salida del default significó 20 mil millones de dólares, la deuda externa se redujo en la gestión macrista: “era de 244 mil millones de dólares en diciembre de 2015 y hoy es de 241 mil millones”, afirmó.

María Emilia Soria reclamó por la crisis de los fruticultures en Río Negro (ver aparte) y la marplatense Fernanda Reverta le apuntó al ministro por las negación oficial sobre las consecuencias del terrorismo de Estado en la Argentina.

–¿Usted desconoce, como el Presidente, la cifra de detenidos desaparecidos en la última dictadura? –preguntó Reverta.

–La discusión del número no modifica el Nunca Mças, que es una política de Estado. Los 30 mil es el carácter simbólico que le dieron los organismos. Se planteó un mal entendido como un desconocimiento del Presidente –se defendió Peña al esbozar una respuesta.

El flamante integrante del triunvirato de la “unificada” CGT y diputado massista, Héctor Daer, le señaló al ministro que “hay caída en el poder de compra del salario y en el trabajo argentino”. “Me asombra que pensemos que la única posibilidad de generar empleo es generar empleo más barato”, cuestionó el líder sindical y agregó que “está comprobado que bajar los costos no genera empleo; lo que genera empleo es potenciar la economía”. Luego el pope cegetista criticó que “el cambio” que propugna el Gobierno sea el de “un país exportador de materia prima sin ningún valor agregado e importador de bienes de consumo para que regulen el mercado”. “Esto ya lo vivimos”, aseguró. La también massista María Schwindt reclamó que la audiencia por el cuadro tarifario del gas “no se haga solamente en Buenos Aires sino por regiones”.

Los diputados del Bloque Justicialista también cuestionaron la política económica del macrismo. Uno de sus referentes, Diego Bossio, cuestionó el pase de la Anses –organismo que presidió– a la Jefatura de Gabinete. “¿Para qué?”, preguntó antes de referirse al uso político que le podría dar el Gobierno y desafió al ministro que diga –como había asegurado– que durante su gestión al frente de la Anses haya realizado un convenio con alguna empresa privada. Peña esquivó la respuesta.

“Vino patear la pelota hacia adelante en todos los temas. En Ganancias, que el año que viene habrá una nueva escala, pero ahora son más trabajadores que pagan. Vino a encubrir que han transferido enormes ingresos a los exportadores y a la banca, endeudamiento y bicicleta financiera mediante, mientras siguen castigando a trabajadores y jubilados”, sostuvo Néstor Pitrola (FIT-PO).

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