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El país|Sábado, 31 de enero de 2004
VISITA DEL COORDINADOR DE ANTITERRORISMO DE EE.UU.

“Están en buenas manos”

Cofer Black pasó por Buenos Aires “en visita de cortesía” y elogió al Gobierno por la cooperación contra el terrorismo.

Por Sergio Kiernan
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El embajador Cofer Black es un veterano de 28 años en la CIA.
Como quien estaba en el barrio y pasa a saludar, el coordinador para Antiterrorismo del Departamento de Estado, J. Cofer Black, llegó a Buenos Aires “en visita de cortesía” después de cerrar la conferencia del Cicte en Montevideo. Black, que presidió la delegación norteamericana a la reunión del Comité Interamericano Contra el Terrorismo, tuvo una reunión de alto nivel en la Casa Rosada, se deshizo en elogios sobre la actitud argentina en la lucha contra el terrorismo, confió que agentes argentinos entrenaron a norteamericanos, bajó la tensión sobre la Triple Frontera y dijo que “el pueblo argentino está en buenas manos”.
Black lleva en el cargo poco más de un año y tiene rango de embajador especial de su país. Es un verdadero experto en terrorismo con 28 años en la CIA, cuyo Centro Antiterrorista llegó a dirigir después de ser responsable durante dos años del área latinoamericana. Hombre de pocas palabras, le gusta decir que “estoy en el negocio de la realidad, no soy un político”.
Black explicó que la cuarta conferencia del Cicte –órgano fundado por iniciativa argentina, como se ocupó de destacar– se concentró en la seguridad aérea, de puertos y fronteras “para que los terroristas no puedan usar los sistemas de transportes para sus fines”. El encuentro trató también de cuestiones financieras, con los americanos explicando que ya lograron congelar 134 millones de dólares “de grupos terroristas” y subrayando la importancia de controlar los flujos de dinero en el área.
En la conferencia de prensa que dio ayer en la Embajada de Estados Unidos entre los truenos de la tormenta, Black explicó que el tema financiero es el que más preocupa respecto de la Triple Frontera, zona donde “se lavó dinero y donde queremos asegurarnos de que eso no ocurra más”. El embajador aclaró que “en este momento no tenemos noticia de ninguna actividad terrorista en la frontera” y que “fue la vigilancia del grupo 3+1 (Paraguay, Argentina y Brasil, más EE.UU.) lo que disuadió a los terroristas”. Black explicó que la Triple Frontera fue tan importante para los terroristas de Al-Qaida que “cuando allanamos casas seguras en Kandahar y Kabul, en Afganistán, encontramos posters de las Cataratas colgados en las paredes”.
“La Argentina es un aliado clave en la guerra global contra el terrorismo –dijo Black–, es un camarada, un par valioso y el otro país del hemisferio, junto al mío, que sufrió el terrorismo llegado de otras partes del mundo en carne propia. Lo que todos queremos es asegurarnos de que ningún otro país de las Américas sufra en carne propia semejantes horrores. Esto sirve para la seguridad de todos.” El embajador negó que EE.UU. “ayude” a la Argentina en algo más que en financiar ciertos aspectos de la seguridad: “Es una relación entre pares, camaradas que se ayudan entre sí y se dan apoyo mutuo en esta pelea. Aquí hay algunos reales profesionales en ese campo, hay experiencia. La Argentina dio entrenamiento útil a personal norteamericano en contraterrorismo”. Pese al asombro que causaron sus palabras, Black se rehusó a explicar en qué consistió el entrenamiento que agentes argentinos de inteligencia habrían dado a los de su país. Con gran cortesía, el funcionario tampoco quiso decir qué opinión le merecía el nivel profesional de organismos como la SIDE, especialmente cuestionados en el escándalo de las coimas del Senado y en el caso AMIA.
Black ya había elogiado a los argentinos en una reunión en el despacho del vicepresidente Daniel Scioli en la Casa Rosada, a la que fue acompañado por el embajador Lino Gutiérrez. También estaban los ministros del Interior, Aníbal Fernández, y de Justicia y Seguridad, Gustavo Beliz, el viceministro de Defensa, Jaime Garreta, el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, el de Inteligencia del Estado, Héctor Icazuriaga, el de Seguridad, Norberto Quantín, y el de Justicia, Pablo Lanusse. Los funcionarios escucharon con placer que “Estados Unidos espera continuar trabajando con la administración Kirchner contra el terrorismo en todos los frentes”. Este “trabajo”, explicó Black, consiste en “intercambiar información que permita identificar a los terroristas y cortar los eslabones de la cadena que les permite operar y financiar sus operaciones. Esto no es algo que hacemos sólo con la Argentina, pero me complace decirles que la cooperación entre Estados Unidos y la Argentina continúa siendo muy fuerte y está creciendo”.
Para Black, el grupo 3+1, formado por los países que comparten la Triple Frontera y por Estados Unidos para monitorear actividades terroristas en la zona y mejorar la seguridad de las fronteras, “es un modelo de trabajo para toda la región”. El embajador agregó que Cicte “es un organismo técnico efectivo formado por expertos en contraterrorismo y seguridad nacional, y como un proveedor de capacitación y un vehículo de intercambio de información concreta”.
“En la Argentina están en buenas manos, con funcionarios determinados a proteger el país en una guerra en la que, para citar el presidente George Bush, el mundo entero es el frente de batalla”, dijo Black. “Como demuestran los atentados en Africa y Medio Oriente, los terroristas pueden atacar en cualquier parte y van a atacar en cualquier parte.”

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