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A pesar de que la vicepresidenta Gabriela Michetti argumentó en defensa propia que “nadie piensa que soy corrupta”, la causa judicial por el origen de los 245 mil pesos y 50 mil dólares que le robaron de su casa el pasado 22 de noviembre sigue sumando fojas. Ayer declaró el contador de la Fundación SUMA, Marcelo Domínguez, como uno de sus testigos, dijo que él colaboró con 10 mil pesos a la fundación y según trascendió “brindó detalles sobre algunas inconsistencias en la declaración jurada de la vicepresidenta relacionadas con el préstamo de los 50 mil dólares que le habría hecho su pareja, Juan Tonelli”. El contador habría respaldado la versión de Tonelli según la cual los 50 mil dólares provenían de la venta de un departamento.
En el marco de la causa que instruye el juez Ariel Lijo, los abogados de Michetti encabezados por Ricardo Gil Lavedra habían pedido el sobreseimiento de su cliente y propusieron una lista de testigos, entre ellos, el contador, el rpesidente provisional del senado, Federico Pinedo; el ministro de Modernización, Andrés Ibarra, y el responsable de Medios Públicos, Hernán Lombardi.
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