Unos cuatrocientos trabajadores de la empresa de ropa deportiva Gatic y del Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas (MNER) ocuparon ayer al mediodía las instalaciones del juzgado de Juan Manuel Gutiérrez Cabello para reclamarle que dictara la quiebra de la firma y permitiera que tres de sus plantas funcionen autogestionadas por los obreros. Después de tres horas consiguieron que el juez les diera la tenencia de la fábrica de San Martín y hoy resolvería la situación de la de Pigüé.
Gatic, de la familia Bakchellian, está en concurso con un endeudamiento de más de 500 millones de pesos por los generosos créditos que recibió del menemismo. Sus principales acreedores son los bancos públicos. La compañía tiene nueve plantas en todo el país. En las de San Martín, Pigüé y Pilar, ante la incertidumbre y el atraso salarial de un año, los operarios conformaron cooperativas para seguir trabajando y reclaman la quiebra.
Un grupo inversor liderado por Guillermo Gotelli –ex Alpargatas– en acuerdo con Fabián Bakchellian busca quedarse con las fábricas de Pigüé, Pilar, Las Flores y Coronel Suárez. Hizo una propuesta para saldar las deudas a más de diez años y ofertó también la venta de cuatro plantas, entre ellas la de San Martín, con lo que de 4500 obreros quedarían 1500.
La semana pasada representantes del MNER se reunieron dos veces con el juez. “Hace diez días nos prometió que si los bancos públicos no daban su respuesta ante la propuesta de los inversores, dictaría la quiebra. El viernes en el juzgado hubo un encuentro entre todas las partes y allí el Banco Nación y el fideicomiso del Provincia dijeron que aceptaban el plan de Gotelli, pero no firmaron nada. Por eso fuimos a pedirle a Gutiérrez Cabello que cumpliera su palabra”, dijo Eduardo Murúa, titular del MNER.
Según relató Murúa, el juez les pidió 24 horas más para resolver. “Nos dijo que estaba presionado, le planteamos que no por eso debía demorar una salida para los trabajadores”, señaló el dirigente. En una asamblea que hicieron en la calle resolvieron ocupar el juzgado. Unas 50 personas subieron, entre ellas Murúa, el vicepresidente del MNER, José Abelli, y el legislador Diego Kravetz. Colgaron una bandera del despacho del magistrado quien, finalmente les dio la tenencia de la planta de San Martín.
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