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El país|Jueves, 20 de mayo de 2004

De Vido querelló a Carrió y ella dijo que tiene “listo el camisón”

El ministro de Planificación querelló a Carrió por llamarlo “cajero”. Pidió que se le sumen las penas para que vaya presa.

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Julio De Vido fue a Comodoro Py con una carpeta con recortes.
Llegó temprano a Comodoro Py, con una carpeta llena de recortes de diarios y revistas en los que Elisa Carrió lo señalaba como el vínculo entre el Gobierno y las empresas y lo definía como el “cajero” de Néstor Kirchner. Furioso, el ministro de Planificación, Julio De Vido, ratificó ayer ante el juez Rodolfo Canicoba Corral la querella por calumnias e injurias contra la líder del ARI, con un agregado: esta vez, el funcionario pidió que las penas se sumen, de manera que –si resulta condenada– la chaqueña termine presa. “No me voy a rectificar”, le respondió Carrió. Y bromeó: “Ya tengo el camisón para ir a la cárcel”.
Cada vez más dura en su rol de líder de la oposición, la ex diputada del ARI concentró sus críticas en De Vido prácticamente desde la asunción de Kirchner. “Es una de las personas que organizaba la recaudación de campaña del Presidente y es el que mantiene las relaciones con las empresas pesqueras más importantes”, explicó.
Aunque lo viene criticando desde hace meses, De Vido reaccionó quince días atrás, luego de que Carrió lo tildara de “cajero” y lo definiera como “una caja de fideicomiso”. Enojado, denunció a la líder del ARI por calumnias e injurias.
Ayer, el funcionario fue otra vez a los Tribunales. Le alcanzó los recortes al secretario federal a cargo, Marcelo Sonvico, y agregó una novedad: pidió que los delitos se articulen en “concurso real”, mecanismo que contempla sumar las diferentes penas. El “concurso ideal”, en cambio, implica que se toma en cuenta sólo la pena más grave.
Con la jugada, De Vido busca evitar que Carrió –en caso de ser procesada– se beneficie con la eximición de prisión prevista para los delitos que, como calumnias e injurias, contemplan penas inferiores a los tres años. De todos modos, a pesar del reclamo, el “concurso real” se aplica sólo en causas graves y no suele utilizarse para casos de calumnias e injurias.
Ayer, lejos de dar marcha atrás, Carrió insistió. “Bajo ninguna circunstancia me voy a rectificar de la verdad, cualquiera sea el precio que haya que pagar. Es preferible enfrentar el riesgo de una querella criminal a ser cómplice del silencio. La censura del periodismo y la criminalización de los dichos de la oposición son el germen de un autoritarismo grosero que el ARI no va tolerar”, señaló la chaqueña luego de enterarse de la denuncia.
Las declaraciones de Carrió forman parte de su estrategia para ubicarse como la líder indiscutible de la oposición. En este sentido, no es casual que enfoque sus cuestionamientos en De Vido, ex ministro de Economía de Santa Cruz y hombre de máxima confianza de Kirchner.
Desde hace unos diez meses, luego de un breve período de cautela, la chaqueña comenzó a criticar al Gobierno por diferentes motivos: la selección de aliados, el supuesto “exceso retórico” de Kirchner y la política económica, a la que acusó de no atacar la raíz de la deficiente distribución del ingreso.
El conflicto llegó a un punto máximo la semana pasada, cuando Carrió dijo que los Fernández (Aníbal y Alberto) “no pasan un examen de lectoescritura”. Sin muchas vueltas, el ministro del Interior se preguntó si había dicho eso por “abstinencia de hidratos de carbono”.
En este contexto de tensión entre Carrió y el Gobierno, ayer De Vido ratificó su querella. Y la chaqueña, en lugar de retroceder, insistió con sus críticas. “Hay un saldo bueno en materia de derechos humanos y en materia de Corte Suprema, pero no hay política. En educación, por ejemplo, no se sabe cuál es el rumbo y hay que recorrer los países de América latina para saber la desconfianza que genera la política internacional”, sostuvo la ex diputada cuando le pidieron un balance del primer año de gobierno de Kirchner. “Para mí, el Gobierno terminó en septiembre y ahí empezó la comunicación. Ya en marzo empezaron los problemas por ausencia de gestión”, explicó Carrió. Y concluyó: “Kirchner es mejor que Menem, pero miente. Tiene la misma concepción del poder que tiene el PJ”.

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