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El país|Viernes, 28 de mayo de 2004
UN DIA DE GIRA EN GUADALAJARA SIN KIRCHNER Y CON LOS CONSEJOS DE DUHALDE

“Hay que cuidarse, es un partido largo”

El ex presidente festejó que Kirchner haya decidido quedarse en la Argentina para curarse la gripe que le impidió viajar. Lavagna y Bielsa mantuvieron reuniones con sus pares, pero se frustraron muchas bilaterales y la cena que iba a dar el mexicano Fox.

Por Fernando Cibeira
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El ministro Lavagna y el ex presidente y actual representante del Mercosur, Eduardo Duhalde.
“Está bien la decisión que tomó el Presidente. Hay que cuidarse, éste es un partido largo”, aceptó Eduardo Duhalde la postura de Néstor Kirchner de no participar de la Cumbre de América Latina y el Caribe-Unión Europea debido a que no se había curado una gripe que lo tenía a maltraer desde hacía un par de días. Duhalde no repitió aquello que había dicho en un reportaje de Página/12 de que el Presidente se va a “inmolar” –bastante dolores de cabeza le trajo–, pero dio un concepto por el estilo. Opinó que Kirchner no le puede estar poniendo el cuerpo a todos los movimientos del Gobierno y que su gestión recién empieza, así que a veces conviene desacelerar.
No obstante, quedó claro que la presencia del Presidente era necesaria en la Cumbre. Las reuniones bilaterales previstas se levantaron, aunque anoche todavía se especulaba con que el jefe de gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, recibiera hoy a Rafael Bielsa y a Roberto Lavagna. Ni siquiera pudo concretarse la cena con el mexicano Vicente Fox y el chileno Ricardo Lagos por falta de comensales. En cambio, uno de fierro era el venezolano Hugo Chávez, quien anoche esperaba al canciller argentino para una larga sobremesa con anécdotas.
A Duhalde se lo vio al comienzo del vuelo, cuando recorrió los pasillos del Tango 01 saludando a los pasajeros. Duhalde viajó a Guadalajara con una agenda propia en su carácter de presidente de la comisión permanente del Mercosur. Con todo, una de las atracciones especiales del viaje era que se iba a encontrar con Kirchner por primera vez desde aquel cruce de fotos del Presidente con sus amigos transversales y la respuesta del bonaerense con los integrantes del Grupo Mausoleo. No pudo ser. Pero Duhalde no se mostró desilusionado sino que apoyó la decisión de Kirchner de guardar reposo. “Se tiene que cuidar”, remarcó, en el tono de quien ya ha pasado algunas.
Ni Duhalde, ni Bielsa, ni Lavagna se animaron a ocupar el dormitorio presidencial del Tango 01 que quedó cerrado. Y eso que el personal de a bordo lo ofreció y que Duhalde, que fue presidente, ya lo conocía. No quisieron que su gesto sea malinterpretado. Con las ausencias, el avión quedó bastante duhaldista. Viajaron el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Camaño; el titular de la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara baja, Jorge Argüello, y Eduardo Amadeo, hoy con funciones en el Mercosur. Si se tiene en cuenta que Lavagna arrancó como ministro durante el anterior gobierno, se llegará a la conclusión de que Duhalde se debe haber sentido cómodo durante el vuelo.
No obstante la importante representación del gabinete que significaban Bielsa y Lavagna, la agenda de la comitiva argentina se resintió con la falta del Presidente. Pese a la aspiración de mantener en pie las reuniones bilaterales previstas para ayer, las posibilidades se fueron deshilachando con el correr de las horas. El presidente de Francia, Jacques Chirac, levantó la entrevista y se creía que lo mismo haría el canciller alemán, Gerhard Schroeder.
Sólo quedaban expectativas de arreglar hoy un encuentro con Rodríguez Zapatero, algo que le hacía doble ilusión a Bielsa porque, gracias a la generosidad de un coleccionista, había conseguido un regalo especial. Conocedor de la afición del flamante presidente español por Jorge Luis Borges, le había hecho enmarcar una carta que el escritor argentino le envió en 1921 a una amiga de Mallorca, contándole sobre el libro que se encontraba escribiendo en ese momento. El canciller aseguró que lo especial del regalo no tenía nada que ver con las críticas recibidas por los saleritos enviados para agasajar la boda real. Ni siquiera se mantuvo la cena –un clásico de las cumbres latinoamericanas– que reuniría anoche a Fox, Lagos, Kirchner y Luiz Inácio Lula da Silva. Kirchner no vino y Lula no llegaba a tiempo dado que volaba directamente de China hacia México. Como Fox y Lagos ya se habían reunido, el encuentro quedó en la nada. Se suponía que allí se anunciaría la unión de México al Mercosur.
Bielsa mantuvo muchos encuentros con cancilleres, casi todos ellos europeos. Conversó con su colega francés, Michel Varnier, sobre el envío de tropas a Haití, un tema que preocupa a Francia, que tiene a sus hombres desplegados en la isla. El canciller, además, le reiteró la voluntad de la Argentina de juzgar al represor Alfredo Astiz en el país. Francia viene reclamando la extradición de Astiz, a quien condenaron en ausencia por la desaparición de las monjas Alice Domon y Léonie Duquet.

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