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El país|Lunes, 12 de julio de 2004

Manusovich cumplió el sueño del pibe de ser presidente del PJ

Después del desastre de Parque Norte, el dirigente de Fedecámaras reunió su pequeñísima corriente interna y se proclamó presidente.
El jueves hay audiencia conciliatoria para resolver el entuerto.

Por Diego Schurman
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Manusovich no espera que la jueza Servini le de la razón: “Sería revolucionario, ¿no?”.
Para el apoderado legal del PJ, todo el asunto es “un dislate” digno de “un mitómano.”
Algunos sueñan ser estrellas de fútbol. Otros astronautas. Rubén Manusovich quería ser presidente. Y lo logró. No de la Nación, como imaginó en algún momento. Pero dice, asegura y perjura que se convirtió en el mandamás del justicialismo. De una manera muy extraña, por cierto. Sin el aval del kirchnerismo ni del duhaldismo. Más aún, sin el apoyo de ninguna de las corrientes del partido. Ni siquiera de la Justicia, que recién se expediría el jueves sobre el tema. Pero, mientras tanto, a este dirigente de comerciantes, todavía sin acreditar su afiliación justicialista, ¿quién le quita lo bailado?
Manusovich aprovechó la sensación de vacío que quedó tras el Congreso Nacional Justicialista de Parque Norte, el pasado 26 de marzo. Ese día el gobernador jujeño Eduardo Fellner fue proclamado presidente del PJ. Pero el duro cruce entre Cristina Kirchner y Chiche Duhalde, una atacando y la otra defendiendo la “portación de apellido”, puso en duda el consenso logrado allí entre kirchneristas y duhaldistas. Y todo volvió a foja cero. Dicho en buen romance: a menos de una semana de haber asumido renunciaron los integrantes de la flamante conducción, con Fellner a la cabeza, y se decidió dejar los hilos partidarios, transitoriamente, en manos de la “mesa” del Congreso Justicialista, que encabeza el presidente de la Cámara de Diputados, el bonaerense Eduardo Camaño.
Entonces, Manusovich reunió al puñado de militantes de su Corriente 26 de Marzo y de la Agrupación Malvinas Argentinas para elaborar un acta. Allí se consideró en estado de “acefalía institucional” al justicialismo. “¿Cómo considerarlo si no a un partido donde ni Kirchner ni Duhalde se quieren hacer cargo de la conducción?”, reflexionó el dirigente.
En el acta también se calificó de “nulo” el congreso partidario de Parque Norte, se desconoció el poder de Camaño y se ungió al propio Manusovich como “presidente provisorio del Partido Justicialista” hasta que se nombren formalmente nuevas autoridades.
Amén de la búsqueda de protagonismo del dirigente, conocido por timonear una federación de cámaras empresarias del sector minorista (Fedecámaras), la Justicia, involuntariamente, terminó fortaleciéndolo, ya que si bien no aprobó de por sí las actuaciones del autoproclamado presidente el PJ tampoco las invalidó.
Concretamente, la jueza federal María Servini de Cubría, ateniéndose a los procedimientos habituales en estos casos, dio lugar al debate interno en el PJ al llamar para este jueves a una cita de conciliación, de carácter obligatorio, al que deberán concurrir Manusovich y el apoderado legal del partido, Jorge Landau.
Consultado por Página/12, este abogado cree que todo se trata de un “dislate” de un mitómano. Y asegura que las actuaciones de Manusovich son “improcedentes” por varias razones.
Porque la Justicia ya convalidó la conducción transitoria del PJ de Camaño, más allá de que ahora –cumpliendo un paso legal que la jueza no puede soslayar, indistintamente del grado de seriedad del reclamo– se llame a una conciliación obligatoria.
Porque Manusovich debió haber agotado todas las instancias partidarias antes de remitirse a la Justicia, como indica la ley para las organizaciones privadas. (“Hace un salto de garrocha para ver si puede quedarse con el partido”, se quejó Landau).
Porque no hay certeza de la afiliación justicialista del dirigente (quien ya hizo fórmula con Patricia Bullrich e intentó pelear la presidencia con la sigla Unión Popular).
En rigor, nadie cree –ni el propio Manusovich, dedicado en los últimos tiempos a defender a los deudores hipotecarios– que la movida pueda resultar algo más que un “golpe de efecto”. Pero sin dudas atizó el debatesobre la metodología de elección y también sobre la representación del partido más importante de la Argentina.
“Sabemos que esto puede tener un carácter estrictamente simbólico, pero demostramos que es posible romper con los aparatos”, señaló Manusovich a Página/12, seguro de haber conseguido la vidriera que tanto buscaba.
“Nos sirve, al menos, para que la gente reflexione, sobre lo que pasa adentro del PJ. ¿Quién discutió en el congreso partidario si hay trabajo en la Argentina? ¿Quién habló allí de la educación, la salud o la jubilación? Esto tiene que ser un elemento de presión para demostrar que las bases pueden tener una presencia activa, con una agenda concreta, y que el PJ no debe ser vaciado de contenido.”
–¿No reconoce que autoproclamarse titular del PJ es un acto de oportunismo?
–El PJ siempre habló de soberanía política, independencia económica y justicia social. ¿Tengo que explicar que se vació su doctrina? Lo único que hay son tarifazos y distribución inequitativa de los recursos...
–¿Pero realmente cree que Servini de Cubría lo puede confirmar como presidente del PJ cuando no cuenta con el apoyo de la mayoría?
–...Mmmmm. Sería un hecho revolucionario, ¿no?

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