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El país|Sábado, 31 de julio de 2004
EL USO DE LA AERONAVE OFICIAL EN LA GOBERNACION DE CORRIENTES

“Con el avión se traficaba”

El gobernador Ricardo Colombi confirmó las sospechas que sobrevuelan Corrientes al afirmar que “en otras épocas el avión se usaba para el tráfico de drogas”. La denuncia apareció al justificar el haberle prestado el Cessna 550 a su correligionario chaqueño Angel Rozas.

Por Martín Piqué
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El gobernador de Corrientes, Ricardo Colombi, denunció que el avión oficial se usó para narcotráfico.
El “avión negro” fue el mito de los peronistas tras el golpe del ’55. La creencia popular era que Perón regresaría del exilio en una nave de ese color. Una denuncia del gobernador de Corrientes, Ricardo Colombi, acaba de recuperar otra leyenda: el “avión blanco” de la provincia. En este caso no parece sólo fantasía, porque el tema llegó a la Justicia. Ayer, en declaraciones a una radio correntina, Colombi dijo que “en otras épocas el avión se usaba para el tráfico de droga”. Se refería a la aeronave sanitaria de la gobernación, un jet Cessna 550 Citation. Con su revelación, Colombi se defendió de las críticas por haber prestado esa nave a su correligionario chaqueño, el ex gobernador Angel Rozas, para viajar a Buenos Aires.
Colombi es radical, igual que Rozas. Ayer habló en un reportaje a la FM Sudamericana, de la capital correntina. Lo consultaron por el “uso indebido” de la aeronave, ya que hace pocos días se la prestó a Rozas para que viajara a Buenos Aires y pudiera tomar un vuelo internacional a Boston. En su condición de presidente del Comité Nacional de la UCR, Rozas quería participar de la Convención Demócrata que ungió a John Kerry como candidato presidencial. Como el chaqueño se había demorado participando de una “Cabalgata de la Fe” –una actividad folclórica de su provincia–, sólo podía llegar a Buenos Aires si un avión especial lo iba a buscar a Chaco y de ahí lo llevaba a Ezeiza.
Colombi envió entonces el avión sanitario de Corrientes a la ciudad de Sáenz Peña –la segunda ciudad del Chaco– para recoger a Rozas y llevarlo a Ezeiza. Ante las críticas de “uso indebido” del jet Cessna 550, Colombi se defendió recordando el pasado de la aeronave. “En otras épocas el avión se usaba para tráfico de droga”, dijo. “Había funcionarios de nuestra provincia que debían viajar a Capital Federal y sobraba un lugar”, argumentó para defenderse de las críticas por haber usado el avión para trasladar a Rozas. Para defenderse, Colombi denunció los “vuelos de la droga” que, supuestamente, habrían sido realizados por esa misma aeronave. No dijo más que eso ni amplió la denuncia.
El avión sanitario del que habló Colombi fue comprado en 1994 por la gestión de Raúl “Tato” Romero Feris, del partido Nuevo (PANU). Romero Feris fue gobernador hasta 1997. Ese año quiso ser reelecto pero no logró la habilitación constitucional. Lo sucedió Pedro Braillard Poccard, también del PANU, a quien los correntinos consideraban el “delfín político” de Romero Feris. Tras ser blanco de muchas acusaciones de corrupción, Braillard Poccard fue destituido el 4 de diciembre de 1999. Asumió entonces un gobierno provisional encabezado por el peronista Hugo Perié. Pocos días después, el 20 de diciembre, la Alianza ordenó la intervención federal de la provincia. Encabezada por Ramón Mestre, la intervención duró hasta que se convocó a nuevas elecciones, a fines de 2001. Allí ganaron Colombi y el peronista Ricardo Galentini.

Las pistas y los aviones

El jet Cessna 550 del que habló Colombi se compró en 1994. Su función era servir de “avión sanitario” para trasladar a enfermos de la provincia que por su gravedad debían ser atendidos en otro lugar. A veces era usado por los ministros y miembros del gobierno, aunque no era el único avión del que disponía la gobernación. Un ex funcionario de la intervención federal de 1999-2001 contó a Página/12 que Corrientes, a diferencia de otras provincias, tiene dos aviones y varios helicópteros a disposición de las autoridades.
“La historia de la flota aérea de Corrientes históricamente tuvo un sobredimensionamiento feroz. Estaba compuesta por dos aviones muy modernos y también por helicópteros. Era extraño en una de las provincias con más pobreza del país. Para tan bajo nivel de demanda era un exceso de parque. En la época de Romero Feris, se usaban como aviones sanitarios y para traer a Buenos Aires al gobernador y a los ministros”, contó el funcionario que acompañó a Mestre en la intervención. “También sucedían hechos extraños, como la caída de un helicóptero que fue muy sospechosa. Era extraño que no hubiese tenido combustible”, recordó ante este diario.
Cuando la intervención de la Alianza llegó a Corrientes se encontró con esa abundancia de aviones y helicópteros. Durante algún tiempo algunos de sus funcionarios se negaron a usarlos por cuestiones éticas. Otros no tuvieron tanto reparo. Pero el tema de la flota aeronáutica y el movimiento aéreo se volvió importante por un acontecimiento especial: en aquella época, el paraguayo Lino Oviedo se hallaba prófugo. Su esposa vivía en la provincia. Brasil y Argentina temían que Oviedo pudiera aparecer en esa zona para tomarse un vuelo y aparecer de golpe en Paraguay. Por eso se ordenó a la SIDE controlar especialmente el movimiento aéreo en la región.
Una consecuencia de esa orden fue que el Gobierno descubrió que en Corrientes había varias pistas de aterrizaje privadas y cuándo no, clandestinas. La investigación no avanzó mucho más, aunque los propios correntinos –tanto la gente común como algunos medios de comunicación locales– vinculan esas pistas al contrabando y también al tráfico de drogas.
“Necesitábamos más control de radar”, confió el ex funcionario de la intervención. Ese pedido de mayor control respondía también a algunos lobbies vinculados a intereses norteamericanos y a la Fuerza Aérea, que hablaban de la necesidad de aprobar un plan de radarización. Sin embargo, en el caso de Corrientes, la cuestión parecía tener más sustento: había muchos aviones, muchas pistas de aterrizaje y una opinión generalizada de que la flota aeronáutica podía (y había sido usada) para vuelos non sanctos. “Hay una anécdota en la provincia que dice que en el ’94, en Bolivia, detuvieron al avión de la gobernación por llevar droga. Es como una leyenda pero hubo en su momento denuncias”, recordó a Página/12 un allegado al gobernador Colombi.
También en los medios de comunicación locales coinciden en esas sospechas. Hablan de un misterioso triángulo Miami-Santa Cruz de la Sierra-Corrientes que consistiría en una red internacional de tráfico de droga. En esos vuelos, supuestamente, habrían estado vinculados ex funcionarios de la gobernación. Algunas de esas personas están prófugos de la Justicia argentina. La Justicia ahora tiene la palabra. Para empezar podría contar con lo que afirmó ayer Colombi.

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