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El país|Domingo, 12 de diciembre de 2004
EXCLUSIVO: EL TEXTO DE LA NOTA QUE ENVIO EL PRESIDENTE A FIDEL

La carta de Kirchner al “amigo”

Su tono es suave y amistoso, pero clarísimo: se trata de un tema humanitario que involucra a dos niños argentinos. Un paso más para que Molina viaje a Buenos Aires.

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En el Gobierno destacan las buenas relaciones con Cuba.
Tiene fecha del 2 de diciembre, el mismo día en que la recibió en mano el embajador cubano en Buenos Aires. Es de un tono amistoso y deja en claro que lo mejor es apartar a los chicos de cuestiones políticas. Lo que no está en la carta que el presidente Néstor Kirchner envió a Fidel Castro es la tensión entre ambos países por la negativa cubana a dejar que la médica Hilda Molina viaje a Buenos Aires a ver a su hijo, radicado aquí, y a conocer a sus dos nietos argentinos.
El texto completo de la nota es: “Estimado Presidente y Amigo: tengo el agrado de dirigirme a usted con relación al caso de dos pequeños ciudadanos argentinos, Roberto Carlos y Juan Pablo, de nueve y tres años. Probablemente ellos no sepan de usted, ni de mí. Menos de relaciones bilaterales, cuestiones políticas o devaneos judiciales. A su corta edad, el mundo casi se limita al grupo familiar y la escuela, a ir creando identidad y socializarse, entre juegos y a veces, por qué no, algunas dulces reprimendas de los padres”.
“Me he decidido a mandarle estas líneas por Roberto Carlos y Juan Pablo, que aún no han conocido a su bisabuela, Hilda, de 86 años, ni a su abuela Hilda del Carmen, que no es otra que la Dra. Molina. Sería vano que usted o yo intentáramos siquiera explicarles los motivos. Son sólo niños, con el derecho de poder recordar cuando hombres la calma que rodeaba la habitación cuando la abuela Hilda les leía un cuento para dormir.”
“Creo que estamos en condiciones de pensar y hasta sentir este caso desde un punto de vista humanitario exclusivamente y regalarles a estos pequeños argentinos, de ascendencia cubana, Roberto Carlos y Juan Pablo, una Navidad con su abuela y su bisabuela. Le propongo, estimado Presidente y Amigo, que juntos lo hagamos posible. Por la felicidad de esos dos niños, que como tantos otros serán hombres que por igual amarán a la Argentina y a Cuba. Voy, como en la canción de Silvio, ‘en busca de un sueño’. Confío en que contaré en el camino con su firme voluntad, generosa y solidaria.”
La carta es la continuación de negociaciones que comenzaron el verano pasado y se intensificaron en octubre y noviembre, a medida que se acercaban las fiestas de fin de año. Hace meses, el canciller Rafael Bielsa le puso el tema en la agenda de la visita de su par cubano, Felipe Pérez Roque. El ministro de Castro hasta terminó hablando de la doctora Miranda con el mismo Kirchner, que se la mencionó en su visita a la Casa Rosada.
En octubre y noviembre, Bielsa logró que intercedieran por la disidente cubana el canciller de España, Miguel Angel Moratinos, y el escritor Gabriel García Márquez. La carta de presidente a presidente fue el último paso en la escalada de gestiones.
Lo que realmente causó incomodidad en el gobierno argentino fue que Cuba liberara a disidentes condenados a largos períodos de prisión, por intervención de España, mientras mantiene la prohibición de hacer un viaje a Buenos Aires a una disidente cuyo caso tiene connotaciones mucho menos abrasivas. La incomodidad, por no decir fastidio, se agrava por una incomprensión: no se entiende por qué Castro se niega siquiera a atender un caso presentado por Argentina. En el Gobierno reiteran que desde que asumió Kirchner las relaciones bilaterales ganaron en intensidad, se restauraron los embajadores, se cambió el voto ante la ONU y se recibió a Castro y a su canciller como amigos.
En su momento, Cancillería se ocupó de aclarar que la convocatoria del embajador argentino en La Habana, Raúl Taleb, para que informara en Buenos Aires sobre el caso Molina no fue “en términos diplomáticos”, es decir, no fue una rebaja en la calidad de las relaciones. Pero el Gobierno se encargó de dejar en claro que, si bien eso era cierto, el principal motivo del viaje de Taleb fue informar al presidente sobre qué ocurre con el viaje de la doctora Molina.

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