“¡¡¡Siempre vuelven los muchachos de la CGT!!! De Alfonsín para acá es lo de siempre. Acá Rueda le da un toque femenino que antes no había. De eso hablaban y por eso la risa de ella y de Kirchner. Lingeri y Moyano están más serios. Y uno acá puede leer lo que logra el poder. ¿Dónde están las camperas de cuero? Es increíble, pero hasta Ubaldini llegó a abandonar más de una vez su campera de cuero para venir a la Rosada. Los muchachos se visten, se empilchan, se arreglan. El Palacios es el Palacio, aun para los sindicalistas.”