Los diputados, senadores y funcionarios políticos no son los únicos que no pueden salir a la calle. El represor Luciano Benjamín Menéndez no pudo sacar su plata del Banco Suquía, en Córdoba, debido a que fue reconocido por otros ahorristas. El gremialista Oscar Lescano, titular del Sindicato de Luz y Fuerza, se tuvo que ir de un restaurante rosarino.
En medio de las largas colas de la sucursal del Banco Suquía del barrio cordobés Cerro de las Rosas, se asomó el ex jefe del Tercer Cuerpo de Ejército. Dos mujeres fueron las primeras en reconocerlo. A los gritos de “asesino”, le reclamaron que se fuera del lugar y fueron respaldadas por varios clientes que, ansiosos, esperaban saber qué pasaba con su dinero. Menéndez no pudo averiguarlo. La preocupación de los ahorristas por la ola de rumores que el viernes pasado indicaban que el Suquía tenía problemas de iliquidez, no les impidió recordar quién es Menéndez: el máximo responsable de los crímenes del terrorismo de Estado en Córdoba. Esta vez, el represor, que en otra oportunidad atacó con un cuchillo a quienes lo increpaban, decidió retirarse.
Lescano llegó el viernes –pero el hecho se supo ayer– al restaurante La Marina acompañado por un amigo. Fue rápidamente reconocido por algunos comensales que le exigieron que se fuera. Una persona, incluso, se puso de pie y, a pocos metros del dirigente, indicó a los presentes que Lescano había sido “el coautor de los 14 paros que le hicieron a (el ex presidente Raúl) Alfonsín” y que, por eso, el país “está como está”. Tras las palabras del improvisado orador, los clientes que se encontraban en el lugar comenzaron a golpear vasos, botellas y platos con cuchillos y tenedores, al grito de “que se vaya, que se vaya”.
Como la protesta no amainaba, después de un rato, el gremialista
optó por retirarse de La Marina, un conocido local de más de medio siglo de existencia, ubicado en el microcentro de Rosario, frente al Parque Nacional de la Bandera. El lugar es frecuentado por políticos de distinta extracción partidaria debido a la cercanía con el Concejo Municipal, que se encuentra en la misma cuadra.
Imprimir|Regresar a la nota