Un fiscal pidió que se citara a indagatoria a 13 enfermeros del hospital Garrahan, a quienes acusó de haber cometido el delito de “abandono de persona” por participar del paro en reclamo de un aumento salarial. La medida fue planteada por César Troncoso al juez de instrucción Eduardo Niklison. El fiscal había realizado, en abril y en julio, varias inspecciones al hospital, pero hasta ayer se desconocía que existiera una causa contra los trabajadores en huelga.
En el caso de que el juez acepte su pedido, será la primera vez que los enfermeros del hospital sean llevados ante la Justicia desde que iniciaron el conflicto gremial.
El personal no médico nucleado en ATE reclama un sueldo básico de 1800 pesos. A principios de esta semana el Gobierno les hizo una oferta de un 20 por ciento de aumento, que los trabajadores rechazaron por considerar insuficiente, ya que situaría su sueldo mínimo en 1200 pesos. Hoy completarán un paro de 72 horas, que podrían continuar con otro de 96 si finalmente no llegan a un acuerdo.
La negociación salarial ha sido dura, con fuertes cruces entre las autoridades y los trabajadores. La semana pasada, el ministro de Salud, Ginés González García, acusó a los dirigentes gremiales de hacer “terrorismo”, mientras que las autoridades del hospital advirtieron que tomarían medidas “económicas y administrativas” contra el personal de paro. Pero, con toda su carga conflictiva, hasta ahora la discusión había avanzado mediante la negociación sindical.
Aunque el expediente judicial aún no se conoce públicamente, fuentes de tribunales dijeron que el fiscal había recibido denuncias de familiares de chicos internados y que la falta de atención médica se habría producido “en las Unidades de Cuidados Intensivos, Cuidados Intermedios y Moderados y en Neonatología”.
El abogado de la CTA, Juan Carlos Capurro, representante del personal no médico, consideró “preocupante” el pedido de las indagatorias. “Significa que vamos a una nueva criminalización de un reclamo social. Este es un pedido salarial que en cualquier país del mundo se desarrolla como un conflicto gremial”, consideró. Por su parte, el delegado Gustavo Campos rechazó que el paro implique el abandono de personas. “Cuidamos especialmente que todos los chicos tengan atención. No podríamos volver a la sala si tuviéramos un solo problema con un paciente”, dijo.
El punto es uno de los ejes de la discusión sobre el conflicto. Ayer, los directivos del hospital insistieron en que los enfermeros y técnicos no están cumpliendo con las guardias mínimas y advirtieron que por la protesta podrían tener que evacuar a los internados.
Durante el día, los inspectores del Ministerio de Trabajo hicieron un relevamiento en el hospital y el titular de la cartera, Carlos Tomada, advirtió a los delegados que “deben cumplir con las guardias mínimas” o en caso contrario “serán susceptibles de una sanción económica”.
¿Qué servicios deberían garantizar los enfermeros? También eso está en debate. El Gobierno sostiene que durante la huelga cada área debe contar con por lo menos el 50 por ciento de su personal, para lo cual fijó cantidades concretas por cada sector del Garrahan. Los delegados replican que los números establecidos por el ministerio implican “un número muy alto de enfermeros, en algunos sectores incluso superiores a la dotación del hospital en un día normal”, sostuvo Gustavo Campos. Los inspectores terminaban anoche de hacer su relevamiento, que hoy darán a conocer.
Así las cosas, la situación parece estar lejos de un acuerdo. El malestar entre Gobierno y los huelguistas podría acentuarse hoy, ya que los delegados anunciaron para el mediodía un escrache al ministro de Salud Ginés González García. Si el día termina con las negociaciones estancadas, mañana habrá una asamblea con el horizonte de un paro por cuatro días.
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