“En julio de este año nos llegó la versión de que el resonador magnético, que fue comprado hace cinco años pero nunca instalado, había sufrido un robo. Solicitamos a las autoridades del hospital que nos informaran; nos respondieron que efectivamente eso había ocurrido, pero sin dar más datos”, se lee en una presentación que los delegados del Garrahan hicieron a la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, en la que piden al organismo que intervenga para “recabar información” sobre el robo e impulsar la instalación del equipo. El reclamo de investigación tiene una fecha reciente, de agosto, y es la última cuenta de un collar de denuncias iniciadas en el 2003, que hasta ahora no han tenido respuesta.
Entre los reclamos presentados de manera oficial por la comisión interna, cuyas copias vio este diario, las quejas por los robos comparten el espacio con irregularidades de tipo sanitario. En febrero de 2004, durante una ola de calor, salieron de funcionamiento durante diez días los equipos de aire acondicionado del hospital. En su lugar se pusieron ventiladores en sectores cuyo uso no está permitido por razones de riesgo infectológico. La comisión interna lo denunció y en ese marco solicitó que se investigue un presunto hecho de corrupción en la compra de un equipo acondicionador por 400 mil dólares que nunca fue instalado.
Se presentaron asimismo por el no funcionamiento de los montacargas, situación por la que los ascensores para trasladar pacientes se utilizaban también para transportar basura con residuos patológicos. Reclamos más viejos, de octubre del 2003, piden al Consejo de Administración que “tome medidas” para frenar los continuos robos de material médico.
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