No es que la elección de octubre sea un plebiscito nacional, sino más bien una suma de plebiscitos que tienen sus razones y protagonistas locales.
Por Raúl Kollmann
Más allá de que la Casa Rosada intentó nacionalizar las elecciones de octubre, las encuestas demuestran que lo que existe en la realidad es una serie de 24 plebiscitos en los 24 distritos electorales. Y cada una de esas elecciones es un mundo donde pesa la interna del justicialismo pero mucho más la gestión de los gobernadores y la visión que tienen los ciudadanos de la política local. Por ello, en Corrientes, Entre Ríos, Santiago del Estero, Chaco y Formosa el oficialismo provincial está fuerte y lleva las de ganar. En dos de esos distritos –Santiago del Estero y Corrientes–, el kirchnerismo va aliado a la Unión Cívica Radical y son amplios favoritos para ganar en octubre, algo que tiene importancia sobre todo en Corrientes, la única provincia en la que se elige gobernador. Por lo que se ve hasta ahora, el resultado de octubre no será un dato nacional, sino la suma algebraica de mundos muy distintos y motivos de voto muy diferentes.
Las conclusiones surgen de cinco encuestas realizadas por la consultora Opinión Pública, Servicios y Mercados, que lidera Enrique Zuleta Puceiro. En cada caso los sondeos reflejan las ciudades pequeñas y grandes y se ha respetado la proporción por edad, sexo y nivel económico-social. Los trabajos tuvieron la coordinación de Julián Lisa e Isidro Adúriz. “No debería llamar la atención que haya fenómenos tan diferentes en las distintas provincias –señala Zuleta–. Si se mira bien, la provincia de Buenos Aires tiene una poderosa interna Kirchner-Solá-Duhalde, que es muy específica y en la que Kirchner necesita obtener una gran ventaja para exhibir un buen resultado a nivel nacional y Solá necesita el buen resultado para consolidarse como gobernador. La Capital, en cambio, presenta un panorama distinto, con un Mauricio Macri que ya ganó una elección y con fenómenos específicos como Cromañón o los piqueteros, que tendrán su influencia. Eso mismo ocurre en el interior, cada distrito tiene particularidades.”
Para Zuleta “hay un parámetro bastante general que es la situación de fortaleza de los gobernadores, en general exitosos en su gestión y que se van a someter también a una especie de plebiscito en esta elección. Como todo el mundo sabe, la mayor duda está en Santa Fe, donde los pronósticos indican una posible derrota del gobernador Jorge Obeid. De todas maneras, debe tenerse en cuenta que Obeid llegó a la gobernación gracias a la Ley de Lemas, porque en verdad ya había perdido. Pero fuera de Obeid, los demás gobernadores parecen favoritos”. Esto es lo que se refleja:
- En Corrientes la alianza entre el radicalismo y el kirchnerismo que lleva a Arturo Colombi como candidato a gobernador tiene más de la mitad de los votos. Muy lejos queda el peronismo tradicional y las fuerzas que de la mano del ex gobernador Raúl Romero Feris dominaban la provincia.
- En Santiago del Estero también hay una alianza entre el radical Gerardo Zamora y la Rosada, al punto que Marta Velarde, segunda candidata, es kirchnerista. Esa alianza también recoge más de la mitad de los votos.
- En Entre Ríos, la fuerza del líder peronista provincial, Jorge Busti, en sintonía con el kirchnerismo, también se prepara para una victoria holgada. Su lista hoy en día ya ronda el 50 por ciento de los votos y tiene muy debilitado al radicalismo.
- En Chaco, el peso del líder radical Angel Rozas sigue siendo enorme. El ex gobernador va camino a ganar por amplio margen, quedando segunda la candidata del kirchnerismo, Gladis Soto.
- En Formosa, el peronismo gobernante va a la cabeza pero surgió un radical, Luis Naidenoff, titular de la Red Solidaria provincial, que le ganó la interna al aparato, y aparece como un postulante fuerte. Tercero se ubica Vicente Joga, duhaldista, y otrora el dirigente más poderoso del PJ formoseño.
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