“Telesur ya es una realidad y Petrosur lo será dentro de poco. Ahora vamos a avanzar con Empresur.” Las palabras de Hugo Chávez sonaron casi como una frase improvisada durante un acto oficial el jueves pasado en el Teatro Teresa Carreño de Caracas. Sin embargo, la propuesta para integrar a las empresas recuperadas por sus trabajadores en un movimiento regional con la creación de un fondo de financiamiento común se viene escuchando en el Palacio de Miraflores desde hace algunos meses, y todo parece indicar que se colará en las discusiones de la Cumbre de las Américas bajo la consigna de fomentar el trabajo en el continente. El gobierno de Chávez ya buscó dar una señal concreta al respecto y la iniciativa tuvo la semana pasada como capítulo inicial el Primer Encuentro Latinoamericano de Empresas Recuperadas, realizado en Venezuela con la presencia de casi todos los países de la región.
Mar del Plata no es la única ciudad empapelada con mensajes contra el ALCA o las diatribas hacia el gobierno de George W. Bush. A tan sólo unas horas del aterrizaje de Chávez en la ciudad balnearia, en Caracas los disparos hacia la IV Cumbre de las Américas se escuchan en cualquier esquina. Durante los últimos días, el gobierno venezolano ha estado trabajando sobre las propuestas para el documento que firmarán mañana los 34 presidentes en Argentina. Uno de los puntos en los que Venezuela hará mayor hincapié es en la búsqueda de “formas de economía alternativa” que permitan erradicar el desempleo del continente. En un claro gesto para mostrar avances en esta dirección, la administración de Chávez organizó la semana pasada un Encuentro de Empresas Recuperadas. Por primera vez, casi mil trabajadores y representantes sindicales participaron en una jornada que durante tres días buscó integrar las experiencias de autogestión obrera en la región. La iniciativa concluyó con la creación de un fondo de financiamiento común que otorgará créditos a muy bajo interés y que contará con un capital inicial de 5 millones de dólares.
Chávez encabezó el acto inaugural del encuentro, al que consideró como “un nuevo paso hacia el ALBA”. El mandatario aprovechó la ocasión para reflotar la propuesta alternativa al ALCA y lanzar sus acostumbradas críticas a la Cumbre. “Cinco años atrás, estas reuniones en Latinoamérica eran un canto al neoliberalismo. Hoy estas 235 empresas recuperadas son el primer paso de lo que debe ser una dirección estratégica”, señaló sobre la iniciativa, a la que bautizó como Empresas Recuperadas del Sur (Empresur).
Otro tipo de mercado
“Los mineros somos de pocas palabras y de mucho accionar, por eso nos sentimos felices de lo que pasó durante este encuentro. Porque no fueron sólo palabras, como siempre pasa con los gobiernos que nos dan la espalda”, comenta Alfredo Aguilar Nina mientras intenta sostener una parva de papeles entre sus dedos chamuscados. Como representante de la Federación Sindical de Mineros de Bolivia, Alfredo es uno de los 700 trabajadores que viajaron a Venezuela.
Además de las 200 empresas recuperadas, participaron dirigentes de las principales centrales obreras de la región. Uno de los puntos que generó más polémica justamente fue la discusión sobre el rol de los sindicatos en la recuperación de fábricas. El encargado de prender la mecha fue el propio Chávez, cuando en el discurso inaugural llamó a “dejar definitivamente el viejo y desgastado sindicalismo”. Según explicó Eduardo Murúa, del Movimiento de Empresas Recuperadas (MNER), el encuentro además sirvió para generar acuerdos bilaterales que comprenderán la transferencia de tecnología y la capacitación de mano de obra. Más allá de los logros alcanzados, todos coincidieron en que se trató de un primer paso en el diálogo, ya que aún faltan profundizar las condiciones de los acuerdos. La intención es que los primeros intercambios comerciales puedan concretarse para el próximo encuentro que ya tiene fecha: será en julio y nuevamente tendrá como escenario la ciudad de Caracas.
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