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El país|Viernes, 11 de noviembre de 2005
LA DISCUSION POR LA CONDUCCION DEL SENADO

Renovación y cambio marca K

Pampuro sería el presidente provisional del Senado en lugar de Guinle. En el bloque del PJ seguirá Pichetto.
La discusión está centrada en el manejo de las comisiones.

Por Eduardo Tagliaferro
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El jefe del bloque del PJ, Miguel Angel Pichetto, conversando con Cristina Fernández de Kirchner.
“Todavía no se habló en el bloque, pero el tema tiene vida propia y es el comentario obligado de casi todas las reuniones”, respondió un importante legislador del oficialismo cuando este diario lo consultó por la posible designación del futuro senador José Pampuro como presidente provisional del Senado. Esto implicaría el desplazamiento del chubutense Marcelo Guinle. No deja de llamar la atención, ya que en los dos años de kirchnerismo Guinle mostró ser una pieza importante en el funcionamiento de la Cámara alta. Conocedor del reglamento y con buen manejo de las sesiones, el chubutense, segundo en la línea de sucesión presidencial, estuvo sentado en la butaca de mando cada vez que los temas le exigían al oficialismo. ¿Por qué entonces reemplazarlo? Entre otras cosas por la necesidad de otorgarle a Pampuro un lugar más destacado que el de un legislador raso. A esto, casi todos los consultados por Página/12 le suman que el presidente Néstor Kirchner guarda cierto enojo con Guinle por su eterna disputa interna en Chubut con el gobernador Mario Das Neves. Algo que, subrayan, incluso se notó en la última campaña electoral.
Cierto es que todavía quedan muchas madejas por desarmar, ya que la sesión preparatoria en la que se eligen las autoridades del cuerpo, por una cuestión reglamentaria, suelen realizarse el 24 de febrero o el primer día hábil que le siga. El legislador consultado por este diario resaltó que las versiones van a incidir en el ánimo del bloque y que eso terminará resintiendo el funcionamiento del Senado. Destacó como ejemplo que en la sesión del miércoles pasado costó sobremanera lograr el quórum necesario para discutir la ley de antievasión laboral. Los remolones no eran otros que los propios legisladores del oficialismo. No son pocos los que refunfuñan sus enojos en voz baja.
Por lo pronto, una de las pocas cuestiones sobre las que no hay dudas es que el rionegrino Miguel Angel Pichetto seguirá al frente de la bancada oficialista. Bloque que, tal como adelantó este diario, tendrá el sello de PJ-Frente para la Victoria. Una manera de sumar el apoyo de los kirchneristas no peronistas, como la porteña Vilma Ibarra y quizás el del cordobés Carlos Rossi, encolumnado en el Frente Nuevo de Luis Juez.
No son pocas las cuestiones que le quedan por definir al oficialismo. El futuro bloque no deja de producir ruido en históricos referentes del justicialismo, como es el caso del pampeano Rubén Marín, el tucumano Rubén Miranda o el propio catamarqueño Ramón Saadi. Estos son temas cuya definición incluso puede postergarse por el largo receso del verano.

Las comisiones

Sin embargo, varios legisladores ya le están sacando punta al lápiz para negociar el futuro armado de las comisiones parlamentarias, lugares destacados en los que suele disputarse una cuota de poder. Al bloque mayoritario le quedan por definir algunas vacantes que dejan un par de senadores que finalizan su mandato el próximo 10 de diciembre.
Tal el caso del riojano Jorge Yoma, titular de la Comisión de Acuerdos, quien iría como embajador en México. Otro de los senadores que deja su banca es el misionero Ramón Puerta, titular de la Comisión de Relaciones Exteriores. No hay nombres de probables sucesores. Los consultados por este diario señalaron que todavía hay tiempo para realizar estas definiciones. A quien seguramente el oficialismo intente reemplazar como titular de la Comisión de Legislación General es a la puntana Liliana Negre de Alonso.
Tampoco es improbable que el bloque mayoritario vaya por dos comisiones que hasta el 10 de diciembre conducen los radicales que terminan su mandato: la de Justicia, cuyo presidente es el puntano Jorge Agúndez, y la de Trabajo, que encabeza Carlos Pradez. “Todavía no hablamos nada, no hubo ningún escarceo”, comentó a este diario el mendocino Ernesto Sanz, candidato cantado a presidir la bancada radical. Sanz admitió la pérdida de tres bancas en la representación parlamentaria, ya que ni Agúndez en San Luis, ni Mónica Arancio en Jujuy, ni Mario Losada en Misiones serán reemplazados por otro radical. En estos casos, futuros neokirchneristas ocuparán esas bancas. “Estamos tratando de incorporar al bloque a Luis Falcó y Rodolfo Terragno”, dice Sanz, tratando de compensar con la suma de estos dos disidentes las tres bajas que la última elección legislativa le propinó al radicalismo.
El radical mendocino no duda en señalar que si bien su bancada tratará de tener “mayor dinamismo y de hacer una oposición republicana, que ponga límites a un gobierno con tendencia hegemónica, de ninguna manera transaremos con Carlos Menem y Adolfo Rodríguez Saá”. Todavía queda mucha tela por cortar, pero el tan-tán de los tambores de la selva ya se escucha en los pasillos de la Cámara alta.

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