El gobernador Felipe Solá les tomó ayer juramento a los nuevos integrantes de su gabinete y les pidió “luchar por el nuevo orden político que votó la mayoría el 23 de octubre”. Durante el acto que encabezó en los jardines de la Casa de Gobierno, en La Plata, Solá aseguró que la educación será la prioridad en los dos últimos años de gestión en su provincia y en ese sentido adelantó que el presupuesto educativo para 2006 duplicará el destinado al rubro en 2003. También se propuso dejar la provincia con “una mayor institucionalidad”, algo que este año no le fue posible, explicó, por culpa de “la lucha política”.
El gobernador encabezó la jura de los nuevos ministros y secretarios que lo acompañarán en esta nueva etapa de su gestión y que, en su mayoría, cumplían funciones en otras áreas del gobierno. Solá puso en funciones a Mario Oporto como jefe de Gabinete, en reemplazo de Rafael Magnanini, y a Claudio Mate como ministro de Salud, en lugar de Ismael Passaglia, elegido presidente de la Cámara de Diputados bonaerense.
Oporto se había desempeñado como ministro de Educación, pero al conseguir una banca en la Legislatura en los últimos comicios, el gobernador designó en ese puesto a Adriana Puiggrós. Sin embargo, luego Solá optó por pedirle a Oporto que no asumiera su banca y lo convocó como jefe de Gabinete en lugar de Magnanini, quien ocupará un puesto en el directorio del Grupo Bapro. En tanto, el intendente de Campana, Jorge Varela, asumió como nuevo ministro de Desarrollo, en reemplazo de Juan Pablo Cafiero, quien dejó la función pública en la provincia. Por último, el gobernador puso en funciones también a Edgardo Binstock en la Secretaría de Derechos Humanos, un cargo que dejó libre Remo Carlo-tto, quien asumirá como diputado nacional.
El discurso de Solá estuvo centrado en la problemática educativa. Estimó que el presupuesto del área para el año próximo rondará los 7300 millones de pesos, “con lo cual pondremos más fondos de lo que la inflación hubiera requerido”.
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