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El país|Jueves, 2 de febrero de 2006
ACUERDO CON GRANDES SUPERMERCADOS. AHORA, LOS ESCOLARES

Contra los precios, con las cadenas

Economía completó acuerdos de precios en un compromiso por un año con las mayores cadenas comerciales. Antes lo hizo con fabricantes de insumos para envases y productos masivos, en general, en mercados monopólicos. Enero cerró por debajo de un techo virtual del 1,5 por ciento. Confían en achatar el índice.

Por Claudio Zlotnik
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La ministra volvió a sonreír. Felisa Miceli cree en el instrumento de los acuerdos.

La renovación del acuerdo con los supermercados le dejó al Gobierno el sabor de haber cerrado un ciclo. Hace dos meses, las cadenas se convirtieron en el primer sector en comprometerse a mantener los precios de 228 productos. Después les siguió una lista de formadores de precios de distintas industrias. El nuevo convenio con los súper, a un año de plazo revisable cada dos meses, revalidó la idea del Ejecutivo de que los acuerdos de precios sirven para contener las expectativas inflacionarias. Economía y empresarios quedaron en ampliar la nómina de productos en los próximos diez días. Felisa Miceli dijo que el próximo paso será sellar acuerdos con los sectores ligados al presupuesto escolar. Los acuerdos le habrían permitido a Economía limitar la suba del índice de precios a menos del 1,4 por ciento en enero, según fuentes oficiales. Pero va por más.

El pacto con los supermercadistas se firmó ayer a primera hora de la mañana en el despacho de Néstor Kirchner. Fue rubricado por las principales cadenas: Carrefour, Norte, Coto, Jumbo, Disco, Wal Mart, Auchan, Libertad y La Anónima. En principio, los precios que siguen congelados corresponden a la lista vigente desde el 30 de noviembre pasado.

La idea es que, la semana que viene, las cadenas sumen a la lista (o bien intercambien) otros artículos surgidos de los convenios que el Gobierno viene firmando con las distintas empresas líderes. Hasta ahora se logró el congelamiento de precios en 185 productos de los rubros alimentario, limpieza y de tocador. Muchos de ellos ya figuran en el listado vigente, pero otros se intentarán incorporar.

Antes de abrochar la nómina definitiva, se consensuó aguardar la finalización de las negociaciones que el Gobierno viene manteniendo con los fabricantes. Uno de los puntos que se seguirá negociando refiere a los productos de marca propia: los empresarios se resisten a incluirlos. Respecto de los productos frescos, muy volátiles con la estacionalidad (frutas, verduras y de elaboración propia), las cadenas están obligadas a “efectuar promociones semanales de por lo menos ocho alternativas”.

Durante la conferencia de prensa posterior a la reunión, Miceli hizo una defensa cerrada de este tipo de acuerdos sectoriales. “Estamos satisfechos con los resultados obtenidos, que fue haber quebrado las expectativas inflacionarias y la remarcación de productos, que no tenían ninguna justificación desde el punto de vista económico”, señaló la ministra. Fue una respuesta a aquellas voces críticas de la estrategia oficial. “No digo que este proceso esté totalmente superado, pero se ha avanzado mucho en su superación”, completó. Los empresarios también parecieron convencidos. Fabio Fabri, director de Carrefour y vocero de los dirigentes, se mostró conforme de que, esta vez, los acuerdos de precios incluyan no sólo a los supermercadistas sino también a los industriales, que son formadores de precios.

La estrategia desarrollada con los supermercados y los fabricantes será trasladada ahora a los sectores vinculados con el presupuesto escolar. Con la mira puesta en marzo, se iniciarán conversaciones para impedir remarcaciones en los productos escolares. Ayer, Miceli adelantó que se buscarán acuerdos con los fabricantes de indumentaria y guardapolvos, útiles escolares y calzados. Hace un mes, Economía ya había consensuado con las principales editoriales el congelamiento de los precios de los libros de textos. De acuerdo con un cable de la agencia Télam, la ministra no descartó que en las próximas semanas se acuerde también con los colegios privados, cuyas cuotas –anticipan las instituciones– tendrán fuerte aumento para el ciclo lectivo 2006.

Como vino ocurriendo con los pactos sellados con los sectores industriales, el convenio con los supermercados también tendrá validez por un año y será revisable cada dos meses. La condición para que siga teniendo vigencia es que se mantengan los costos empresarios: básicamente, que no haya suba de tarifas ni aumentos salariales que no puedan ser absorbidos por las cadenas. Por esa razón se creará una comisión ad hoc que monitoreará el cumplimiento de lo firmado.

Para ayudar a hacer sostenibles los acuerdos, Economía cerró trato con proveedores de distintos sectores. Incluso con aquellos que fabrican insumos, como aluminio, acero, plásticos, petroquímicos.

En el Palacio de Hacienda aseguran que las negociaciones continuarán más allá del verano. “Así como el año pasado estuvo marcado por lo financiero (a propósito de la renegociación de la deuda), este 2006 estará caracterizado por lo que suceda en la economía real: la producción, las inversiones, la contención de la inflación”, enumeró un funcionario del equipo económico, en diálogo con Página/12.

A las grandes cadenas mañana se sumarán los autoservicios de origen chino. Esta mañana habrá una última reunión en el Palacio de Hacienda para afinar la lista de 80 productos que quedarán congelados. Habrá alimentos de primera necesidad, artículos de limpieza y productos del rubro tocador. La idea de los directivos de la cámara es que los establecimientos más pequeños se comprometan a mantener los precios de al menos 40 a 60 productos.

Estos comerciantes irán al encuentro de esta mañana con los funcionarios acompañados por sus proveedores más representativos, que adherirán a la movida. En el caso de estos autoservicios, y a diferencia de las grandes cadenas, las segundas marcas son más vendidas que las de primera línea.

En la reunión de hoy se reclamará un compromiso de los intendentes del conurbano para que eliminen algunas tasas municipales, como la de abasto. Argumentan que hay empresas que pagan la misma tasa en distintos municipios. “En el caso de la leche, ese tributo alcanza al 4 por ciento del costo”, señaló a este diario Miguel Angel Calvete, director de la cámara del sector.

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