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La controversia por las papeleras sigue sumando ámbitos de discusión. La Corte Suprema recibió ayer la denuncia penal por “contaminación ambiental en grado de tentativa” contra los gerentes de Botnia y ENCE, las dos papeleras que se están construyendo a la vera del río Uruguay y que contaminarían Gualeguaychú. Además, el Congreso deberá tratar la semana que viene la presentación ante el Tribunal Internacional de La Haya. Luego de la ronda de consultas con el canciller Jorge Taiana, el gobernador entrerriano Jorge Busti y los ambientalistas, el miércoles deberá pronunciarse el Senado y el jueves, la Cámara de Diputados. Es casi seguro que la declaración será aprobada, pero la oposición no le ahorrará reproches al Gobierno. En Entre Ríos, se mantuvieron los cortes por tiempo indeterminado en dos de los tres puentes. “No podemos llegar a la guerra, ni mucho menos. Tabaré Vázquez tendrá que elegir: o se juega (a frenar las plantas) o va a quedar eternamente pegado ante el pueblo uruguayo”, consideró el asambleísta Juan Veronessi.
Busti presentó la denuncia por contaminación contra las papeleras ante el juez federal de Concepción del Uruguay, Guillermo Quadrini, el 19 de enero. El gobernador les apuntó a los nueve directivos de las empresas española y finlandesa. El 9 de febrero Busti hizo otra presentación en la que pidió que prohíba la entrada o salida del país de camiones con material de construcción de las plantas. Quadrini aceptó como querellantes a él, a su vicegobernador Pedro Guastavino y a la fundación de Medio Ambiente y Derechos Humanos de Córdoba.
Sin embargo, como el juez consideró que en la investigación pueden resultar imputados los funcionarios uruguayos que autorizaron la construcción de las plantas de celulosa, concluyó que le corresponde a la Corte Suprema argentina resolver sobre este caso. Por eso, se declaró incompetente y remitió el expediente a Sus Señorías. El lunes enviarán la denuncia al procurador general de la Nación, Esteban Righi, para que opine si la Corte debe pronunciarse sobre el tema. “Un caso como éste no registra ningún otro antecedente en el país”, señalaron en Tribunales.
“Esperamos que lo acepten. Sería muy importante, porque tendrían que declarar los responsables de las plantas, a quienes hasta ahora no hemos visto”, comentó Pedro Pavón, de la asamblea de Gualeguaychú, que va por los 14 días de corte ininterrumpido. Entre los vecinos, generó malestar la decisión del presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, de reunirse con su gabinete en Fray Bentos, como señal de apoyo a las empresas (ver aparte). “Tabaré va a ir a poner la piedra fundamental. Es una burla más. Está muy presionado por los intereses de las fábricas”, interpretó Pavón. “Estamos conformes con el apoyo del gobierno nacional, pero mientras no se pare la construcción seguirán los cortes”, destacó.
Por su parte, Veronessi remarcó que Vázquez “no es ningún imberbe, en su fuero interno es consciente de que tiene algo muy grave entre manos. Sabe que las plantas contaminan”. Admitió que está condicionado por la inversión de 1800 millones de dólares –la más grande en la historia de Uruguay–, pero aseguró que “vienen para llevarse cinco mil millones de dólares, produciendo barato y con procesos obsoletos, contaminantes”.
Por último, disparó contra el ex presidente Eduardo Duhalde, que había mencionado esta semana a las papeleras que contaminan en la Argentina. “¿Por qué no lo dijo cuando él era presidente? No hay la menor duda de que también contaminan, pero si tenemos diez personas con cáncer, ¿queremos que sean veinte?”, se preguntó.
En Colón, también refrendaron mediante dos asambleas (una por la mañana y otra por la tarde) la continuidad de la protesta. “Hay camiones de la parte uruguaya, de empresas argentinas. Los muchachos se enojan un poco, pero tratamos de conversarlo”, contó Marina Páez, que se autodefine como una militante ecologista hecha y derecha. Viajó desde San José, donde tiene una huerta orgánica (sin ningún tipo de químicos) y una granja educativa. “Nosotros vivimos en una zona agrícola de exportación. Imaginate que la instalación de estas empresas sería el fin de nuestra producción”, explicó.
Durante el día, los vecinos intentaron pasarlo lo mejor posible en la ruta bajo un sol calcinante. Incluso instalaron un gacebo para escapar al sol, aunque no renunciaron a tomar unos amargos bien calientes. Preocupados por varios automovilistas que se quejaban por dolencias para poder cruzar, consiguieron además un médico que evaluará el estado de cada conductor que se queje.
Entre los vecinos de Colón circuló el rumor de que las empresas intentarán traer por mar el material de construcción para las papeleras. Los camiones que habían transportado las estructuras metálicas para Botnia debieron retornar a Chile semanas atrás ante los bloqueos de los vecinos. Una de ellos, Gisella Eberle, sostuvo que este cargamento “está listo para zarpar desde un puerto chileno”. “Le pedimos a Kirchner que impida el paso por territorio argentino, ya sea por mar o por tierra”, aseveró. Según esta versión, la carga daría toda la vuelta a la Argentina, a través del estrecho de Magallanes, para arribar a Uruguay por la costa. Aunque no negó que lo estuviesen analizando, el gerente de Botnia, Carlos Faroppa, enfatizó que “es una evaluación posible, pero no probable en este momento”.
El único puente de Entre Ríos que todavía se mantiene abierto es el que conecta Concordia con Salto, al norte de la provincia. La ciudad queda a quinientos kilómetros de Buenos Aires. La asamblea de Concordia viene discutiendo en los últimos días si sumarse a la protesta y acordó una volanteada para hoy. Entre los vecinos, comentaban que uno de los factores que los detiene es que no tienen apoyo del intendente local.
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