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El país|Viernes, 3 de marzo de 2006
DECLARAN QUE TABARE SE CONMOVIO CON LAS PALABRAS DE KIRCHNER

Gesto de distensión de Uruguay

La vicecanciller uruguaya contó que su presidente recibió muy bien el pedido de Kirchner. Es una señal de acercamiento tras las duras declaraciones del vicepresidente uruguayo del miércoles. De todos modos, Tabaré exige el cese de los cortes como requisito previo.

Por Laura Vales
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Tabaré Vázquez no habló aún. Sus funcionarios emitieron declaraciones contradictorias.

Hay quienes creen que las formas son, en sí mismas, parte del contenido. Si así fuera, la respuesta que Tabaré Vázquez hizo llegar ayer a Néstor Kirchner podría ser recibida como una señal prometedora. A través de la vicecanciller Belela Herrera, el presidente uruguayo hizo saber a su par argentino que se sintió “muy conmovido por la forma en que le habló”. Vázquez “me transmitió que quiere agradecer infinitamente a Kirchner su gesto”, dijo la funcionaria, y el hecho de que lo considere su “amigo y hermano”. Pero ese tono de acercamiento fue usado, finalmente, para ratificar que no hay cambios de postura: Tabaré “quiere aprovechar ese gesto de solidaridad y hermandad, que aprecia mucho, para reiterar su solicitud de que se tomen las medidas necesarias para que se respete la libre circulación”, concluyó la vicecanciller. En este sentido, el mensaje volvió a dejar las cosas como antes: Tabaré no respondió al pedido de suspender por 90 días la construcción de las papeleras, porque a su entender “primero deben terminar los cortes de ruta”.

Fuentes del gobierno uruguayo señalaron que Vázquez no va a contestar directamente la solicitud de suspensión de las obras, “así como no hubo reacción a la carta que él le envió a Kirchner” el 13 de febrero, en la que le pidió que gestionara el levantamiento de los piquetes en los puentes de Gualeguaychú y Colón.

Kirchner había formulado su pedido el miércoles: “Le ruego a Tabaré Vázquez que escuche y suspenda las obras por 90 días. Este es el humilde pedido que le hacemos, 90 días en la larga historia de nuestros países es apenas un suspiro”. En ese lapso “los mejores ambientalistas del mundo podrían ayudar y así evitar esos espectáculos dolorosos para quienes queremos la unidad latinoamericana”.

La primera reacción al discurso fue, el mismo miércoles, una dura réplica del vicepresidente Nin Novoa, quien consideró que la demanda era “una impertinencia”.

“El gobierno uruguayo no puede y nunca va a hacer una acción en ese sentido, decirle a una empresa que ha confiado en el país, que ha decidido venir a invertir, que pare la inversión. Esto jamás va a salir del gobierno”, sostuvo Novoa. La importancia de dar una imagen de “previsibilidad” a los inversores es uno de los argumentos centrales con que el Uruguay viene defendiendo internamente su postura.

El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, consideró como “un enorme equívoco” la respuesta de Novoa. Fernández cuestionó que el Uruguay “nunca haya consultado a la Argentina” para instalar las papeleras. “Sobre una medianera los vecinos no pueden hacer lo que se les da la gana, necesitan el acuerdo del otro vecino”, comparó.

Pero en contraste con Novoa, la vicecanciller Herrera mostró luego una posición más flexible. “Nosotros estamos pidiendo que se levanten los cortes de ruta y decimos que una vez que empiece la negociación, la negociación puede llevar a cualquier término”, dijo, en una alusión en la que quedó incluida la posibilidad de detener la construcción de las plantas.

Un último gesto de distensión cerró el día. En un paso que hasta ahora había evitado dar, el gobierno argentino propuso a los vecinos de Gualeguaychú que suspendan su plan de lucha por dos o tres días como señal de buena voluntad que facilite la apertura del diálogo entre los presidentes.

Kirchner y Vázquez van a coincidir el próximo 11 de marzo en Chile para la asunción de Michelle Bachelet. Hasta ahora no está previsto que se sienten a discutir sobre el tema. Por el contrario, la agenda fue diseñada para evitar un encuentro cara a cara. Según la Cancillería uruguaya, el único momento en que estarán cerca será el sábado, en un almuerzo con Bachelet. Kirchner y Vázquez se sentarán a la misma mesa, pero con Lula en el medio. La idea de hacer una impasse en el conflicto fue impulsada por el jefe de Gabinete, con la intermediación del vicegobernador de Entre Ríos Pedro Guastavino, quien es oriundo de Gualeguaychú. Como se informa por separado, tal posibilidad fue rechazada por los vecinos en una asamblea. La opción de un parate en el plan de lucha viene siendo discutida internamente en la ciudad desde hace más de diez días. La sostienen, en general, los vecinos que llevan más tiempo vinculados al reclamo por las papeleras, con el criterio de no quemar todos los cartuchos con un corte de rutas por tiempo ininterrumpido. Sin embargo, hasta ahora, la postura es minoritaria dentro de la asamblea, donde el clima está muy lejos de una distensión.

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