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Los treinta años del golpe militar del 24 de marzo de 1976 serán recordados hoy en numerosos actos oficiales, sociales, educativos y populares en todo el país. El presidente Néstor Kirchner descubrirá un monolito en el Colegio Militar de la Nación que repudia los golpes de Estado y por la tarde una multitudinaria marcha confluirá en la Plaza de Mayo. Oficialistas y opositores, legisladores, militantes populares, docentes y estudiantes participan en estos actos, como si se descorriera un pesado velo y la sociedad argentina terminara de recorrer un camino accidentado hacia su identidad. El repudio a la dictadura y la reivindicación de quienes la enfrentaron, que fueron valores minoritarios primero y por mucho tiempo mayoritarios pero no reconocidos, parecen haber dado un salto para encarnarse en un sentimiento general.
“Se debe señalar con mucha fuerza que éste será el encuentro del pueblo sin distinciones, pese a las profundas diferencias, porque todos tenemos derecho a estar en la plaza histórica”, afirmó anoche el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, al convocar a la marcha que se concentrará a las 17 frente al Congreso para caminar hasta la Plaza de Mayo.
A diferencia de otros años, la sociedad argentina llega a este 24 de marzo con una inusitada difusión y proliferación de actos y recordatorios en todo el país. Los medios de comunicación, que por lo general le otorgaban poca importancia a la fecha, sobre todo la televisión, han sacado al aire programas alusivos al golpe militar, a la represión, la dictadura y a la lucha de los organismos de derechos humanos. Esta inédita cobertura abarcó no sólo al canal oficial sino también a los privados. Los medios gráficos editaron publicaciones especiales y los comentaristas políticos lo han convertido en un tema central.
Cientos de actos se han venido realizando en todo el país. Los gremios bancarios, metalúrgicos, judiciales, estatales, de la salud y hasta la misma CGT realizaron actos o descubrieron placas con sus desaparecidos. Ayer en la CGT, su titular Hugo Moyano, junto al ministro de Trabajo, Carlos Tomada, afirmó que “la dictadura militar torturaba” y que “la dictadura financiera dejaba sin trabajo a nuestros hombres y mujeres”. Las conducciones cegetistas de los últimos treinta años habían sido especialmente reacias a homenajes de este tipo a los desaparecidos.
El feriado declarado por el Congreso le da también un contexto especial a este 24 de marzo, al igual que las lecturas que realizaron los estudiantes de las escuelas porteñas y los homenajes realizados ayer en el Parlamento y hoy en la Legislatura de la Capital. Se han colocado placas con los nombres de los estudiantes desaparecidos en numerosas escuelas secundarias y hasta en la misma Unidad 9 de La Plata, donde funcionó el Pabellón de la Muerte de donde se sacaban a los detenidos para fusilarlos o aplicarles la ley de fuga (ver aparte).
La atención y la sensibilización masiva de la sociedad sobre la dictadura, el golpe y los desaparecidos que se manifiestan en esta fecha no tienen antecedentes. Los enfoques no son iguales, por el contrario, las diferencias son de todo tipo como sucede cuando un reclamo deja de pertenecer a un sector y es apropiado por la mayoría de la sociedad hasta convertirse en criterio general. Seguramente este fenómeno no implica que haya sido resuelta la problemática de los derechos humanos en el país, pero claramente la discusión ascendió varios escalones en calidad y facilita la tarea de los organismos de derechos humanos.
Hasta anoche circulaba en el Congreso la versión de que el presidente Kirchner podría anunciar la anulación de los indultos menemistas. Lo concreto es que el Presidente asistirá al mediodía con todo su gabinete de ministros y las jefaturas de las Fuerzas Armadas al Colegio Militar, en Campo de Mayo, donde descubrirá una placa en homenaje a los desaparecidos y en repudio al golpe militar. En principio, el acto estaba previsto en el Edificio Libertador, donde funcionan las sedes del Ejército, el Estado Mayor Conjunto y el Ministerio de Defensa, pero se optó finalmente por el Colegio Militar de la Nación para evitar incidentes.
En otro acto oficial importante por el aniversario de la dictadura, los ministros de Defensa, Nilda Garré, de Relaciones Exteriores, Jorge Taiana, y el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, visitarán la ESMA mañana a las 14. Serán acompañados por el cuerpo diplomático acreditado en el país y las autoridades competentes en derechos humanos de los Estados parte del Mercosur y Estados asociados que culminaron ayer una reunión en Buenos Aires sobre esta temática.
En ese contexto se efectuará hoy la marcha convocada por 370 organizaciones sociales, políticas, culturales y estudiantiles. Pérez Esquivel realizó ayer en la sede del Servicio de Paz y Justicia (Serpaj) una conferencia de prensa para referirse a la convocatoria, acompañado por los representantes de los demás organismos de derechos humanos que incluyen a Madres Línea Fundadora, Abuelas, Familiares de Detenidos y Desaparecidos, HIJOS, CELS, MEDH, LADH, APDH y Ex Detenidos-Desaparecidos. También se encontraban como Patricio Echegaray, del Partido Comunista; Vilma Ripoll, de Izquierda Unida, y Néstor Pitrola, del Polo Obrero.
La marcha, que se espera sea una de las más masivas de los últimos años, será encabezada por una bandera de 200 metros con las fotografías de los desaparecidos, que será llevada por los organismos de derechos humanos. Detrás de esa bandera irán otras con las consignas que convocan, relacionadas con el golpe y los derechos humanos: “Treinta años, memoria, justicia, verdad”; “Juicio, castigo y cárcel común, efectiva y perpetua a todos los genocidas”; “anulación de los indultos” y “restitución de la identidad a los 500 jóvenes apropiados”.
También se exigirán “Retiro de la Gendarmería de Las Heras y de todos los conflictos sociales”, “No a la impunidad de ayer y de hoy”; “Libertad a los presos políticos”, “Amnistía o desprocesamiento a los luchadores populares”; “Basta de políticas que generan hambre, desocupación y pobreza”; “No al pago de la deuda externa”; “No al ALCA ni a los tratados de libre comercio”; “Fuera yanquis de Irak y de América latina”, y “Retiro inmediato de las tropas argentinas de Haití”.
“La lucha no termina con esta marcha –señaló Pérez Esquivel–, sigue con la generación de conciencia porque el pueblo no baja los brazos, está presente y sigue luchando por un mundo mejor.” Al mismo tiempo criticó la decisión del gobierno nacional de mantener el vallado que protege la Casa de Gobierno y sólo deja libre la mitad de la Plaza de Mayo. Por esta razón, el escenario se instalará a metros de la Pirámide, de frente al Cabildo.
En el acto se leerá la Carta a la Junta, de Rodolfo Walsh, y un documento que todavía está siendo consensuado. Varias agrupaciones que apoyan al Gobierno no acuerdan con los puntos más críticos de las consignas y del borrador, por lo que decidieron sólo participar en el acto de anoche que realizó la Asociación de Madres de Plaza de Mayo que dirige Hebe de Bonafini. Pero la Corriente Patria Libre, Barrios de Pie, agrupación Envar El Kadri, Partido Comunista (Congreso Extraordinario) y Martín Fierro anunciaron que, pese a no acordar con el documento, se concentrarán a las 15 horas en el Obelisco y luego marcharán a la Plaza de Mayo. Pérez Esquivel aclaró que se habían puesto en contacto con Humberto Tumini, secretario general de Patria Libre, y que acordaron que estas agrupaciones se mantendrán a un costado de la Plaza para permitir el ingreso de los organismos de derechos humanos en la cabecera del acto.
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