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El país|Sábado, 25 de marzo de 2006
RAUL ALFONSIN RECORDO EL GOLPE MILITAR FRENTE AL EDIFICIO DE LA ESMA

“Llegamos hasta donde se pudo”

El ex presidente, rodeado de radicales, reivindicó el Juicio a las Juntas Militares. Dijo que apoya la nulidad de los indultos.

Por Eduardo Tagliaferro
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El ex presidente habló frente a la ESMA a la misma hora que se hacía el acto en Plaza de Mayo.

Como en los buenos tiempos, los radicales lo asfixiaron tratando de saludarlo. Medido, con un ojo puesto en el cielo nublado que presagiaba tormenta y con el otro mirando al numeroso público que colmó la Avenida del Libertador, frente a las puertas de la ESMA, el ex presidente Raúl Alfonsín reivindicó el Juicio a las Juntas Militares impulsado por su gobierno. “Llegamos hasta donde se pudo”, dijo antes de repasar la seguidilla de levantamientos carapintadas que le tocó enfrentar. “Está muy bien que el tema de los indultos lo resuelva la Justicia”, fue una de las definiciones que Alfonsín entregó apenas concluyó el acto.

Para el líder radical, la laxitud institucional fue el puente que llevó “al día más luctuoso que tuvo la Argentina”, como definió al 24 de marzo de 1976. Tirando un puente desde aquel pasado al actual presente, insistió en que “nuestra respuesta de hoy debe ser afianzar la democracia cada día más”. Lo dijo luego de criticar el uso indiscriminado de decretos de necesidad y urgencia y la existencia de “un Poder Judicial seriamente amenazado por una pésima reforma al Consejo de la Magistratura”.

“Somos la vida, somos la paz, somos el juicio a la junta militar”, fue la consigna dominante del acto con el que el comité provincia de la UCR repudió el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976. Modificada para la ocasión, la vieja consigna que supo ser emblemática de la Junta Coordinadora Nacional marcó el clima del encuentro. Una de las más tempraneras, la bandera del ateneo 30 de octubre de José C Paz, traía pintada una frase del propio Alfonsín: “Nadie podrá decirnos que no hicimos nada”.

Algunas pocas boinas blancas, muchas banderas rojas y blancas, los emblemáticos irrompibles de Formosa 114, alegorías de históricas consignas como “que se rompa pero que no se doble”, se iban concentrando frente a la reja de la ex Escuela de Mecánica. “Cuando la última flor del cerezo haya caído, yo estaré lejos amiga, en el camino”, cantaban Mercedes Sosa, León Gieco y Víctor Heredia, en una inigualable versión de El Adiós, de Atahualpa Yupanqui.

“Hoy habla el papá de Ricardo”, comentó Ricardo Alfonsín a este diario en referencia al pirulo de tapa de Página/12, en el que se consignaba su enojo por ser reconocido como el hijo de, en el acto de apoyo a Aníbal Ibarra antes de su destitución. Las caras más reconocidas de la UCR se mezclaban entre el público. Curiosamente, uno de los más saludados, Enrique “Coti” Nosiglia, ex secretario general del radicalismo y ministro del Interior de Alfonsín, no fue mencionado desde el palco. Se destacaron las presencias de Federico Storani, Leopoldo Moreau, Ricardo Gil Lavedra, Adolfo Gass, el actual titular del bloque de diputados Fernando Chironi, el ex senador Mario Losada, el ex diputado Luis Brandoni y el titular de la Auditoría General de la Nación, Leandro Despouy. También se pudo ver a Raúl Borras, hijo, y al subsecretario parlamentario del Senado, Manuel Canals. “Se terminó el debate. Finalmente somos muchos como para cortar la calle”, comentaba un radical a otro con su mejor sonrisa. Las remeras de los jóvenes no dejaban dudas: “Es difícil ser radical, pero apasionante”, decían las de un grupo que se identificaba como comité Leandro Alem. Luego del Himno Nacional, arrancó el titular de la UCR de la provincia de Buenos Aires, Carlos Gorosito. Reivindicó el valor de Alfonsín por enjuiciar a las juntas militares y por la defensa de los perseguidos políticos. “No fue abogado para hacer negocios inmobiliarios sino para defender presos políticos”, reseñó. No se recitó el preámbulo de la Constitución, pero sí se leyó el decreto por el que se enjuició a la dictadura. “Yo no hubiera convertido en feriado el 24 de marzo, sino el 10 de diciembre, cuando se terminó la dictadura y cuando se conoció públicamente el fallo contra las juntas”, aseguró el ex presidente, frente al mismo predio en el que hace dos años atrás, Néstor Kirchner pidió perdón a las víctimas de la dictadura porque el Estado democrático estaba en deuda. Luego, en privado, Kirchner supo disculparse con Alfonsín.

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