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El país|Sábado, 29 de abril de 2006
FRENTE AL CUARTO INTENTO DE ELEGIR AL NUEVO RECTOR DE LA UNIVERSIDAD

La UBA teme que el martes haya violencia

Jaim Etcheverry advirtió sobre la eventual ausencia de “la tolerancia y la prudencia” necesarias para que pueda sesionar la asamblea. La Facultad de Medicina inició un operativo de seguridad y está cerrada desde ayer. La FUBA confirmó que volverá a movilizarse.

Por Javier Lorca
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La Facultad de Medicina cerró sus puertas y no dictó clases, para evitar una posible toma.

A medida que se acerca el cuarto intento de elegir rector en la UBA, las posibilidades de que la asamblea universitaria pueda reunirse normalmente el próximo martes parecen cada vez más lejanas. Ante las características del operativo de seguridad ya iniciado en la Facultad de Medicina y frente a la nueva amenaza de los estudiantes de movilizarse para impedir la sesión, el rector de la universidad, Guillermo Jaim Etcheverry, advirtió ayer que “lamentablemente”, de no modificarse la situación, deberá “concluir que no están dadas las condiciones de tolerancia y prudencia imprescindibles como para que se pueda reunir la asamblea”. Como se viene sosteniendo desde el bloque mayoritario de radicales, peronistas y aliados, las autoridades de Medicina responsabilizaron al rector por una posible nueva suspensión de la elección.

La Facultad de Medicina es la sede elegida por la UBA para la cuarta tentativa de elegir rector, después de que las agrupaciones de izquierda y la FUBA frustraran tres asambleas al tomar el Colegio Nacional de Buenos Aires en rechazo al régimen electoral vigente y a la candidatura de Atilio Alterini. Para intentar evitar una nueva toma, el Consejo Superior de la universidad decidió esta semana organizar una asamblea a puertas cerradas, con acceso limitado a los 236 asambleístas y sus respectivos suplentes, unos 150 invitados y la prensa acreditada. Sobre la calle –Paraguay al 2100– se dispondrá un sistema de audio y video para el público. En ese contexto, Medicina ya estuvo cerrada ayer y no dictó clases. Como “medida preventiva”, el consejo directivo de la facultad tomó esa decisión el jueves a la noche, tras una prolongada sesión.

La UBA decidió también –como ya se informó– que el operativo de control de la asamblea quede en manos del personal no docente de la facultad anfitriona, reforzados con trabajadores de otras dependencias de la universidad.

El cruce entre el actual rector y las autoridades de Medicina recorrió ayer varios puntos:

- Mediante una nota dirigida al decano Alfredo Buzzi, Jaim Etcheverry manifestó su preocupación por “la activa participación” de autoridades de Medicina en “el clima de beligerancia” reinante. Se refería a los titulares de las secretarías General y de Extensión de la facultad que, en la última sesión del Consejo Superior, se contaban entre los alumnos que se manifestaron contra el rector, acusándolo de ser cómplice de la FUBA. Con otra nota, Buzzi le respondió que no percibió ninguna agresión de parte de sus funcionarios, aunque sí dijo haber sido afectado por acusaciones en contra suya expresadas por estudiantes de la federación, quienes lo calificaron de “estalinista”, entre otras cosas: “Me preocupa no haber percibido por parte del señor rector ninguna defensa en tal sentido, ni siquiera una mínima respuesta a semejante infamia”.

- El rector se opuso a la sugerencia de la facultad para que los representantes estudiantiles que integran la asamblea ingresen el martes por un acceso distinto al del resto de los asambleístas, “dado que todos actúan en el cuerpo en condiciones de igualdad”, sostuvo Jaim Etcheverry. Además de la respuesta de Buzzi, hubo otra pronunciada por Efraín Benzaquén, secretario general de Medicina: “La entrada diferenciada era sólo una propuesta para intentar que la asamblea pueda sesionar, porque sabemos quiénes son los que pretenden impedir la sesión. Pero es clarísima la complicidad entre el rector y los usurpadores de la FUBA para que no se pueda elegir al nuevo rector”, acusó, en diálogo con este diario.

- Jaim Etcheverry le requirió a Medicina la identificación de las personas encargadas de controlar el acceso al edificio: “Ello nos permitiría aclarar versiones circulantes en el sentido de que dicho personal integra y/o integró fuerzas policiales o de seguridad lo que haría inconveniente su participación en las actuales circunstancias”. Si bien coincidió con la necesidad de identificar al personal, el decano Buzzi aseguró que “el servicio de policía adicional” con que cuenta la facultad fue contratado por el propio Jaim Etcheverry cuando era decano de la casa, entre 1986 y 1990.

- La nota del rector concluyó solicitando que se instruya “fehacientemente” a los no docentes para que no reaccionen ante eventuales provocaciones: “Quienes recurran a la violencia serán responsables de sus actos pero no debe ser esta universidad, por medio de su personal, la que responda con violencia a la fuerza de quienes pretenden impedir la expresión democrática de las ideas, acción que todos hemos repudiado reiteradamente”. Buzzi sostuvo la misma opinión, pero agregó “que se debe garantizar no sólo la realización de la asamblea, sino también la integridad de las personas”.

Mientras se producía ese intercambio, las agrupaciones estudiantiles de izquierda confirmaban que volverán a movilizarse contra la asamblea. “La propuesta de la FUBA es hacer una vigilia desde el lunes a la noche, frente a la Facultad de Medicina. Y que los estudiantes nos concentremos el lunes a la mañana desde las 8 y media”, contó Agustín Vanella, titular de la federación que hoy prevé realizar un congreso para renovar autoridades.

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