Imprimir|Regresar a la nota
El país|Domingo, 14 de mayo de 2006
LA ORGANIZACION DEL MEGAACTO DEL 25 DE MAYO

Por un día peronista

Ya está lista una campaña publicitaria –el slogan es “Nosotros no ajustamos”– y un gran esquema de transporte que incluirá subtes y trenes gratuitos. Los gobernadores que estarán presentes, la búsqueda de “sueltos”, el aparato en movimiento y la posibilidad del balcón.

Por Martín Piqué
/fotos/20060514/notas/NA06FO01.JPG

Será una fecha patria pero también un día peronista. La definición sirve para explicar lo que pretende el kirchnerismo, y también el propio Néstor Kirchner, para el tan meneado acto del 25 de Mayo. ¿Por qué peronista? Porque en el Gobierno esperan reeditar imágenes que desde hace mucho no se ven en la Plaza. Para empezar, una multitud que llegue a las 150 mil personas. Luego, un clima de vigilia que comience un día antes, desde el 24 a las ocho de la noche, con delegaciones del interior acampando alrededor de la Pirámide. También buscan matizar la presencia de columnas organizadas con “gente suelta” que llegue en familia. Todo sazonado con apelaciones a la “unidad nacional” que tanto gustaban a Perón. Si todo sale según lo planeado, la frutilla del postre será la aparición de Kirchner en el balcón de la Rosada, rodeado de gobernadores (la expectativa es que allí se dejen ver algunos mandatarios radicales, como el mendocino Julio Cobos). ¿Pero cómo piensan conseguirlo? Para empezar, y aquí va el primer dato controvertido, ese día habrá subtes y trenes gratis.

“Si van a hacer payasadas, mejor no hagan nada.” La frase es conocida entre los kirchneristas. La pronunció Cristina Fernández de Kirchner el año pasado cuando se estaba organizando una movilización en apoyo al Presidente. Aquel mandato reflejaba el cuidado con el que el oficialismo imagina las concentraciones de respaldo a su gestión. Todo indica que esta vez no habrá payasadas. Al menos desde la Nación, las provincias y los municipios se está trabajando para facilitar el traslado de todo el que quiera ir al acto. Uno de los recursos es negociar con las empresas de colectivos de corta y larga distancia para que aporten micros para movilizar a los manifestantes. El secretario de Transporte, Ricardo Jaime, acompañado por el titular de la UTA, Juan Manuel Palacios, está a cargo de ese tema.

La idea es evitar las clásicas críticas, las mayoría de las veces basadas en prejuicios sociales, sobre el supuesto intercambio de algún beneficio alimentario o de otro tipo (léase choripán y bebida) por el traslado al acto. “Tenemos que garantizar transporte gratis. Entonces el que quiera venir, lo puede hacer libremente, sin ningún costo”, confía a Página/12 un miembro de Compromiso K, la agrupación fundada por el secretario legal y técnico, Carlos Zannini, y el empresario patagónico Rudy Ulloa Igor. “Nosotros mandamos casi tres millones de e-mails con invitaciones y la respuesta fue muy importante. Y entre los sectores más humildes vemos mucho interés. Así, la gente que quiera llegar a la plaza podrá hacerlo sin problemas”, argumenta el dirigente K.

Claro que para asegurar el traslado habrá un importantísimo despliegue de estructuras. “Cada gobernador está organizando su delegación. Lo mismo con los intendentes, que llevarán a sus militantes pero facilitarán más micros a los vecinos que quieran”, explican en la Secretaría General de la Presidencia. Como ya pasó con la marcha contra el ALCA que se hizo en noviembre con motivo de la cumbre de Mar del Plata –para la que se desplegó un importante operativo desde Buenos Aires–, la dependencia que encabeza Oscar Parrilli está coordinando la distribución y llegada de los vehículos que arribarán a la ciudad. Pero la principal preocupación es, como se estila en hechos tan masivos, la seguridad.

Quinientas pecheras K

“La seguridad estará institucionalizada. Quedará en manos de las estructuras del Estado.” La primera respuesta del miembro de Compromiso K apunta a lo obvio. La Policía Federal, al igual que otras dependencias que se encargan de la seguridad, será la responsable de controlar un acto que se supone –eso creen los organizadores– será multitudinario. Pero los organizadores decidieron agregar otro cuerpo de protección, que estará integrado por militantes del oficialismo. Esa tarea quedó a cargo de unos quinientos hombres alineados en Compromiso K –o agrupaciones cercanas como el Polo Social– y que estarán identificados con pecheras. “Serán quinientos cuadros y se encargarán de la solidaridad y asistencia a las columnas del interior, que llegarán la noche anterior. También repartirán volantes sobre el comportamiento que hay que tener en el día de la gesta patria”, asegura el integrante de la comisión organizadora.

En tren de revival, es probable que en el acto se repita una imagen que hace mucho que no se veía en la Plaza. Además de la masividad, la convocatoria reflejará una variedad de organizaciones y procedencias. Siempre según las promesas de los dirigentes, habrá fuerte presencia de sindicatos, municipios y movimientos sociales que adhieren al Gobierno. Como en las viejas concentraciones del peronismo, los espacios de la plaza serán asignados previamente a cada sector. Esa será otra forma, aseguran, de evitar que los grupos puedan tener algún roce. “Hay un compromiso de todos para evitar hasta el más mínimo problema. Eso está garantizado, pero en un acto tan grande siempre puede haber algún grupito que quiera hacer una provocación”, reconoce el dirigente de una organización piquetera K.

Campaña intensa y corta

Pero Kirchner no quiere que la Plaza sea vista como una competencia por el poder de movilización. Se imagina, más bien, una plaza donde se pueda caminar libremente entre los distintos grupos, donde no haya distinciones sectoriales ni políticas: sólo banderas argentinas. Habrá que ver si lo logra. “Quieren que todos vengamos de guardapolvos y banderas argentinas. Ordenaditos. Pero no creo que sea posible”, descree un funcionario que estuvo en el escenario durante el reciente lanzamiento del Movimiento Evita en el Luna Park. Lo que pasa es que en la Rosada quieren, sobre todo, que en el acto se destaque la participación de personas del común, que no están integradas en ningún espacio político, social o sindical. ¿Qué harán para lograrlo?

Dos publicistas cercanos al Gobierno están preparando una campaña que incluirá estática e importantes espacios en radio y televisión. Los afiches están siendo preparados por Jorge “Topo” Devoto, propietario de la empresa Utopía Publicidad, y por Fernando Braga Menéndez, ex militante de la JP en los ’70 y dueño de su propia agencia de publicidad. Devoto, eterno compinche de Rafael Bielsa, está preparando los carteles del Movimiento Evita con una estética nacionalista: sobre una bandera argentina, la leyenda dice “El 25, todos a la plaza”. En el caso de Braga Menéndez, quien suele escribir solicitadas elogiando a Kirchner, los afiches apuntarán también a cuestionar a la oposición. Pero también está preparando los spots televisivos que firmará Compromiso K.

Los avisos compararán a Kirchner con Mauricio Macri y Ricardo López Murphy (“Nosotros no ajustamos”, será en ese caso el eslogan), y también con Fernando de la Rúa (“Nosotros no reprimimos”, dirá el remate). Pero vaya una salvedad. La propuesta de Braga todavía deberá sortear un paso definitivo, la aprobación de Zannini y el propio Presidente. Sin embargo, Página/12 pudo saber que Compromiso K ya compró los segundos de publicidad que se usarán para poner al aire la campaña. Los avisos se emitirán en prime time (la franja de mayor rating, de 20 a 23 de la noche) por todos los canales de aire durante cuatro días consecutivos: desde el domingo 21 de mayo hasta el miércoles 24, la víspera de la fecha patria. ¿Será también un día peronista? En el oficialismo ya sueñan con reversionar a su modo aquella canción de Gardel y Razzano sobre el sol del 25.

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.